El monumento a los héroes de Baler será una realidad en unos días. El área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid tiene previsto inaugurar la estatua a Los Ultimos de Filipinas a principio de enero, cumpliendo la promesa del Alcalde Martínez –Almeida de homenajear a los militares españoles que, en clara inferioridad numérica, resistieron durante casi un año el asedio del sitio de Baler, en Filipinas, en 1898.
La talla esculpida por el escultor Salvador Amaya tras el diseño del pintor Augusto Ferrer-Dalmau, se asentará en la confluencia de la calle Alberto Aguilera con la Plaza Conde del Valle de Súchil. Iniciativa de la Fundación Museo del Ejército, como reconocimiento a Los Ultimos de Filipinas.
Aunque PP, PSOE y Ciudadanos votaron a favor e impulsaron el homenaje a los héroes de Baler, la decisión final era el anterior equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid, que votó en contra al considerar Ahora Madrid colonialista la instalación de una estatua homenaje a Los Ultimos de Filipinas y nunca atendió la instancia del pleno de la Junta de Chamberí. El Ayuntamiento actual, sin embargo, ha recogido el testigo y el monumento es casi un hecho.
No será la primera estatua de Amaya en la capital, habida cuenta de que la efigie del marino Blas de Lezo en la Plaza de Colon también lleva su firma.
En diciembre de 1898, la firma del Tratado de París entre España y estados Unidos puso fin a la guerra entre ambos países y su puso la cesión de la soberanía de Filipinas a estados Unidos.
El asedio a la posición española en Baler continuó seis meses más, hasta junio del año siguiente, por lo que los sitiados son conocidos como los últimos de Filipinas.
El propio Presidente de la República de Filipinas, general Emilio Aguinaldo, reconoció en su decreto de 30 de junio de 1898 que “aquel puñado de hombres aislados y sin esperanza de auxilio alguno, que habían defendido su bandera por espacio de un año, se habían hecho acreedores a la admiración del mundo por su valor, constancia y heroísmo, realizando una epopeya tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo”. Y ordenó que no fueran considerados como prisioneros y se les facilitara el regreso a España, rindiéndoles honores militares.
Los dos oficiales al mando, el capitán De las Morenas, fallecido durante el asedio y el Teniente Martín Cerezo, fueron recompensados con la Cruz Laureada de San Fernando.
La Fundación Museo del Ejército puso en marcha una campaña de micromercenazgo para financiar el proyecto que logró recaudar más de 60.000 euros.
La elección del distrito de Chamberí no es casual. En la Avenida de Filipinas, en este mismo distrito, cuenta con una estatua dedicada a José Rizal, impulsor de la independencia de este país asiático.
Este es una réplica del que dedicaron en Manila al médico, escritor, poeta y mártir de la independencia del archipiélago, fusilado en Manila.
El conjunto rematado por un obelisco, tiene 15 metros de altura y más de 100 toneladas de peso, y fue instalado en este emplazamiento a finales de 199, cien años después de que Rizal fuera fusilado en Manila por orden del General Polavieja, acusado de traición.
Fuente: www.chamberidigital