La reorganización del Cuerpo de Carabineros en la posguerra civil (XXII y XXIII)

El autor es nuestro asociado y Delegado para Andalucía de AEME el coronel de la Guardia Civil Jesús N. Núñez Calvo, doctor en Historia. Por el interés histórico reciente de estas narraciones, esta web publicará los capítulos que aparezcan en el diario EUROPASUR. El siguiente  corresponde  a los capítulos XXII y XX III  de la “Reorganización en la posguerra civil”  del Cuerpo de Carabineros.

La reorganización en la posguerra civil (XXII)

 

  • El Cuerpo, entonces casi centenario, comenzó en marzo de 1940 una nueva andadura mucho más reforzado
  • En aquel año se creó una nueva Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras si bien era muy distinta a la hoy conocida

Una vez publicada la nueva ley de 15 de marzo de 1940 por la que se reorganizaba “el benemérito Cuerpo de la Guardia Civil”, comenzó un periodo de adaptación a la nueva estructura establecida. Por una parte, era el final de un Cuerpo glorioso, como era el de Carabineros, creado en 1829, reafirmado en 1842 y fruto de numerosas reorganizaciones que daba su punto final en el referido 1940. Y por otra parte comenzaba una nueva andadura, mucho mas reforzado, el Cuerpo de la Guardia Civil.

Ahora, es bien cierto que solo se ve una única benemérita Institución de la Guardia Civil, pero entonces, hace más de ochenta años, y siéndose sincero, fue un camino muy difícil el tomado, aunque no deja de tener su singular y efectivo mérito. Resultaba que un Cuerpo que era casi centenario, como era el rebautizado como la Benemérita, nacido bajo real decreto de un 28 de marzo de 1844 y puesto definitivamente en marcha por otro real decreto de 13 de mayo siguiente, era quien definitivamente ponía el 15 de marzo de 1940 el nuevo modelo de seguridad pública a seguir.

La Policía gubernativa, de paisano y uniformada, inmersa todavía en una complicada y muy difícil situación, no saldría adelante hasta 1941, que publicaría una nueva ley en que tendría que cambiar incluso el nombre a los dos Cuerpos que la formarían, dando lugar respectivamente al Cuerpo General de Policía y a la Policía Armada y de Tráfico.

Atrás había quedado el modelo creado por real decreto de 9 de marzo de 1829, llamado “Cuerpo de Carabineros de costas y fronteras para impedir el contrabando”. Comenzó a publicarse poco a poco en la Gaceta de Madrid, iniciándose el 31 de marzo de 1829 y finalizándose el 7 de mayo con un total de 169 artículos. En dicho año, su organización y dependencia del Ministerio de la Guerra, tal y como se precisaba por ejemplo en el escalafón correspondiente al año 1853, “en todo lo que no tuviera relación con su servicio especial y percibo de sueldos, haberes y gratificaciones, la constituyó en un cuerpo enteramente militar”.

Estaba dirigido por un oficial general del Ejército, al cual pertenecían por derecho propio sus integrantes. De facto, se hacía constar en dicha fecha que todo ello se había hecho en 1829, “con los goces y penas que establecían los reglamentos y ordenanzas, la opción a retiros y recompensas, y el derecho a los beneficios del Monte-pío”.

Por otra parte, es importante significar que sus miembros estaban exentos del servicio personal de quintas, en virtud de una real orden de 13 de agosto de 1830, y que inicialmente, por no profundizarse más, se consignaron las clases, fuerza y situación de las 13 comandancias que inicialmente lo componían: 1ª Cataluña, 2ª Aragón, 3ª Navarra, 4ª Alto Ebro, 5ª Asturias, 6ª Galicia, 7ª Zamora, 8ª Extremadura, 9ª Sevilla, 10ª Cádiz, 11ª Málaga, 12ª Valencia y Murcia, y 13ª (aunque sin anotarse con tal denominación esta última) Especial y Baleares.

Realmente en todas esas denominaciones y clasificaciones se hacía constar, por empleos y todo detalle, la cantidad de efectivos que correspondía a cada unidad tipo Comandancia en 1829. En el caso de la provincia de Cádiz, por no alargar la cuestión, era inicialmente de 2 jefes (primero y segundo), 26 oficiales (3 capitanes, 1 teniente comandante de compañía, 11 tenientes y 11 subtenientes), 616 hombres de Infantería de Línea (77 sargentos, 77 cabos y 462 carabineros), 72 hombres de Infantería Ligera (9 sargentos, 9 cabos y 54 carabineros) y 72 hombres de Caballería (9 sargentos, 9 cabos y 54 carabineros).

Según la tabla entonces publicada, daba, sin contar los oficiales, un total de 764 clases y tropa, si bien su número real cuantificado finalmente era de 760. En todas las cuantificaciones de las plantillas de las diferentes Comandancias se notaban diferencias parecidas o similares y siempre por una escasa menor cuantía. Tal vez fuera, aunque no se hacía mención expresa a ellos, a la cantidad sufragada para el concepto de plazas de gracia y huérfanos. El número de caballos, asignados a la Comandancia de Cádiz e incluidos los de los jefes y oficiales, hacía un total de 104.

En total, a nivel nacional, la plantilla de esas 13 Comandancias, estaba integrada por 8.529 hombres de Carabineros: 24 jefes (12 primeros y 12 segundos), 297 oficiales (40 capitanes, 13 tenientes con mando de compañía,116 tenientes y 128 subtenientes), 6.448 hombres de Infantería de Línea (806 sargentos, 806 cabos y 4.836 carabineros), 1.160 hombres de Infantería Ligera (145 sargentos, 145 cabos y 870 carabineros), y 600 hombres de Caballería (75 sargentos, 75 cabos y 450 carabineros). Aunque el número total de clases y hombres de carabineros, no oficiales por lo tanto, era de 52 más, es decir, 8.260 además de los 975 caballos, incluidos los asignados a los jefes y oficiales.

Al publicarse en los primeros años el cuadro nacional de unidades, se significaba que cada brigada de infantería y caballería, hasta su denominación final como puestos, se componía cada una de ellas de un sargento que tenía la consideración de 1º del Ejército, de un cabo que la tenía de sargento 2º, y de 6 carabineros que la disfrutaban de cabos primeros.

Aparte se contemplaba en el ámbito nacional del resguardo de puertos, otros 700 hombres empleados, de los que 80 eran patrones de embarcaciones y 620 eran marineros y artilleros. Inicialmente no eran todavía carabineros de mar.

A ello hay que añadir una correspondencia temporal y era que por real orden de 14 de mayo de 1833, se suprimió la Comandancia de las Islas Baleares, amalgamándose su fuerza en la 10ª Comandancia de Cádiz, en que fue alta en la revista de septiembre de dicho año.

El 1º de enero de 1853, como ejemplo, cuando salió publicado el correspondiente escalafón anual, la todavía Comandancia entera de Cádiz, sin contar los oficiales, tenía 5 compañías y 23 secciones con 580 hombres de infantería (5 sargentos 1º, 23 sargentos 2º, 23 cabos 1º, 46 cabos 2º y 483 carabineros), así como 2 compañías y 7 secciones de caballería con 140 efectivos (2 sargentos 1º, 5 sargentos 2º, 7 cabos 1º, 7 cabos 2º y 119 carabineros), y 133 de mar (15 cabos y 118 carabineros).

Cádiz fue siempre una provincia muy complicada en materia aduanera y muy especialmente en lo que se refiere a la lucha contra el contrabando. Cuando por reales ordenes de 10 y 28 de enero de 1878, se creó la Comandancia de Carabineros de Algeciras, desgajándola territorialmente de la de Cádiz, y pasándola a lo que entonces se entendía por el Campo de Gibraltar, fue realmente una necesidad que llevaba años esperándose y reclamándose. Sobre lo que sucedió entonces ya se escribió en sucesivos capítulos al respecto y sería conveniente repasar la evolución que desde entonces fue teniendo el Cuerpo de Carabineros y sus vicisitudes más llamativas hasta llegar a marzo de 1940.

En dicho año se creó una nueva Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras si bien era muy distinta a la hoy conocida.

La reorganización en la posguerra civil (XXIII)

 

  • Las dos comandancias de la provincia gaditana, dependiente cada una de una zona diferente, sumaban teóricamente el 2 de noviembre de 1935 un total de 1.503 efectivos

Placa donada por la Guardia Civil al monumento dedicado al Cuerpo de Carabineros en El Escorial (Madrid).

Placa donada por la Guardia Civil al monumento dedicado al Cuerpo de Carabineros en El Escorial (Madrid).

 

Cuando comenzó el proceso de integración del Cuerpo de Carabineros en la Guardia Civil y éste Cuerpo, a su vez, no sólo continuó como la principal Institución de seguridad pública de 1940, sino que se vio multiplicada y favorecida en sus nuevas funciones. No fue inicialmente algo precisamente fácil para nadie.

El Cuerpo de Carabineros tenía al comienzo de marzo de 1940, sobre el papel, justo una decena de zonas mandadas por coroneles y una veintena de comandancias mandadas por tenientes coroneles. Ello era fruto de la última reorganización que se firmó el 2 de noviembre de 1935 y que fue publicada en la Gaceta de Madrid, número 309, de 5 de noviembre siguiente.

Fue un cambio importante respecto a lo que había existido hasta entonces, suprimiéndose la fuerza de caballería que pasó a convertirse en fuerza de infantería y disminuyendo el número total de unidades, ya que se redujeron hasta 13 comandancias, si bien se crearon algunas nuevas y se mantuvo, más o menos, el resto. Por otra parte, significar que quedó prohibido el reingreso, considerándose que la baja en el Cuerpo de Carabineros, por cualquier causa voluntaria o forzosa, sería siempre definitiva.

En resumen, lo que quedó a partir de entonces, conforme las instrucciones dictadas para llevar a efecto la reorganización, fue la 1ª Zona de Barcelona, con la 1ª Comandancia de Barcelona-Tarragona y la 2ª de Gerona (Figueras-Ripoll); la 2ª Zona de Valencia, con la 3ª Comandancia de Huesca-Lérida y la 4ª de Valencia-Castellón; la 3ª Zona de Alicante, con la 5ª Comandancia de Baleares y la 6ª de Alicante; la 4ª Zona de Almería, con la 7ª Comandancia de Murcia y la 8ª de Almería-Granada; la 5ª Zona de Málaga, con la 9ª Comandancia de Málaga-Estepona y la 10ª de Algeciras; la 6ª Zona de Sevilla, con la 11ª Comandancia de Cádiz y la 12ª de Sevilla-Huelva; la 7ª Zona de Salamanca, con la 13ª Comandancia de Badajoz y la 14ª de Salamanca-Cáceres; la 8ª Zona de Madrid, con la 15ª Comandancia de Madrid e Interior (constituida esta última parte por las provincias de Zaragoza, Teruel, Logroño, Álava, León, Córdoba, Jaén y el puesto de Miranda de Ebro de la provincia de Burgos) y 16ª de Zamora-Orense; la 9ª Zona de Coruña, con la 17ª Comandancia de Coruña-Pontevedra y la 18ª de Asturias-Lugo-Santander; y la 10ª Zona de San Sebastián, con la 19ª Comandancia de Guipúzcoa-Vizcaya y la 20ª de Navarra.

Las dos comandancias de la provincia gaditana, dependiente cada una de una zona diferente, sumaban teóricamente el 2 de noviembre de 1935 un total de 1.503 efectivos. La 9ª Comandancia de Algeciras con un total teórico de 834 efectivos (1 teniente coronel, 1 comandante, 6 capitanes, 13 tenientes, 7 alféreces, 1 subteniente de infantería, 53 brigadas y sargentos de infantería, 45 cabos de infantería, 18 cornetas de infantería, 41 carabineros de 1ª clase de infantería, 608 carabineros de 2ª clase de infantería, 2 brigadas o sargentos de Mar, 1 carabinero de 1ª clase de Mar, 21 carabineros de 2ª clase de Mar y 16 matronas de 2ª clase), y la 10ª Comandancia de Cádiz con un total teórico de 669 efectivos (1 teniente coronel, 1 comandante, 5 capitanes, 11 tenientes, 8 alféreces, 1 subteniente de infantería, 51 brigadas y sargentos de infantería, 33 cabos de infantería, 18 cornetas de infantería, 44 carabineros de 1ª clase de infantería, 451 carabineros de 2ª clase de infantería, 1 subteniente de Mar, 2 brigadas o sargentos de Mar, 3 cabos de Mar, 4 carabineros de 1ª clase de Mar, 34 carabineros de 2ª clase de Mar y 1 matrona de 2ª clase).

En el siguiente capítulo veremos que fue de ambas plantillas y lo que realmente quedó y pasó de Carabineros a las Comandancias de la Guardia Civil de Cádiz y de Algeciras. A este respecto hay que significar que hubo un primer proceso de unos tres años aproximadamente en que llegaron a convivir dentro de la provincia gaditana dos cabeceras de tercio y tres comandancias diferentes.

Por otra parte, el 15 de junio de 1936, el entonces teniente coronel jefe de la Comandancia de Cádiz Vicente González García había elevado la siguiente plantilla de 704 efectivos para toda la provincia. Ésta había sido aprobada tres días más tarde por el inspector general de la Guardia Civil, el general de brigada de Caballería Sebastián Pozas Perea, si bien la firma correspondía al coronel de la Guardia Civil Gonzalo Delgado García, jefe de la Secretaría Militar de la citada Inspección General: 1 teniente coronel, 2 comandantes, 6 capitanes, 10 tenientes, 10 alféreces, 22 brigadas, 25 sargentos, 27 cabos de infantería, 6 cornetas de infantería, 46 guardias de 1ª clase de infantería, 377 guardias de infantería de 2ª clase, 17 cabos de caballería, 5 trompetas de caballería, 7 guardias de 1ª clase de caballería y 143 guardias de 2ª clase de caballería. Respecto a los caballos, la plantilla que se ofrecía era de 25 para jefes y oficiales, 15 para suboficiales y 170 para tropa.

Por otra parte, en enero de 1940, la plantilla teórica de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, que contemplaba toda la provincia, y obtenida del informe correspondiente, era la siguiente: 1 teniente coronel, 2 comandantes, 6 capitanes, 20 oficiales subalternos (tenientes y alféreces), 15 brigadas de infantería y 7 de caballería, 17 sargentos de infantería y 8 de caballería, 27 cabos de infantería y 17 de caballería, 6 cornetas de infantería y 5 trompetas de caballería, 46 guardias de 1ª clase de infantería y 7 de caballería, así como 377 guardias de 2ª clase de infantería y 143 de caballería. En total, 675 hombres, es decir, 29 hombres menos de tropa que los inicialmente contemplados a mediados de junio de 1936.

Esa era la teoría, pero sin embargo, la realidad era otra bien diferente y ciertamente penosa. Se habían producido bajas por diferentes causas y todavía no se había determinado personal de nuevo ingreso. En enero de 1940, siendo inspector general del Cuerpo el general de división Eliseo Álvarez-Arenas Romero, bajo el mando del teniente coronel Manuel Márquez González como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, se contaba realmente con 579 efectivos, es decir, 96 hombres menos que los que fijaba entonces la plantilla.

Se disponía realmente de 1 teniente coronel, 1 comandante, 6 capitanes, 15 oficiales subalternos (tenientes y alféreces), 16 brigadas de infantería y 5 de caballería, 16 sargentos de infantería y 6 de caballería, 21 cabos de infantería y 12 de caballería, 8 cornetas y 6 trompetas, 45 guardias de 1ª clase de infantería y 7 de caballería, así como 290 guardias 2º de Infantería y 114 de caballería.

Por otra parte, hay que significar que entonces, de los 25 caballos de remonta de oficiales y 185 de tropa, más 2 de tiro, que tenía en enero de 1940 la plantilla de dicha Comandancia, sólo existían 7 de los primeros y 63 de los segundos, razón por la cual faltaban 18 caballos para los oficiales y 122 caballos para suboficiales y clases de tropa.