S.M D. Alfonso XIII…. y la manzanilla que no se bebió.

Nuestro asociado el Alférez de Navío, r, D.  Diego Quevedo Carmona, publica en la web «Lealtad al Rey», un  articulo en el que narra un crucero inaugural de los submarinos C-1 y C-2, por las aguas del Cantábrico y la anécdota de las botellas de manzanilla descorchadas en honor  de la inmersión con el Rey D. Alfonso XIII a bordo. ¡¡Una botella se esfumó y esta en…!!

 

S.M. Don Alfonso XIII,…. y la manzanilla que no se bebió

Los submarinos C-1 y C-2, fueron entregados a la Armada en la Base Naval de Cartagena con tan solo 24 horas de diferencia, los días 18 y 19 de julio  respectivamente, ambos de 1928. Un par de días después las dos flamantes unidades, orgullo de los astilleros nacionales, iniciaron un crucero de larga duración hacia aguas del Norte de España, junto con otros cuatro submarinos de la media docena que formaban la serie o clase “B”. Al llegar estos seis submarinos a la altura de las costas gallegas, se les unirían el Isaac Peral de procedencia norteamericana y los otros dos “B´s” que faltaban, ya que estos tres últimos, se encontraban entonces en Ferrol, donde habían atracado días antes tras haber participado en unas maniobras por aquellas aguas. Una vez reunidos los ¡¡ nueve !! submarinos, éstos se dirigieron hacia la cornisa cantábrica, donde recalaron en varios puertos, lugares en los que levantaron la admiración de un pueblo que veía con orgullo como la Armada española estaba resurgiendo de sus cenizas.

Llegada de SS.MM. al puerto de Santander para embarcar en los submarinos.

En uno de ellos, Santander, y aprovechando que entonces veraneaba allí la familia real española, realizaría la escuadrilla una escala especial, ya que el Gobierno tenía interés de que SS.MM. vieran evolucionar a las nuevas unidades de la entonces floreciente Arma Submarina española. Así, el 8 de agosto, Don Alfonso XIII y Dª Victoria Eugenia embarcaron a bordo del C-1, que tras hacer diversas evoluciones se posó en el apacible y arenoso fondo de la ría santanderina, en una profundidad de 29 metros. Una vez posados, el capitán de navío Don Mateo García de los Reyes, jefe de la flotilla, ordenó sacar unas botellas de manzanilla marca “La Goya”, de las afamadas bodegas de don José Delgado y Zulueta, de Sanlúcar de Barrameda, que habían sido embarcadas para la ocasión.

En el centro, Don Juan de Borbón.
Detalle de la etiqueta de la botella de manzanilla.

Si en la parte anterior las botellas llevaban la etiqueta con la inscripción de las bodegas citadas, en la parte posterior llevaban otra etiqueta que representaba al submarino C-1 navegando y la  inscripción siguiente: “Esta manzanilla fue bebida por SS. MM. Los Reyes de España a bordo del Submarino C-1, sumergidos a 29 metros de profundidad en la Bahía de Santander”.

SS.MM. a bordo del Submarino C1. A la izquierda de la imagen, el Jefe de Flotilla, CN don Mateo Garcia de los Reyes.

Descorchadas varias de ellas, SS. MM., el jefe de la flotilla, y el séquito real, brindaron por España y por su Arma Submarina. Una vez consumidas varias botellas (cuya capacidad era de 40 mililítros cada una, y de tamaño relativamente pequeño, tan solo 12,5 centímetros), el C-1 hizo superficie y se dirigió a puerto donde desembarcarían los ilustres visitantes.

 

Hasta aquí, esta historia es más o menos conocida, aunque aún no hemos dicho todo lo que queríamos decir : de todas aquellas botellas de manzanilla que se embarcaron, alguna no se descorchó,… porque alguien debió pensar algo así como “esta me la quedo de recuerdo”, “por una que falte, quien se va a enterar….”, etc., y efectivamente, que sepamos al menos una se perdió,…..

¡¡¡¡ hasta que ha sido hallada !!!!, felizmente recuperada para la historia.

Imagen del submarino protagonista de esta historia, con el séquito a bordo.

Junto a estas imágenes relacionadas con el tema, se acompaña otra de la botella en cuestión, que está aún con su precinto de plomo, sin descorchar, junto con una cinta de Lepanto de las usadas por la dotación de marinería del citado submarino, objetos que pertenecen a la colección particular de objetos relacionados con el Arma Submarina española, de Diego Quevedo Carmona, autor a su vez de este texto.

 

Fuente:

https://www.lealtadalrey.es/archivos/241