Acaban de suceder varias cuestiones importantes que impulsan a Putin a señalar que el flanco noroeste de la Alianza corre peligro, por el refuerzo de las tropas rusas frente a Finlandia, Dinamarca y Polonia en el flanco de la defensa occidental europea, lo que implica a los líderes europeos a intervenir respondiendo al Tratado de la OTAN, que arrastraría a los 32 países ante una amenaza rusa, tal como ha señalado Putin en sus declaraciones estratégicas, aunque fuese en tiempo de elecciones de este fin de semana.

Pero esta situación viene a demostrar que la caída de la defensa ucraniana arrastra el peligro de que afecte a toda la OTAN y por tanto a la Unión Europea. Así, poco a poco, el peligro de una conflagración en nuestro continente es real, y como tal se lo están tomando muy en serio las naciones europeas que apuran la activación de sus industrias de defensa, de tierra, mar y aire, a activarlas con sus producciones de artillería, misiles, buques y aviones listos para el refuerzo de Ucrania, pues en ello va la defensa de toda Europa.