La reorganización en la posguerra civil (I)(II)

El autor es nuestro asociado y Delegado para Andalucía de AEME el coronel de la Guardia Civil Jesús N. Núñez Calvo, doctor en Historia. Por el interés histórico reciente de estas narraciones, esta web publicará los capítulos que aparezcan en el mencionado diario. Los  siguientes  corresponden  a los capitulos (I) y (II) de la “Reorganización en la posguerra civil”

 

La reorganización en la posguerra civil (I)

 

 

  • El 1 de abril de 1939 se dio oficialmente por concluida la guerra civil que había desangrado España durante casi tres años: para la Guardia Civil y el todavía existente Cuerpo de Carabineros nada sería igual

Miguel Romero Macías y Antonio Vázquez Vergara, jefes de la 2ª Compañía de Algeciras en 1936 y 1937 (Álbumes Academia Infantería 1914 y 1917).

Miguel Romero Macías y Antonio Vázquez Vergara, jefes de la 2ª Compañía de Algeciras en 1936 y 1937 (Álbumes Academia Infantería 1914 y 1917).

Cuando el 1º de abril de 1939 se dio oficialmente por concluida la guerra civil que había desangrado España durante casi tres años, con el triunfo de quienes se había sublevado contra el gobierno de la República, nada ni nadie eran ni serían iguales. La provincia de Cádiz, el Campo de Gibraltar y el término municipal de San Roque, no constituirían ninguna excepción. Y para la Guardia Civil y el todavía existente Cuerpo de Carabineros, tanto en la provincia como en la comarca y el municipio sanroqueño, que es lo que nos ocupa en este serial, tampoco.

El teniente coronel Vicente González García, nacido en Zamora el 5 de abril de 1882, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, cuya demarcación comprendía todavía toda la provincia, era prácticamente el único mando que aún permanecía en el mismo cargo desde el 18 de julio de 1936.

En el Campo de Gibraltar la fuerza del benemérito Instituto constituía la 2ª Compañía de la comandancia gaditana, siendo su jefe al inicio de la contienda, el capitán Miguel Romero Macías, con residencia en Algeciras. Pertenecía a la promoción de 1914 de la Academia de Infantería. Tenía a su cargo, mandadas por oficiales, las líneas (secciones) de Jimena de la Frontera (puestos de Jimena, Buceite y Tesorillo), La Línea de la Concepción (puestos en La Línea, Atunara y Campamento), San Roque (puestos de San Roque, Algeciras y Almoraima) y Tarifa (puestos de Tarifa y Facinas).

Romero había nacido en la localidad campogibraltareña de Los Barrios el 3 de junio de 1893. Estaba al frente de dicha compañía desde marzo de 1932. Sumado desde el primer momento a la sublevación militar, fue relevado el 11 de octubre de 1936 para desempeñar el cometido de cajero-habilitado de la comandancia, en sustitución de su titular, el capitán Fernando Márquez González. A éste, la sublevación militar le había sorprendido en Madrid de comisión de servicio y desde entonces nada se sabía de él.

El capitán Romero ya no volvería a hacerse cargo de la 2ª Compañía ya que ante la necesidad de contar con mandos profesionales en unidades combatientes, fue comisionado al proceder del Arma de Infantería. El 15 de enero de 1938 marchó al frente de Teruel, donde se le asignó el mando de la compañía de ametralladoras del 10º Batallón del Regimiento de Infantería Bailén núm. 24. El 13 de marzo siguiente, cuando se encontraba ejerciendo el mando accidental de dicho batallón, fallecería de un infarto en la localidad turolense de Villarquemado.

El capitán Antonio Vázquez Vergara, jefe hasta entonces de la 1ª Compañía de San Fernando, nacido en dicha localidad el 1º de agosto de 1899, se hizo cargo del mando de la 2ª Compañía de Algeciras a partir del 11 de octubre de 1936. Fue destinado y pasaportado en unión de su esposa, Isabel Anaya Gómez, así como de sus dos hijos, Isabel y Manuel, de 6 y 4 años de edad.

Pertenecía a la Promoción de 1917 de la Academia de Infantería de Toledo, por lo que había coincidido dos años (cursos 1917-1918 y 1918-1919), con dos de los protagonistas de algunos capítulos anteriores: los capitanes Manuel Lamadrid Rivas y Francisco Zamora Medina, ambos jefes de la 3ª Compañía de Puente Mayorga de la Comandancia de Carabineros de Algeciras en diferentes meses de 1936. Cuando Lamadrid huyó a la colonia británica de Gibraltar para pasarse a la zona gubernamental, Vázquez mandaba la compañía de la Guardia Civil de la que dependía el municipio de San Roque, por lo que debió tener pleno y puntual conocimiento de lo acaecido.

El capitán Vázquez fue cesado en su destino a petición expresa del comandante militar de la plaza, con quien debió tener algún desencuentro cuyo detalle se desconoce. El caso es que elevada la petición por conducto del cuartel general del Ejército del Sur (Sevilla), el general de división Gonzalo Queipo de Llano Sierra había propuesto el 21 de enero de 1937 al inspector general de la Guardia Civil (Valladolid), general de brigada de Infantería Marcial Barro García, “la urgente baja en el servicio que desempeña” dicho capitán, “por observar poca diligencia en el cometido de su cargo”.

Requerido informe al teniente coronel Vicente González, como jefe de la Comandancia de Cádiz, éste lo primero que hizo, dado el carácter “urgente” de la solicitud, fue comisionarlo a la capital gaditana, bajo sus órdenes en espera de que se adoptase la decisión final. Por tal motivo, el 4 de febrero dio debida cuenta de la medida cautelar adoptada y comunicó que el teniente Odón Ojanguren Alonso, anterior jefe de la línea de San Roque y actual de La Línea de la Concepción, se había hecho ya cargo del mando accidental de la 2ª Compañía de Algeciras.

Una vez emitido y valorado el referido informe, el inspector general optó finalmente por destinarlo, con carácter voluntario, al mando de la 1ª Compañía de Aracena perteneciente a la Comandancia de Huelva. Dicha vacante, vista la situación producida, había sido solicitada inmediatamente por el propio interesado, incorporándose el 11 de febrero, según dio cuenta el capitán José Fariñas Sagredo jefe accidental de la misma. Mandaba entonces la comandancia onubense el recién ascendido comandante Manuel Cuadrado Díez, tras ser destinado días antes el comandante Gregorio Haro Lumbreras a la Comandancia de Zaragoza. El teniente coronel jefe de la de Huelva, Julio Orts Flor, había sido fusilado por los sublevados el 4 de agosto de 1936 junto al gobernador civil de la provincia, Diego Jiménez Castellano, y el teniente coronel jefe de la Comandancia de Carabineros, Alfonso López Vicencio.

Respecto al teniente Ojanguren, al hacerse cargo del mando accidental de la 2ª Compañía de Algeciras, tuvo que entregar el mando de La Línea de la Concepción y el accidental de la línea de Jimena de la Frontera que con carácter accidental venía desempeñando conjuntamente desde el 19 de octubre de 1936. Dada la falta de oficiales de la Guardia Civil, el 18 de noviembre de 1937 se le agregó el mando accidental de La Línea de la Concepción, para que lo desempeñase conjuntamente con el de la mentada 2ª Compañía. Cesó en este último diez días después, cuando se incorporó un nuevo capitán.

Éste se trataba de Eduardo Comas Añino, procedente de la Comandancia de Marruecos y nacido en Sevilla el 16 de junio de 1902. Por su parte, Ojanguren, con motivo de ser comisionado su jefe, volvería a repetir nuevamente el mando accidental de la 2ª Compañía de Algeciras entre el 13 de agosto de 1938 y el 29 de diciembre siguiente.

Ojanguren, tras diversas vicisitudes, entre las que cabe destacar la comisión de servicio en las provincias de Barcelona y Murcia, como jefe de la 3ª Sección de la 7ª Compañía Expedicionaria de la Guardia Civil, unidad encuadrada en el Cuerpo de Ejército Marroquí, formada íntegramente por componentes de la Comandancia de Cádiz, volvería el 8 de julio de 1939 a hacerse cargo otra vez del mando accidental de la mentada 2ª Compañía de Algeciras, junto al titular de la Línea de la Concepción.

La reorganización en la posguerra civil (II)

 

  • Finalizada la contienda, el teniente coronel Vicente González continuó al frente de la Comandancia de Cádiz, que aún seguía teniendo por demarcación toda la provincia

José Rodríguez Guillén y Odón Ojanguren Alonso, jefes de línea de la Guardia Civil en Tarifa y San Roque en 1936 (Álbumes Academia Infantería 1920 y 1923).

José Rodríguez Guillén y Odón Ojanguren Alonso, jefes de línea de la Guardia Civil en Tarifa y San Roque en 1936 (Álbumes Academia Infantería 1920 y 1923).

El teniente Odón Óscar Ojanguren Alonso nació el 10 de septiembre de 1907 en la localidad asturiana de Trubia. Fue jefe de la línea (sección) de la Guardia Civil de San Roque desde abril de 1935, procedente de la Comandancia de Huesca, hasta principio del mes de septiembre de 1936, que pasó destinado a la de La Línea de la Concepción. Pertenecía a la promoción de 1923 de la Academia de Infantería de Toledo.

Tras marchar de San Roque se quedó en dicha localidad, como más caracterizado del benemérito Instituto, el brigada Juan Colodrero Vergara, que era el comandante de puesto. El 24 de abril de 1937 fue ascendido al empleo de alférez, agregándosele provisionalmente, “para revistas y demás incidencias del servicio”, por orden del jefe del 16º Tercio, la línea de San Roque. Permaneció en esta situación hasta el 13 de junio siguiente. Seguidamente fue destinado a la Comandancia de Málaga, donde se le adjudicó por el jefe de la misma, el mando de la línea de Huelin.

Nueve días después de la ocupación de Ronda, acaecida el 16 de septiembre de 1936, por columnas de las fuerzas sublevadas bajo el mando del general de brigada José Enrique Varela Iglesias, se había dispuesto por el jefe del Ejército del Sur, general de división Gonzalo Queipo de Llano Sierra: “Que todos los puestos de la Guardia Civil de la provincia de Málaga ocupados y que en lo sucesivo se ocupen, dependan para todos los efectos de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, cuyo Jefe, Teniente Coronel Don Vicente González, desempeñará también, sin perjuicio del mando de ésta, el del 16º Tercio, cuya cabecera queda establecida provisionalmente en Cádiz”.

Hasta el inicio de la guerra civil, la cabecera de dicha unidad estaba ubicada en la capital malagueña. Se encontraba a su frente el coronel Fulgencio Gómez Carrión, el cual, al igual que había sucedido el 16 de agosto de 1936 con el teniente coronel Aquilino Porras Rodríguez, jefe de la Comandancia de Málaga y otros componentes de la misma, fue fusilado el 20 de septiembre siguiente, acusado de sumarse al alzamiento militar.

Tras ser ocupada Málaga el 8 de febrero de 1937 por las columnas de las fuerzas sublevadas, con el apoyo italiano del Corpo di Truppe Volontaire, el teniente coronel González, participó por escrito al inspector general del Cuerpo: “Habiendo tenido entrada durante el día de ayer en esta Capital las fuerzas del glorioso Ejército Nacional al que tuve el honor de acompañar; con esta fecha me hago cargo como Jefe de este 16º Tercio de la Guardia Civil, y dispongo que el Comandante Don José Enríquez Ramírez, al que nombro primer Jefe de la Comandancia de Málaga, proceda a la reorganización de la misma con arreglo a la plantilla que tuviera antes del movimiento, en cuanto a Unidades, personal y armamento, así como las dependencias Administrativas de la misma”.

El 21 de agosto siguiente, el teniente coronel González cesó en el mando accidental del 16º Tercio, por haber sido destinado a ejercer su jefatura en Málaga, el coronel Antonio Alvarez-Ossorio Barrientos. Éste, al inicio de la sublevación militar, estaba destinado en Palma de Mallorca como teniente coronel jefe de la Comandancia de Baleares.

Entre tanto, Ojanguren había ocupado el 1º de septiembre de 1936 la vacante dejada en La Línea de la Concepción por el teniente Valeriano Silva Franco, quien había resultado herido grave en combate el 13 de agosto anterior, en la zona comprendida entre Guadiaro y Tesorillo. Formaba parte, “como práctico del terreno”, de la vanguardia de una columna de operaciones del Tercer Tábor del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Larache núm. 4, mandada por el comandante de Infantería Enrique Rodríguez de la Herrán. El teniente Silva falleció doce días después.

Dada la falta de oficiales, el teniente Ojanguren tuvo agregada la línea de San Roque hasta el 19 de octubre de 1936, fecha en que pasó a depender de la línea de la Guardia Civil de Tarifa. Ésta estaba mandada desde julio de 1934 por el teniente José Rodríguez Guillén. Nacido el 2 de septiembre de 1900 en la población malagueña de Ronda, procedía también del Arma de Infantería, perteneciendo a la promoción de 1920 de la Academia de Toledo. Ascendido a capitán el 18 de enero de 1937, fue destinado seguidamente a la Comandancia de Oviedo.

Hay que significar que el teniente Ojanguren, al contrario de lo que le sucedió a su capitán, Antonio Vázquez Vergara, jefe de la 2ª Compañía (Algeciras) de la Comandancia de Cádiz, mantuvo mejor relación con el entonces gobernador militar del Campo de Gibraltar, coronel de Infantería Francisco de Borbón y de la Torre.

De hecho, éste, tras solicitar el cese del capitán Vázquez, quien terminó pidiendo destino voluntario a la Comandancia de Huelva, propuso, esta vez directamente, al general de brigada de Infantería Marcial Barro García, inspector general de la Guardia Civil, con residencia en Valladolid, que habilitase para el empleo inmediato superior al teniente Ojanguren, jefe accidental de la compañía citada.

En su escrito, fechado el 7 de septiembre de 1937, expuso primero que, “dicho oficial ha prestado y presta relevantes servicios a nuestra Santa Causa desde el primer día del Glorioso Movimiento, siendo de especial mención la heroica defensa de la Casa-Cuartel de la Guardia Civil de San Roque, por cuyo motivo fue felicitadísimo por sus Superiores y dio origen a que la Comisión Gestora de dicha plaza acordara por unanimidad poner el nombre a una calle de la citada Ciudad”.

Seguidamente, el gobernador militar lo puso en valor como jefe accidental de dicha compañía, ya que, “como conocedor del Campo de Gibraltar, ha desempeñado importantísimos y valiosos servicios, siendo en todo momento un eficaz colaborador del mando, demostrando sus relevantes dotes”. El coronel Borbón también reconoció que había prestado “muy buenos servicios” en la Sección del Servicio de Información Militar (S.I.M.) del gobierno militar.

Sin embargo, el general Barro le contestó ocho días mas tarde que, “el mando accidental de la Compañía de Algeciras que desempeña, no impone tal medida, ya que en la actualidad son muchos los Tenientes y aún Alféreces que vienen ejerciendo accidentalmente el mando de Unidad en este Instituto, y, por otra parte, que la habilitación para empleos superiores, según lo dispuesto ha de hacerse por necesidades de guerra”. Hasta el 19 de octubre de 1939 no ascendería, por antigüedad, al empleo de capitán, siendo seguidamente destinado a la Comandancia de Castellón.

Finalizada la contienda, el teniente coronel Vicente González continuó al frente de la Comandancia de Cádiz, que aún seguía teniendo por demarcación toda la provincia. El 23 de diciembre de 1938 se había hecho cargo, “con carácter provisional”, del mando y despacho, desde Cádiz, del 16º Tercio, al haber sido destinado el coronel Alvarez-Ossorio a mandar el 8º Tercio (Granada). Cesó el 3 de febrero de 1939 al incorporarse el coronel Jaime Obrador Casanovas, procedente del referido 8º Tercio, si bien éste apenas estuvo destinado dos meses ya que a fin de marzo siguiente se le otorgó el mando del 7º Tercio (Zaragoza).

 

FUENTE:

https://www.europasur.es/san_roque/reordenacion-posguerra-civil_0_1818118324.html

https://www.europasur.es/san_roque/reorganizacion-posguerra-civil_0_1814219082.html