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Es pues natural que el historiador francés Fernand Braudel (1902-1985) conceptualizara la geohistoria como una ciencia que analiza la eficiencia y desarrollo entre una sociedad del pasado y la estructura geográfica que la sustenta, que no es otra cosa que la geografía humana en un momento determinado, en un espacio creado por los hombres organizados como sociedad y limitados a unas condiciones históricas determinadas. Todo ello conllevó la creación de una misma raza, lengua y religión que la identificaron como sociedad con sus propias y peculiares singularidades a la que se llamó HISPANOAMÉRICA.
La evolución de los tiempos y la globalización geográfica que ello supuso condujo a una hegemonía intercontinental cuyo resultado dio, como denomina entre otros autores, Alberto Gil Ibáñez de la Asociación Héroes de Cavite y yo mismo, El Sacro Imperio Romano Hispánico que resume esta inmensa globalización que abarcó todos los terrenos del conocimiento, y resultó heredera del Mundo Clásico proyectando hacia el futuro la modernidad en todos sus ámbitos dentro del contexto de su tiempo. Desde entonces, la civilización dio un paso de gigante y la ciencia y el humanismo fueron creciendo con el avance de los siglos, y paralelo a ello el predominio hispano frente al mundo anglosajón y a los intereses de naciones marcadas por el luteranismo y otras corrientes que se iniciaron en la geopolítica partidista frente a la verdad de la geohistoria. No por ello hay que obviar que también hubo enemigos internos dentro de ese ámbito hispanoamericano que fueron seducidos para traicionar su propio anclaje racial, bien criollos o de la metrópoli, estableciendo el principio del fin del papel hegemónico protagonizado por Hispanoamérica durante varios siglos. La geopolítica se impuso. Hispanoamérica fue fraccionada y rota en pedazos según convino a los intereses económicos de sus invasores, muchos de los cuales diezmaron la población indígena y en algun caso hasta casi su extinción. Un nuevo orden se impuso teniendo como objetivo destrozar a quien en su día supo recomponerla bajo los auspicios de una misma Corona en igualdad de derechos. A España le toco sufrir los espurios intereses de otras naciones y solo nos resta lo que nadie podrá quitar a Hispanoamérica: su identidad étnica, su idioma y su religión y en cierta manera alcanzando comúnmente una cierta análoga antropología.
la celebración del Iº Congreso internacional para la reunificación de la HISPANIDAD se une a otros movimientos hispanistas que vienen desarrollando numerosas actividades desde casi una década. En los últimos años un movimiento hispanista emerge de manera intensa para contrarrestar un cada vez mayor y falaz ataque a nuestro legado histórico, desvirtuando la historia y denigrando los hechos más gloriosos de ella. En España, historiadores hispanistas y asociaciones muy preparadas en el conocimiento de nuestro devenir, emergen con fuerza ante las críticas y falsedades que se llevan a cabo por medio de una corriente indigenista apoyada por los mismos explotadores de siempre. Hasta del bueno, pacifista y humanista Fray Junípero Serra ha sido decapitada su estatua, el mejor signo de la maldad preconcebida. Ante este panorama en un verdadero esfuerzo y con mucho recorrido todavía, surgen los hispanistas a los que aludí, además de las asociaciones y fundaciones culturales como la de Héroes de Cavite que se extiende por España y en países hispanoamericanos, y que ha editado la monografía Raíces hispanas de los Estados Unidos; la de Blas de Lezo que realiza una ingente labor en pro de la geohistoria que identifico como concepto que analiza la verdad histórica; Asociación cultural española Amigos del Gran Capitán de reciente nacimiento; Amigos de la cultura y de la Historia militar española; y no olvido a La Real Sociedad Colombina onubense y su publicación. La Rábida: revista colombina hispanoamericana.
La actividad de estos movimientos de espíritu hispanista se demuestra casi todos los días en periódicos que ilustran verdaderas acciones encomiables de España en cualquier terreno: Exploraciones y Descubrimientos; Mística; Humanismo y Renacimiento; Milicia y acciones bélicas; arte y literatura. Todas estas disciplinas ejercitadas por siglos son llevadas a las secciones correspondientes de muchas publicaciones, los cuales divulgan con gran rigor los grandes acontecimientos acaecidos en la historia de España desde el Descubrimiento de América. Estos relatos ayudan mucho a la ardua y a veces poco agradecida tarea de reivindicar la verdad frente a quienes no les interesa que se conozca. El Debate, La Razón, El Confidencial, La Crítica, ABC, son algunos de los medios más importantes que proliferan y ayudan a mantener nuestro orgullo nacional armándolo con el discurso de los hechos. A ello se suma la filmografía no subvencionada, cuyo primer exponente fue la película de La primera globalización y por cuyo éxito se presentó la segunda que completa la anterior: Hispanoamérica que sigue estando en Taquilla.
Respecto a este próximo Iº Congreso a celebrar en estos próximos días del 14 al 19 de mayo de 2024 en Cartagena de Indias, basándose en un pensamiento estratégico para nuestra reunificación, las ponencias serán desarrolladas por los más insignes hispanistas que desmenuzarán el «avance de determinadas potencias que buscan posicionarse para acceder a la explotación de recursos estratégicos en aquel continente». Como es evidente asociaciones hispanas darán su manifiesto alineadas por nuestras comunes raíces y allí estarán presentes como testimonio claro y evidente de que España es parte de América y ellos son España. El Congreso será una prueba de la revitalización y prueba identitaria del mundo que significamos y lo que podemos y debemos ser en los tiempos actuales.
Estamos fuera de las nostalgias y melancolías que hubieran podido transmitirnos las época pretéritas, la Hispanidad es un mundo demasiado grande que no admite devaneos sino realidades palpables que las sociedades humanas entendemos y sabemos analizar, y por ello, la salvaguarda de nuestra historia y los valores transcendentes que conlleva es para los hispanos una motivación, un reto e incluso un deber como portadores que fuimos de una civilización que todavía perdura como familia y sociedad y a la que hay que salvar del voraz apetito de capitalismos salvajes o de ansias de poder desmesuradas que dejan y denigran al ser humano. La necesidad de unirnos bajo la misma bandera que nos dio vida como Hispanidad es ahora apremiante. La lucha frente al marxismo chavista o al capitalismo rabioso disfrazado bajo un nuevo orden mundial (NOM) debe hacernos pensar en defendernos y luchar para no ser una Hispanidad sometida y expoliada de la riqueza natural que las naciones hispanas poseen, fundamentalmente sus recursos naturales, y el bagaje cultural inmenso que une a ambas orillas del Atlántico por tantos siglos. Todo esto explica la importancia que tiene este Iº Congreso en donde a seguro se plantearán cuestiones vitales para las futuras generaciones. La potencia real de la Hispanidad es tal que se convierte en la causa de ser objeto de las revoluciones ya desde el pasado siglo. Hoy debemos celebrar con esperanza que la conciencia colectiva renace y está dispuesta a consolidar su verdadera historia durante las próximas décadas.
Íñigo Castellano y Barón
El autor:
Conde de Fuenclara, Grande de España, nació en 1949 en Madrid. Escritor e historiador. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y Máster en Dirección y Administración de Empresas.
Es Miembro de la Academia de Derecho Internacional de México y miembro fundador del IE Business School. Amigo de la Fundación Hispano Británica y socio de la Asociación Cultural Héroes de Cavite. Presidente de la Asociación Española de Amigos del Gran Capitán. Socio de la Asociación Cultural Blas de Lezo.
Fue Presidente de la AEEDE (Asociación Española de Representantes de Altas Escuelas de Dirección de Empresas) y consejero de varias sociedades.
Con más de un centenar de artículos de opinión y relatos históricos colabora en diferentes medios de carácter cultural, como son: el Portal de Historia www.historyofspain.es y el Periódico digital La Crítica, www.lacritica.eu en el que dirige la sección “HISTORIA Y CULTURA”.
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