El Capitan de Navío, r, Carlos Cordon Scharfhausen, Vocal de Asociados de la Junta Directiva de AEME, publica en la Revista General de Marina, el siguiente articulo sobre la estructura y fines de esta Asociación.
La Asociación Española de Militares Escritores (AEME) fue creada el 3 de julio de 2007 como asociación apolítica e independiente, sin ánimo de lucro, con personalidad jurídica única y con capacidad de obrar al amparo de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del derecho de asociación. 
El objetivo esencial de la AEME es contribuir a divulgar y dar a conocer toda obra escrita y publicada por sus asociados, de cualquier tema profesional, histórico, novela, artículos de opinión, monografías, etc., sin otro requisito que la condición militar del autor, ya sea procedente de los Ejércitos, de la Armada, de los Cuerpos Comunes o de la Guardia Civil, cualquiera que sea su graduación militar (de marinero o soldado a almirante o general) o situación (activo, reserva o retirado), incluidos en este ámbito los reservistas voluntarios y los antiguos miembros de la Milicia Universitaria.
¿Quiénes somos?
Nuestra página web es http://militareses critores.es donde podemos acceder a las siguientes pestañas: Inicio (Noticias y Otras secciones —con Archivo y Directorio de enlaces—), Quiénes somos, Cómo asociarse, Eventos, Asociados, Catálogo de obras y Antiguos militares escritores. Dentro de «Quiénes somos» se explica que la AEME es una entidad de carácter cultural en el campo de la Seguridad y Defensa, sin ánimo de lucro, de ámbito nacional, debidamente registrada en el Ministerio del Interior, y cuyo principal objeto es promover y difundir la obra escrita y publicada de sus asociados. Por tanto, no se trata de una escuela o foro de pensamiento, ni de una fábrica de ideas de un think-tank, tampoco de una mesa de debate. Como se ha indicado, un signo distintivo de la AEME es consignar la obra de los militares escritores asociados que con su esfuerzo, abnegación y rigurosidad han elevado y elevan día tras día el nivel cultural de las FF. AA. españolas y de la Guardia Civil para conocimiento del pueblo español y con el propósito de que su trabajo no quede en el olvido. La aportación cultural de los militares escritores a la denominada Cultura de Defensa es otro de los objetivos de la Asociación, una contribución que se plasma en la obra de todos y cada uno de nuestros asociados, así como en las colaboraciones con otras entidades y organismos con los que tenemos suscritos convenios de colaboración (actualmente 13, destacando, entre otros, los que mantenemos con CESEDEN/IEEE, con ADALEDE, con la Real Liga Naval Española-RLNE, con el Instituto de Historia y Cultura Militar-IHCM y, desde noviembre de 2019, con nuestro Instituto de Historia y Cultura NavalIHCN), o con aquellas otras entidades que nos lo solicitan. Otra actividad reseñable de la Asociación son sus ciclos anuales de conferencias (una al mes), con los temas más diversos, desde aquellos de carácter histórico o militar (incluyendo música militar, anecdotarios, obras pictóricas o escultóricas relacionadas con hechos o personajes militares) a otros de mayor actualidad, así como mesas redondas en las que se tratan asuntos de máximo interés. Todas estas actividades están recogidas en nuestra página web.
Los fines estatuarios de la AEME son:
— Fomentar las actividades literarias y científicas llevadas a cabo por los militares escritores mediante publicaciones individuales o colectivas y encuentros de carácter periódico.
— Potenciar las relaciones culturales entre los miembros de la Asociación y aquellas entidades e instituciones nacionales e internacionales afines.
— Confeccionar una lista de empresas editoriales que faciliten la edición de las obras de los asociados o de la Asociación (obras colectivas).
— Editar un Anuario donde se recojan las actividades realizadas y los nombres y empleos de los asociados (por orden de ingreso).
El órgano soberano de AEME es la Asamblea General, y su órgano de gestión, la Junta Directiva, integrada por un presidente, un vicepresidente, un secretario, un tesorero y un mínimo de tres vocales. En el presente hay seis: de Cultura y Convenios, de Conferencias, de Relaciones Institucionales y Comunicación, de Asociados, de Medios y de Publicaciones. Actualmente el presidente de AEME es el general de división (Retirado) Jesús Argumosa Pila; el vicepresidente, el coronel EA (Reserva) José Tomás Hidalgo, y el secretario/tesorero, el coronel de Infantería (Retirado) Pedro Berzal Fernández. De la Armada estamos dos vocales: el capitán de navío (Retirado) Aurelio Fernández Diz como vocal de Publicaciones, y el que escribe como vocal de Asociados desde enero de 2018.
Ventajas de ser asociado de AEME
Como hemos visto, el fin esencial de AEME es dar a conocer toda obra escrita y publicada de la que sea autor un militar asociado. De hecho, su página web es la única fuente donde puede encontrarse referenciada toda la obra de un asociado. Esto es importante cuando un autor es prolífico o cuando se publica un artículo sobre un tema que nos interesa, por ejemplo en esta misma REVISTA GENERAL DE MARINA (RGM), pero no tenemos su referencia. Por otro lado, recibimos a través del correo electrónico de la Secretaría de la AEME invitaciones para asistir a conferencias o mesas redondas, tanto las organizadas por nosotros como por entidades y organismos con los que tenemos suscritos convenios de colaboración. Algunos de estos colaboradores son de ámbito nacional (por ejemplo, la ya citada RLNE), por lo que las invitaciones son para actos que tienen lugar en diferentes comunidades autónomas. Asimismo, la Secretaría de la AEME publicita las presentaciones de los libros de nuestros asociados y promueve las actividades culturales cuando un asociado es conferenciante o forma parte de una mesa redonda; además, se hace eco de una amplia oferta cultural sobre defensa, seguridad, historia, temas navales y marítimos, etc., circunscrita fundamentalmente a Madrid e incluso en ocasiones a otras que se desarrollan en otras autonomías. A este respecto, debo destacar que el general Argumosa, nuestro presidente, quiere impulsar la organización de actividades de Cultura de Defensa en las distintas autonomías españolas. Para ello, se están nombrando delegados de la AEME en cada comunidad autónoma y, en especial, en el País Vasco y en Cataluña, sin olvidar nombrar delegados en ciudades importantes desde el punto de vista de Defensa, cómo Cádiz, Sevilla, Cartagena o Ferrol.
Otra ventaja para los asociados es la relativa a los premios anuales de AEME, que tienen cuatro categorías:
a) al mejor ensayo, trabajo de investigación, tesis doctoral o monografía;
b) al mejor libro o relato no incluido en la categoría anterior, como pueden ser novelas, narraciones de ficción…;
c) al mejor artículo publicado;
d) al mejor poema.
Los premios de las categorías a) y b) consisten en un diploma de la Asociación. Además, si el asociado premiado así lo desea, la AEME le propondrá o sugerirá una editorial para la publicación de la obra premiada. Para las categorías c) y d) se otorga un diploma acreditativo y se publica el artículo o poema en la página web de AEME, con la petición para que la obra premiada sea también publicada en las páginas web y medios digitales de las asociaciones y entidades con las que tenemos firmados convenios de colaboración.
Hay que destacar que el premio en la categoría c) del año 2018 fue para el prestigioso asociado capitán de navío (Retirado) José Manuel Gutiérrez de la Cámara Señán, por su artículo «La expansión Naval de la India», publicado en el mes de mayo de 2018 en esta RGM, lo que engrandece y prestigia la categoría de nuestra querida REVISTA. Todos los premios de la AEME se entregan en un mismo acto, al cual la Asociación da la publicidad y relevancia que se merece.
Asociados
A fecha 1 de enero de 2020 el número de asociados es de 318, de los cuales estamos «activos» 200. En cada Anuario se relacionan, por orden alfabético de apellidos, los miembros de la AEME con el número correlativo de ingreso. Los asociados cuyo nombre figura en «negrita» son aquellos que han causado baja por cualquier motivo, incluido el fallecimiento. No obstante, su nombre y datos de su obra escrita permanecen en los archivos y página web de AEME.
En cuanto al empleo militar de los asociados, en un extremo estaría el cabo 1.º GC Javier Corro Pedrero y en el otro el general de Ejército Luis Alejandre Sintes. Además, hay que resaltar que contamos con 14 tenientes generales del Ejército de Tierra. De la Armada, tan solo somos 35 asociados (10,7 por 100 del total), de los que 25 estamos «activos» en AEME, siendo el más moderno el alférez reservista voluntario Alejandro Klecker de Elizalde, y los más antiguos los dos únicos oficiales generales de la Armada «activos» en AEME, el vicealmirante (Retirado) José María Sevilla López y el general de división de Infantería de Marina (Retirado) Juan Chicharro Ortega. Llama la atención que 21 asociados (el 60 por 100 de la Armada) tengamos el empleo de capitán de navío o coronel de Infantería de Marina o de Intendencia de la Armada.
Por lo expuesto anteriormente, y siendo la representación de la Armada tan exigua, queda claro lo difícil que es conseguir que los asuntos marítimos o navales tengan su debido peso, relevancia y visibilidad dentro de las actividades culturales de Seguridad y Defensa promovidas por AEME. Para revertir esta situación sería preciso aumentar el número de asociados de la Armada, para lo cual es necesario analizar cuáles son las percepciones o motivaciones para ser miembro de la Asociación que tenemos los marinos de guerra y en qué difieren estas de las de nuestros compañeros de los Ejércitos, Cuerpos Comunes o de la Guardia Civil.
Antes de entrar en el análisis sobre la forma de potenciar la posible afiliación de miembros de la Armada, es de justicia resaltar, pese a ser pocos proporcionalmente, la calidad y excelencia de algunos de los asociados de la Armada —la gran mayoría habituales colaboradores de esta RGM y con mucho prestigio—, como son el capitán de navío (Retirado) José María Blanco Núñez, académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y académico de número de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares (ACAMI); el capitán de navío (Retirado) Marcelino González Fernández, también académico de número de la ACAMI y, además, vicepresidente de la RLNE; el capitán de navío (Retirado) Aurelio Fernández Diz; el ya citado capitán de navío (Retirado) José Manuel de la Cámara Señán; el capitán de navío (Retirado) Mariano Juan y Ferragut, antiguo director de la RGM y mi antecesor en el cargo como vocal de asociados de AEME, o el añorado coronel de Intendencia (Retirado) José Curt Martínez, fallecido hace pocos meses y que nos ha dejado huérfanos de sus maravillosos relatos de biología marina en nuestra RGM. Por supuesto, también hay en otros empleos ilustres asociados, como el capitán de fragata Federico Aznar Fernández-Montesinos, también académico de número de ACAMI, o el alférez de navío (Retirado) Diego Quevedo Carmona, el mayor experto que hay sobre la figura del teniente de navío Isaac Peral y Caballero y su submarino Peral.
¿Por qué no se asocia a la AEME la gente de la Armada que escribe?
Como he indicado anteriormente, llevo dos años en el cargo de vocal y desde el principio me puse como meta aumentar el peso de la Armada en la AEME. Siempre me ha gustado mucho el mundo académico relacionado con los temas de Seguridad, Defensa, Inteligencia o Liderazgo, en especial desde que en 2011 estuve al frente del Departamento de Investigación de la Escuela de Altos Estudios de la Defensa (EALEDE) del CESEDEN. Un mundo académico al que ahora, en mi condición de Retirado, puedo dedicarme de lleno y asistir a todo tipo de coloquios, seminarios, mesas redondas, etc. De igual forma, imparto conferencias sobre habilidades directivas (Liderazgo) y organizativas en los cursos de ascenso a capitán de corbeta/comandante de la Escuela de Guerra Naval y en un Máster de Inteligencia y Seguridad en la Empresa (MISE) de la Fundación Borredá y la Universidad Francisco de Vitoria, y también procuro ser un miembro activo de nuestro Foro de Pensamiento Naval. Gracias a estar jubilado y ser ahora dueño de mi tiempo, procuro mantener el contacto con viejos amigos y compañeros no solo de la Armada, sino también de los Ejércitos de Tierra y Aire y de los Cuerpos Comunes, pues desde que en 2005 pasé destinado al CIFAS como jefe de la Sección de Análisis y Evaluación, todos mis destinos hasta mi pase a Retiro por edad en diciembre de 2017 han sido dependientes del EMAD o de la DIGEREM.
En mis clases de Liderazgo siempre digo que he constatado, después de 12 años de convivir «conjuntamente», que los marinos de guerra somos militares con comportamientos, motivaciones y percepciones diferentes del resto de nuestros compañeros de las FF. AA., pues la mar imprime carácter por sus riesgos y peligros, por la convivencia forzada dentro de nuestros buques, pero reglada y facilitada por nuestros usos y costumbres, y por las ausencias prolongadas del hogar. A mis colegas de los Ejércitos y la Guardia Civil les suelo decir un aforismo que he oído en la Armada desde hace muchos años y que yo he interiorizado: «Hay tres formas de hacer las cosas: bien, mal, o como en la Armada». Por eso estoy seguro de que no somos mejores o peores, pero sí diferentes. Nuestros compañeros del Ejército de Tierra, con independencia de su empleo y dado que su número es muy elevado en relación con los de la Armada, son muy proclives a escribir artículos para todo tipo de revistas y, por supuesto, procuran que la Revista Ejército se los publique como una forma de darse a conocer.
En la Armada, casi todos los que hemos empezado a escribir ha sido con artículos para la RGM por ¿orden, petición, sugerencia? de nuestros jefes. En mi caso, siendo comandante del submarino Galerna, escribí «Submarinos. Estrategias y misiones. Amenazas. Los sensores y las armas», que fue publicado en la RGM de agosto-septiembre 1993. Fue mi «bautizo» como «escribidor». Animado por la experiencia de «romper el fuego» narrativo, el siguiente para la RGM ya fue una decisión personal, porque quería contar cómo era la vida a bordo de un submarino; se titulaba «La patrulla» y se publicó en marzo de 1994, por el que recibí varias cartas de algunos compañeros de submarinos animándome a seguir escribiendo. De junio de 1999 a junio del 2001 tuve el privilegio de ser el comandante del buque de investigación oceanográfica Hespérides, mando singular por sus actividades y campañas científicas antárticas, que me marcó de forma indeleble. En consecuencia, tenía muchísimas experiencias que quería relatar antes de que las borrase la memoria, al tiempo que aspiraba a divulgar la labor callada y sacrificada de los 59 miembros de la dotación del Hespérides en beneficio de la ciencia. En diciembre del año 2000 el Ministerio de Defensa me publicó el libro Diario de un Viaje a la Antártida (Hespérides, 19992000). Asimismo, la RGM se hizo eco de los siguientes artículos: «Investigación hidrográfica y oceanográfica de la ZEEE…», en diciembre 2000; «La Antártida, el templo del hielo», en junio 2001, y «Peligros en la Antártida. Una visión de pingüino», en octubre 2001. Todo ello me llevó a impartir conferencias en varias universidades españolas (Universidad de Cádiz, Universidad de Vigo, Universidad Pontificia Comillas, Universidad Complutense de Madrid y otras), y asimismo publiqué el artículo «El Hespérides y la aportación de la Armada a la investigación científica» en la revista Arbor del CSIC en octubre de 2002.
Cuando he tratado de convencer a mis amigos y compañeros de la Armada de que se inscribiesen en la AEME, casi todos se excusan con que ellos no se consideran «escritores», cosa que nunca he oído a mis compañeros del Ejército de Tierra, del Aire o de la Guardia Civil. Escritor es, según la RAE, 1. «Persona que escribe». 2. «Autor de obras escritas o impresas». De los sinónimos de escritor, a mi juicio, los más cercanos a la definición de la RAE son autor, narrador, ensayista o prosista.
Desde un punto de vista subjetivo, parece que para la mayoría de la gente de la Armada la palabra «escritor» nos trae a la memoria las grandes plumas de nuestra lengua que han sido militares, como Cervantes, quien por cierto encabeza la lista de Asociados de Honor de la AEME. Creo que nuestros compañeros de los Ejércitos de Tierra y Aire lo entienden como la define el Diccionario, una persona que escribe para narrar algo que estima pueda ser de interés para otras personas. Quizás me haya extendido en exceso en contar en este artículo cómo llegué a ser «escritor» sin darme cuenta, y por supuesto sigo considerándome un mero escribidor. Todo lo que he narrado hasta el día de hoy es porque quería contar mis experiencias o hacer llegar ideas sobre temas que me apasionan, por ejemplo el Liderazgo, y que pudieran resultar de interés.
También escribir es una forma de devolver a la sociedad parte de las experiencias y conocimientos que he adquirido a lo largo de la profesión de marino de guerra, que he disfrutado enormemente desde que ingresé en la Escuela Naval hasta el último día en que pasé a la situación de Retirado. Me considero la persona más privilegiada del mundo, no solo por los destinos que tuve, sino también por la cantidad y calidad humana de mis jefes, compañeros y colaboradores; de todos ellos he aprendido y a todos ellos considero mis amigos.
Conclusiones
Como se ha indicado anteriormente, ser asociado de la AEME tiene muchas ventajas, y sinceramente no veo ningún inconveniente en afiliarse, ni siquiera estando en situación de Retirado, ya que la cuota anual es de tan solo 30 euros. La Armada actualmente solo tiene el 10,7 por 100 de asociados en la AEME. Para conseguir que los asuntos marítimos o navales tengan su debido peso, relevancia y visibilidad dentro de las actividades culturales de Seguridad y Defensa promovidas por AEME, es necesario aumentar el número de asociados de la Armada. Asociarse es muy fácil. Basta con entrar en la página web de la AEME ww.militaresescritores.es), pinchar la pestaña «Cómo asociarse» y seguir las instrucciones para cumplimentar el formulario de solicitud de inscripción y el de relación de obras
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