El fotógrafo de guerra de los Tercios de España

A Jordi Bru le encantan los días nublados y el sol, cuanto más hereje, mejor. Bien sabe que el de los Países Bajos, con «sombras suaves y tonos con menor saturación», es ideal para revivir a los tercios. Los gustos de este fotógrafo navarro son tan raros como original es el arte que cultiva. Su trabajo consiste en fotografiar recreaciones históricas, para las que no duda en vestirse de época y hasta camuflar su cámara digital, y luego con ese material crea impresionantes composiciones. Un pintor de batallas que mezcla buen ojo, photoshop y rigor en una combinación que permite oler la pólvora y sentir los pies hundidos en el barro.

La editorial Desperta Ferro publica un libro ilustrado con el título de «Los Tercios», donde las composiciones de Bru y los textos de Àlex Claramunt, uno de los mayores expertos en España sobre el periodo, dan un mapa general sobre las tácticas de combate, la forma de vida y los principales hechos de aquellos soldados que, diría uno de sus generales, «fueron tan famosos y temidos en el mundo, los que avasallaron príncipes, los que dominaron naciones, los que conquistaron provincias, los que dieron ley a la mayoría de Europa».

Jordi Bru (Pamplona, 1967) trabajó durante años en prensa y estuvo en Bosnia en plena Guerra de los Balcanes. La huella de la guerra se le quedó de alguna manera marcada en la retina, pues años después trabajando para editoriales del País Vasco y revistas francesas de viajes y cultura se convirtió en un asiduo de las recreaciones de combates de la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Independencia, las guerras carlistas y, por supuesto, las luchas en las que participaron la infantería de los Tercios de España. Al principio era visto como un intruso por los muy canónicos recreacionistas, pero con el paso de los eventos y los años Bru se ha transformado en uno más, otro soldado fuera de época que se mueve entre lanzas propias y extrañas.