El diario EUROPA SUR , publica periódicamente una serie de articulos sobre la “Reorganización de la Guardia Civil”.
La reorganización de la Guardia Civil (XXXV)
El teniente coronel Rodrigo Gayet, nuevo jefe de la Comandancia de Algeciras, se incorporó al mando de la misma el 7 de septiembre de 1955, tras haber sido destinado por una orden del Ministerio del Ejército de 16 de agosto anterior
Cesó en el mando de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras) al ser nombrado por orden del Ministerio del Ejército, de 23 de julio de 1955, Ayudante de Campo del general de división Enrique Pastor Rodríguez, entonces único Subdirector General de la Guardia Civil. No obstante, el teniente general Camilo Alonso Vega, director general del Cuerpo, dispuso en escrito de esa misma fecha que Hermida prosiguiera, “con el mando de dicha Comandancia hasta tanto, no sea destinado a la misma otro Jefe”.
Ello aconteció al ser destinado a la comandancia campogibraltareña, por orden de 16 de agosto siguiente, el recién ascendido teniente coronel Rodrigo Gayet Girbal, también procedente del extinto Cuerpo de Carabineros que había pasado a integrarse en el de la Guardia Civil tras la ley de 15 de marzo de 1940.
Poco después, por otra orden del Ministerio del Ejército, de 28 de noviembre de 1955, el teniente coronel Hermida pasó destinado, “en turno de libre elección”, a la plana mayor del 42º Tercio (Bilbao) que mandaba entonces el coronel Luis García Limón. Allí permaneció también poco tiempo ya que por orden de 23 de abril de 1956, de conformidad con lo dispuesto en la ley de 16 de diciembre de 1954, cuando contaba 57 años de edad, se le concedió el pase al segundo grupo, dejando el servicio activo. Fijó inicialmente su residencia en Los Boliches, una antigua barriada integrada en la población de Fuengirola (Málaga).
Finalmente pasó a la situación militar de retiro, al haber cumplido ya la edad reglamentaria de 62 años, por orden de 13 de octubre de 1960, suscrita por el ministro del Ejército, teniente general Antonio Barroso Sánchez-Guerra. Éste, entre el 1 de abril de 1951 y el 23 de octubre de 1953 había sido gobernador militar del Campo de Gibraltar así como jefe de la División núm. 22. Hay que significar que a Hermida, que fijó su nuevo domicilio en la capital madrileña, se le concedió en dicha resolución el empleo de coronel honorífico, como comprendido en el artículo único de la ley de 20 de diciembre de 1952, correspondiéndole al Consejo Supremo de Justicia Militar el señalamiento del haber pasivo que le correspondiese, previa propuesta reglamentaria.
En la exposición de dicha ley se decía de forma novedosa que, “el estancamiento que se produce en las escalas al final de toda campaña, se ha producido también en la actualidad con motivo de la Guerra de Liberación”. Era por ello que dadas las plantillas existentes tenían que retirarse forzosamente por edad un cierto número de tenientes coroneles que, “a veces, después de más de cuarenta años de servicios efectivos desde su ascenso a oficial, no pueden lograr la natural aspiración profesional, el ascenso al empleo de Coronel, que se considera como remate normal de la vida militar”.
Por lo tanto, “para compensar en parte estos perjuicios y premiar los dilatados servicios de estos Jefes, que han dedicado su vida a la carrera de las Armas, dándoles una satisfacción moral y concediéndoles un modesto beneficio económico, parece adecuado asignarles la pensión correspondiente al empleo de Coronel y el ascenso a este mismo empleo con carácter honorífico”.
Lamentablemente no se adoptó medida similar alguna hasta el restablecimiento democrático acaecido casi tres décadas después, para quienes perteneciendo a las mismas promociones, habían prestado servicio en las filas republicanas durante la guerra civil y habían sido separados del Ejército al finalizar la misma aunque no sufrieran condena alguna. El caso es que conforme la mentada ley de 1952 se concedió el empleo honorífico de coronel y el correspondiente haber pasivo, a los tenientes coroneles que pasasen a la situación de retirados por edad con doce años o más entre los empleos de comandante y teniente coronel en efectivos servicios o con abonos de campaña.
En el caso concreto del coronel honorífico Hermida, ello le fue concedido, sin perjuicio de que en su hoja de servicios había quedado constancia de que le fue computado el descuento de tres meses y veinte días, “por permanencia en zona roja”, desde el 18 de julio al 8 de noviembre de 1936.
Respecto al teniente coronel Rodrigo Gayet, nuevo jefe de la 337ª Comandancia (Algeciras), se incorporó al mando de la misma el 7 de septiembre de 1955, tras haber sido destinado por una orden del Ministerio del Ejército de 16 de agosto anterior.
Había nacido el 13 de noviembre de 1904 en Figueras (Gerona) siendo hijo de Paul Gayet Robert y Julia Girbal Viñas. Por real orden de 20 de diciembre de 1922, tras superar los correspondientes exámenes, se dispuso su ingreso en la Academia de Infantería situada en el alcázar de Toledo, efectuándolo el 3 de enero siguiente. Poco más de dos meses después, el 11 de marzo, “prestó juramento de fidelidad a la Bandera”. Eran tiempos de guerra en el Protectorado de España en Marruecos y casi dos años y medio después, por real orden de 18 de mayo de 1925, fue promovido al empleo de alférez, siendo destinado inmediatamente al Regimiento de Infantería San Quintín núm. 47.
El 5 de junio siguiente se incorporó a su unidad que estaba ubicada en el Castillo de San Fernando, de la plaza de Figueras, donde apenas permaneció medio año, ya que el 2 de diciembre emprendió la marcha por ferrocarril para Barcelona con la compañía expedicionaria mandada por el capitán Ramón Soriano Cardona. Una vez allí embarcó en el vapor “Teide” con rumbo a Melilla, donde llegó dos días después, quedando de servicio de guarnición. El día 7 emprendió la marcha con su unidad en ferrocarril para el campamento de Tarfesit, a donde llegó ese mismo día.
El alférez Gayet pronto tuvo su bautismo de fuego, ya que transcurridos tres días, “fue atacado el campamento por fuerzas enemigas, el cual lo mandaba el Coronel de la 2ª media Brigada de Cazadores D. Ramón Jiménez Castellano, causando bajas en el personal y ganado del mismo, sosteniendo intenso fuego hasta que fueron rechazados”.
A partir de entonces y hasta su regreso a Barcelona desde Melilla, a bordo del vapor Romeu, acaecido el 3 de mayo de 1927 con dicha compañía, mandada entonces por el capitán Camilo Visedo Albors, tuvo el alférez Gayet una activa participación, al igual que la mayor parte de sus compañeros de armas implicados en aquella campaña.
Sirva como botón de muestra la siguiente reseña de 1926 en la posición de Tisi-Ara Norte que consta en su hoja de servicios: “El 6 de febrero fue atacada la posición por numeroso enemigo con fuego de fusilería y morteros siendo rechazados con bajas vistas y felicitado por el Jefe de la posición Teniente de Artillería de la Comandancia de Melilla Don Luis Ferrán Fernández, por su serenidad, elevado espíritu y disciplina en el fuego”.
Iniciada el 17 de julio de 1936 la sublevación militar en Melilla, que se extendió en los días siguientes por todo el territorio nacional, el teniente Rodrigo Gayet Girbal se sumó activamente a la mism
El alférez de Infantería Rodrigo Gayet Girbal, futuro teniente coronel jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), apenas llegado al acuartelamiento de su regimiento, sito en la población gerundense de Figueras, fue destinado voluntariamente por real orden circular de 27 de abril de 1927, al Batallón Cazadores de África núm. 5, de guarnición en la Zona de Ceuta-Tetuán, razón por la cual tuvo que desplazarse nuevamente al continente africano.
El 7 de mayo siguiente se incorporó a dicha unidad, siendo destinado a la 3ª Compañía que entonces estaba establecida en el campamento de Ben-Karrich, pasando seguidamente a la posición de Kudia Tahar, donde quedó prestando servicios de campaña. Por real orden del día 31 de dicho mes fue ascendido al empleo de teniente, continuando en dicho destino. No obstante, apenas permaneció en él ya que por real orden circular de 23 de junio siguiente fue destinado al Tercio, la Legión, “verificando su incorporación con urgencia”, si bien tuvo finalmente que permanecer en su anterior unidad hasta el 5 de julio.
Al día siguiente se incorporó al Tercio en Ceuta, saliendo ese mismo día para Bab-Tazza, a donde llegó el 9 de julio, presentándose en la 16ª Compañía de la IV Bandera donde prestó servicio de campaña en diversas posiciones. Mención especial merece su presencia el 6 de octubre siguiente en el campamento de Riffien, con motivo de la formación y revista pasada por el rey Alfonso XIII al entregarse al Tercio la bandera nacional por la reina Victoria Eugenia de Battenberg.
Continuó prestando servicio de campaña en diferentes posiciones y campamentos hasta que por real orden de 23 de noviembre de 1928 fue destinado al Batallón Montaña Estella núm. 4, de guarnición en la plaza de Granoller (Barcelona), donde se incorporó el 10 de diciembre siguiente, siendo destinado a la “Sección de Obreros y Explosivos de Plana Mayor”.
Comenzó el año 1929 prestando servicio ordinario de guarnición si bien apenas pudo cumplimentarlo ya que por real orden circular de 23 de enero pasó destinado al Regimiento de Infantería San Quintín núm. 47, al que se incorporó el 5 de febrero siguiente en el Castillo de San Fernando, sito en la plaza de Figueras. Allí quedó encuadrado en la compañía de ametralladoras del Primer Batallón de Armas, prestando diferentes servicios.
Por real orden circular de 30 de enero de 1931 pasó destinado al Regimiento de Infantería Badajoz núm. 73, incorporándose el 9 de febrero siguiente a su destino en Barcelona, donde quedó de guarnición. El 14 de abril se proclamó la Segunda República y once días después “prestó solemne promesa de adhesión y fidelidad” al nuevo Régimen, conforme a lo dispuesto en el decreto de fecha 22 de dicho mes que trataba sobre dicho tema.
Seguidamente, como consecuencia del cambio de régimen monárquico al republicano se llevó a cabo una importante reorganización de las unidades del Ejército, siendo disueltas algunas de ellas, modificando otras o cambiando su denominación.
Así, por orden circular de 9 de junio de 1931 pasó a la situación de disponible forzoso en la 4ª Región Militar (Barcelona) y el día 27 siguiente, por otra orden circular, fue destinado al Regimiento de Infantería núm. 10 (antiguo Regimiento de Infantería Badajoz núm. 73), de guarnición en Barcelona. Si bien se incorporó al mismo el 1º de julio siguiente, dos semanas después quedó nuevamente disponible en la 4ª Región Militar, siendo destinado a fin de mes al Regimiento de Infantería núm. 23, creado tras la fusión de los antiguos regimientos de Infantería Valencia núm. 23 y Andalucía núm. 52, de guarnición en Santander, donde se incorporó el 24 de agosto siguiente.
Pero tampoco continuó mucho tiempo en dicha unidad ya que por orden circular de 25 de octubre siguiente fue destinado al Regimiento de Infantería núm. 34, creado tras la fusión de los antiguos regimientos de Infantería Vergara núm. 57 y Alcántara núm. 58, de guarnición en la plaza de Barcelona, incorporándose el día 24 del mes siguiente. Permaneció en dicha unidad hasta que por orden circular del Ministerio de Hacienda de 2 de agosto de 1933, se le concedió el ingreso en el Instituto de Carabineros.
Por orden circular de 5 de septiembre siguiente fue destinado a la Comandancia de Navarra, si bien no se incorporó hasta un mes más tarde al encontrarse disfrutando una prórroga de licencia por enfermedad. El 6 de octubre se presentó en la localidad de Burguete, quedando encuadrado en la 4ª Compañía, “para adquirir las prácticas reglamentarias”. Finalizado dicho periodo y finalizado el permiso de navidades fue destinado el 7 de enero de 1934 a mandar la sección cuya cabecera estaba establecida en la pequeña localidad de Arive, encuadrada en dicha compañía y comandancia.
Con ocasión del periodo revolucionario que surgió diez meses después, principalmente en Asturias y Cataluña pero también en otros puntos de la geografía española, “el 5 de octubre se trasladó a Pamplona para encargarse de una sección de la Compañía concentrada para prestar servicio de orden público en la capital y carreteras de la provincia en el que continuó hasta el 21 de diciembre que cesó y se dedicó al servicio del Instituto”.
Hay que significar, dada su relevancia, que en cumplimiento a lo ordenado en la Circular núm. 39 de la Inspección General de Carabineros, de 19 de mayo de 1935, se unió a su hoja de servicios, la papeleta suscrita por dicho teniente a que se contraía con la declaración dispuesta en el decreto de 19 de julio de 1934, sobre política y prensa. En su artículo 1º se establecía que, “los militares de cualquier clase y jerarquía, …, no podrán pertenecer en ningún concepto ni por motivo alguno, mientras permanezcan en activo, como socios, afiliados o adheridos a ningún centro, partido, agrupación o sociedad que revista carácter político, ni a ninguna organización o entidad de carácter sindical o societario, tenga o no aquella índole; esta prohibición afectará también a los Oficiales generales y particulares en situación de reserva”.
Significar que según Circular de la Inspección General de Carabineros núm. 81, de 2 de noviembre de 1935, al igual que a la entonces Comandancia de Algeciras se le añadió el numeral de 9ª, a la de Navarra se le asignó el de 20ª.
Iniciada el 17 de julio de 1936 la sublevación militar en Melilla, que se extendió en los días siguientes por todo el territorio nacional, con diferente resultado, el teniente Gayet se sumó activamente a la misma. El 2 de agosto siguiente se incorporó a la 6ª Centuria de Falange de Navarra, donde quedó encuadrada fuerza de Carabineros, saliendo cuatro días más tarde para el frente de Guipúzcoa, participando activamente en la toma de varias poblaciones de dicha provincia y alguna de la de Vizcaya.
A partir del 29 de marzo de 1937 pasó a formar parte de la 3ª Bandera de Falange de Navarra en Escoriaza (Guipúzcoa), siendo agregado junto la media brigada en que aquella se hallaba encuadrada, a la Primera Brigada de Navarra. Nuevamente volvió a distinguirse por su arrojo en diferentes acciones de guerra.
La reorganización de la Guardia Civil (XXXVII)
El teniente coronel Rodrigo Gayet Girbal tuvo una significada hoja de servicios durante la guerra civil
San Roque/La hoja de servicios de quien fuera entre 1955 y 1958, teniente coronel jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), Rodrigo Gayet Girbal, continuó describiendo con detalle sus vicisitudes militares durante nuestra trágica guerra civil.
Hay que significar que su historia, como capitán de Carabineros en ese periodo, aún siendo muy activa, es la propia de uno de los vencedores en la contienda. Pero también es cierto que no hay que dejar de poner en valor las hojas de servicio de sus compañeros que combatieron en las filas republicanas y terminaron encarcelados, exiliados y expulsados de la carrera militar. Ser perdedor nunca ha sido bueno y tras una guerra, además civil, es mucho peor.
Continuando con nuestro personaje y las operaciones militares en las que prosigió durante la primavera de 1937, merece especial atención cuando el 1º de abril, al frente de su sección, procedió “a la ocupación de diversas cotas y asalto al arma blanca la posición de Brucetas, persiguiendo al enemigo hasta el monte Arangio, causándole muchas bajas y recogiéndoles abundante material”. Seguidamente fue citado como “distinguido” en su columna de operaciones, “rechazando el día 2 en dicho monte un contraataque enemigo, logrando mantener la posición, quedando en servicio en las estribaciones del citado monte hasta el 4, que avanza con su sección y toma varias cotas al enemigo, dominante de Ochandiano (Vizcaya)”.
Sin embargo ese mismo día, tras tomar las primeras casas de dicho pueblo, resultó herido “de una bala enemiga”, ingresando en el hospital militar de Vitoria (Álava). El 21 de mayo fue evacuado al de Pamplona (Navarra), donde continuó ingresado hasta el 13 de noviembre que pasó de baja médica a su domicilio.
Mientras tanto, le fue concedida la “Medalla Militar colectiva” por orden de 23 de septiembre, publicada el 8 de octubre siguiente en el Boletín Oficial del Estado núm. 353, “al 4º Tercio de Requetés de Navarra, 1ª y 3ª Banderas de Falange de Navarra y compañía mixta de ametralladoras del tercer Batallón del Regimiento Infantería América, núm. 58”.
Continuó “hospitalizado” en su domicilio contrayendo matrimonio el 7 de diciembre siguiente, con María Ángeles Moreno Goñi, natural de Pamplona y 23 años de edad. El 15 de mayo de 1938 fue dado de alta “para servicios burocráticos y clasificado como presunto mutilado útil”. Por una orden dictada ocho días después fue destinado a disposición del general jefe director de la “Milicia Nacional”, siendo declarado seguidamente “Caballero Mutilado de Guerra por la Patria (útil) definitivo”.
Por orden de 27 de octubre siguiente fue destinado por el ministro de Defensa Nacional, suscrito por delegación, por el general subsecretario del Ejército Luis Valdés Cavanilles, a disposición del Inspector General de Carabineros. Éste, general de división Gonzalo Queipo de Llano Sierra, dispuso el 7 de noviembre siguiente que el teniente Gayet quedase destinado en la plana mayor de la 20ª Comandancia de dicho Cuerpo en Navarra.
Durante el resto de la guerra civil permaneció en dicha unidad manteniendo el citado empleo, siendo la única salvedad que del 24 de marzo de 1939 hasta el 20 de abril siguiente, se hizo cargo del mando accidental de la 3ª Compañía (Pamplona).
Por orden del Ministerio de Defensa Nacional, de 3 de agosto de 1939, publicada al día siguiente en el BOE núm. 216, se le concedió a Rodrigo Gayet, junto a otros jefes y oficiales del Ejército, y en propuesta extraordinaria por antiguedad, el empleo de capitán. Por otra orden, ya del nuevo denominado Ministerio del Ejército, de fecha 28 del mismo mes, publicada tres días más tarde en el BOE núm. 243, se le destinó a la secretaría de la 4ª Zona de Carabineros (Almería), donde se incorporó el 10 de septiembre siguiente.
El general jefe del Ejército del Centro comunicó en escrito de fecha 27 de noviembre de 1939, dirigido a la mentada Zona, la concesión al capitán Gayet de dos cruces de guerra, dos cruces rojas del mérito militar y la medalla de la campaña, por los méritos contraidos durante la contienda.
Encontrándose entonces de licencia por herido de guerra, por un periodo de dos meses, prorrogado otro más, pues debió de recaer, se dispuso por el inspector general de Carabineros que por resolución de 20 de febrero de 1940, pasara dicho capitán en comisión de servicio a dicho centro directivo como auxiliar de negociado, siendo destinado al mismo una semana más tarde.
Instruido seguidamente el correspondiente expediente por las heridas sufridas durante la contienda, comunicó el general jefe de la “Dirección General de Mutilados de Guerra por la Patria”, en telegrama postal de 25 de septiembre siguiente, que dicho capitán figuraba con “la mutilación de limitación de movimientos de la rodilla derecha con un 26%, siendo apto para todo servicio”.
Ya para entonces había entrado en vigor la ley de 15 de marzo de 1940, por la que “se fusionan los Institutos de la Guardia Civil y Carabineros”. Consecuente con ello, y tras pasar a formar parte de la Benemérita, fue destinado voluntariamente a la 239ª Comandancia de Fronteras de la Guardia Civil (Pamplona), por orden del Ministerio del Ejército, de 29 de marzo del año siguiente. El 19 de abril se incorporó a dicha unidad, haciéndose cargo del servicio de información de la misma.
Por orden del Ministerio del Ejército, de 25 de noviembre de 1941, fue destinado al mando de la Agrupación de Especialistas del 39º Tercio (Pamplona), haciéndose cargo del mando de la misma el 1º de diciembre siguiente. Hay que significar que del mentado Tercio dependían las Comandancias 139ª (San Sebastián/Guipúzcoa) con cabeceras de compañía en Irún (secciones de Fuenterrabía, Irún y Behovia) y Santesteban (secciones de Vera Vidasoa, Azpilcueta y Sumbilla); 239ª (Pamplona/Navarra) con cabeceras de compañía en Olagüe (secciones de Maya, Elizondo y Zubiri) y Ochogavia (secciones de Burguete, Abaurrea e Isaba); y 339ª (Jaca/Huesca) con cabeceras de compañía en Jaca (secciones de Berdún, Aragües del Puerto y Arañones) y Boltaña (secciones de Sallén, Torla y Salinas).
Respecto a la mentada Agrupación de Especialistas, mandada por el capitán Gayet, hay que significar que tenía su cabecera en la capital pamplonesa y estaba dotada de tres secciones de carácter fiscal con cabeceras en Irún (Guipúzcoa), Pamplona (Navarra) y Arañones (Huesca-Canfranc/Estación de Ferrocarril).
Como consecuencia de la nueva reorganización dada al Cuerpo de la Guardia Civil, el capitán Gayet fue destinado, con carácter forzoso, por orden del Ministerio del Ejército, de 28 de febrero de 1944, a la 232ª Comandancia Mixta (Tarragona) del 32º Tercio Mixto (Tarragona), siéndole asignado el mando de su 4ª Compañía (Vendrell) en la revista del mes siguiente.
Sin embargo, el general de división Camilo Alonso Vega, director general del Cuerpo, según radiograma de fecha 5 de marzo siguiente, dispuso que quedase sin efecto dicho destino y lo fuera en cambio, a la 143ª Comandancia (San Sebastián) del 43º Tercio Mixto (San Sebastián), destino que fue confirmado por orden del Ministerio del Ejército, de 28 de marzo de 1944. Inicialmente fue nombrado jefe de la 1ª Compañía, cuya cabecera estaba en la localidad guipuzcoana de Deva.
Jesus N. Niñez Calvo. Coronel de la Guardia Civil Doctor en Historia
Fuente:
https://www.europasur.es/san_roque/reorganizacion-guardia-civil-xxxvii_0_2002937159.html