SANTIAGO APOSTOL, PATRON DE ESPAÑA y del Arma de Caballería.

“¡Santiago y cierra España!”, fue el grito medieval de guerra de los cristianos españoles. Porque en Galicia estaba -y está- el sepulcro del Apóstol; porque su su legendaria intervención en la mítica batalla de Clavijo libró a los cristianos de vergonzosos vasallajes; porque a él acudían los españoles en solicitud de ayuda para su tribulaciones y en especial cuando las furiosas arremetidas sarracenas ponían en peligro su libertad y su supervivencia. Cuando mediaba la Reconquista hizo falta crear estamentos fijos que se encargaran de la defensa de las fronteras, una de las órdenes religioso-militares que, a imitación de lo hecho en Tierra Santa, se instituyeron, fue puesta bajo el nombre y la protección del Hijo del Trueno: la Orden de Caballería de Santiago, cuya fecha de fundación se ignora, aunque se la puede situar hacia 1030, y que fue aprobada por el Santo Padre por la bula de 5 de julio de 1175. Desde aquellos lejanos años el jinete español ha tenido puesta su confianza en el Santo Apóstol. Este sentimiento tomó carácter legal cuando el 20 de julio de 1892 fue declarado Patrón del Arma de Caballería. Ni la  sustitución del caballo por el motor ha enfriado la devoción santiaguista y el 25 de julio sigue siendo la fiesta mayor de nuestra Caballería.

¡Felicidades a todos los españoles por su Patrón y especialmente a nuestros compañeros del Arma de Caballería!