A través de diecisiete Cartas he intentado hacer memoria de lo que fue la Transición española basándome en hechos históricos. Aquella Transición la iniciaron las personas que habían servido con lealtad al franquismo y consideraron que era llegada la hora del cambio de un régimen autoritario a otro democrático. El mayor y más claro ejemplo del interés de todos para lograr el cambio fue la actitud coherente y generosa de aquellas Cortes de que se disolvieron para que fuera aprobada aquella Ley para la Reforma Política.
Sin embargo, aquella primera parte de la Transición adoleció de tres errores muy graves que influirían negativamente en el desarrollo de la misma:
– Que, quien en realidad era el “cerebro” de la Transición, Torcuato Fernández Miranda, para ir “de la Ley a la Ley”, fuese apartado de la dirección técnica por Suárez cuando éste, sin saber bien lo que había que hacer, creyó en su personalidad y carisma para enfrentarse a una gigantesca empresa que lo terminó destruyendo.
Enrique Domínguez Martínez-Campos
Nació en Alcalá de Henares, Madrid, el 8 de mayo de 1941. Desde su adolescencia sintió una profunda vocación por la carrera de las armas. A los 18 años ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza y obtuvo el título de Teniente de Infantería en 1963, a los 22 años, alcanzando el diploma de Estado Mayor en 1982.
Ocupó diversos puestos de responsabilidad en el área de la logística militar. En 1992 se hizo cargo del mando del Segundo Tercio de la Legión en Ceuta y pidió voluntariamente el pase a la reserva en 1995.
Colaborador habitual de La Crítica, desde 1995 ha escrito varias monografías y colabora con sus artículos en diversas revistas, civiles y militares.
Es autor de los siguientes títulos: