Ya hemos visto en varias ocasiones que la cartografía era tan apreciada en la Edad Moderna que los reyes utilizaban portulanos y cartas náuticas como regalo o para adornar sus suntuosos palacios. Detrás del atlas que hoy mostramos se esconde una historia: la reina católica inglesa María I (1554-1558) lo encargó como regalo para su marido, el todopoderoso rey español Felipe II, meses después de su matrimonio, pero parece que no llegaron a verlo terminado ninguno de los dos.
En su realización se puede ver el progreso de los marinos portugueses, que desde 1415 habían navegado por la costa occidental de África, en busca de especias y esclavos. Un siglo después llegaron a Brasil e India. Y estos mapas proporcionan algunas de las descripciones más precisas de estas regiones (evidentemente según lo que en ese momento se conocía).
El autor
Diogo Homem (1521–1576) era miembro de una prolífica familia portuguesa de cartógrafos, cuyas habilidades y conocimientos fueron ampliamente reconocidos. Tuvo que huir de su tierra natal porque fue acusado de formar parte de la confabulación para llevar a cabo un asesinato. Primero fue a Londres y posteriormente a Venecia.
Es el cartógrafo portugués de quien se conservan más trabajos, y cuya producción conocida está situada entre los años 1557 y 1576. Las etapas creativas por las que pasó están recogidas en el artículo de Destombes abajo citado.
El atlas
Parece que Homen trabajó en el atlas desde principios de 1554, pero no lo terminó hasta fines de 1558. Los doce mapas y tablas del atlas están a doble página (abarcan verso y anverso). Vamos a conocer las que se han conservado.
- a) El mapa mundi
El gran mapa del mundo es el más sobrio y técnicamente realizado del conjunto. Lleva su firma y está fechado en el año 1558.
- b) El resto de las cartas
Además el atlas contiene tablas lunares y solares, un mapa zonal circular, mapas del noroeste de Europa y el Mediterráneo, dos de África occidental y oriental, uno de las Indias orientales y tres acerca del norte y el sur de América.
Todas están decoradas y adornadas con el mejor estilo de una carta portulana, con líneas entrecruzadas que irradian de elaboradas rosas de los vientos, señalando puertos y otras localidades costeras. Tiene dibujada la heráldica de los países colonizadores. Igualmente hay ricas ilustraciones de gobernantes locales, sus estandartes, animales (incluso un rinoceronte) y algunas escenas, como un campamento beduino ubicado en el norte de África, todas ellas basadas en el conocimiento que en Europa se tenía de estos lugares.
Los monstruos marinos y los barcos animan el mar abierto. Es poco probable que el propio Diego Homem pintara todos estos detalles, por lo que se cree que se contrataron miniaturistas profesionales para llevar a cabo tales escenas.
Por sus detalles pictóricos y su ornamentación, este atlas se encuentra entre los más grandiosos de su época.
También son destacables las numerosas embarcaciones que dibuja, así como las magníficas rosas de los vientos.
El continente americano
Los mapas de América muestran una asombrosa cantidad de detalles costeros, resultado de los numerosos viajes marítimos transcurridos desde el descubrimiento del Nuevo Mundo en 1492. El nombre del continente varía y se denomina Mundus Novus (Nuevo Mundo), Quarta orbis pars (Cuarto Continente) y también América.
En la región amazónica aparecen el caudaloso río representado como una serpiente, algunos caníbales (“Canibales carnibus umanis”), el campamento del ejército de Pizarro y los gigantes (los patagones) supuestamente vistos por la flota de Magallanes en 1521. En el extremo sur también se representa la tierra firme Incognita y el mítico Gran Continente Sur.
Epílogo
A pesar de todos los esfuerzos, Felipe II nunca recibió el atlas, uno de los mejores ejemplos de la cartografía portuguesa, que además, parece que se terminó después de la muerte de María, en noviembre de 1558.
El mapa del noroeste de Europa tiene una característica singular, el gran escudo que une las armas de Felipe II de España y María de Inglaterra. Sin embargo, se puede ver que las armas del rey español han sido eliminadas airadamente, Parece que cuando la reina María murió, el atlas fue presentado a la nueva monarca, Isabel I, por lo que no es extraño que la reciente reina hiciera, o mandara hacer, este descalabro. Algunos lo ven como un presagio de la posterior batalla del Canal de la Mancha, conocida como la Armada Invencible.
Son escasos las obras que se relacionan con la reina María I y este atlas es una de ellas. Ignoramos el motivo por el que apenas se conoce y sobre todo la causa de que se haya estudiado tan poco.
Existe un ejemplar en la Biblioteca Británica, que está digitalizado y accesible (The Queen Mary Atlas). En el Museo Naval de Madrid hay un atlas de este autor, pero es posterior (Atlas del Mediterráneo atribuido a Diego Homen ca. 1561).
Más información
Atlas de Diego Homen, 1561. Patronato del Mar, Fundación General Mediterránea, 1975. 24 p.
Atlas de Diego Homen, c. 1559. Estudio de L. Martín-Merás. Museo Naval, 2006, 103 p.
DESTOMBES, Marcel. Une carte inédite de Diogo Homem, circa 1566. Revista Universidade de Coimbra, 1970, 24, p. 5-15 .
LOADES, David. The Queen Mary Atlas. Facsimile with commentary by Peter Barber. London: Folio Society, 2005.