Enfoque en la próxima Cumbre de la OTAN General Argumosa Pila

 

 

 Enfoque en la próxima Cumbre de la OTAN

 

La próxima Cumbre de la OTAN está previsto que se celebre en La Haya, del 24 al 26 de este mes de junio. No hay ninguna duda de que tendrán un enorme impacto para el futuro de Europa. Es muy importante definir los términos de la negociación donde, en primer lugar, Estados Unidos reclama fijar como objetivo prioritario del gasto de defensa de cada aliado el 5% de su PIB.

En términos de capacidades, el gasto de defensa del 3,5% del PIB debiera ser el mínimo absoluto. En los gastos adicionales para infraestructura, movilidad militar, inversiones relacionadas con amenazas híbridas, ciberdefensa, industria de defensa y resiliencia social llevaría a gastar en torno al 5% del PIB, en 2032. Es la fórmula que plantea el Secretario General de la Alianza, Mark Rutte, para hacer más asumible el incremento de gasto.

En la última semana de mayo, Alemania ha iniciado el despliegue de una brigada mecanizada en Lituania, dentro de la política de la Alianza de aumentar la presencia militar en la zona avanzada de defensa, en el frente oriental de la OTAN. En general, los objetivos que se ha fijado la Alianza en torno a aumentar sus capacidades en el este de Europa es preciso cumplimentarlos para no solo defendernos de la amenaza rusa, sino derrotar al enemigo si fuera necesario.

El pasado 26 de mayo el canciller alemán afirmó que ya no hay restricciones sobre el alcance de los misiles de largo alcance suministrados a Ucrania, Storm Shadow por parte de Reino Unido, Scalp por Francia, ATACMS por Estados Unidos y Taurus por Alemania. El país germano fue el último en levantar dichas restricciones. Esto significa que Ucrania puede defenderse atacando posiciones militares dentro del territorio ruso, igual que hace Rusia atacando territorio ucraniano.

El pasado 1 de junio, Ucrania realizó una sorprendente y exitosa operación llamada Tela de araña materializada en un ataque con drones a cuatro bases aéreas rusas: Belaya, situada en la región siberiana de Irkutsk, a cerca de 5.000 km de la frontera; Olenya, ubicada en la provincia de Murmansk, a unos 2.000 km, así como a las bases más cercanas de Diaginilevo en la región de Riazán y a la de Ivanovo situada en la región del mismo nombre. Destruyeron o inutilizaron entre 20 y 40 bombarderos estratégicos rusos tipo Tu-95, Tu-22 y Tu-120, con capacidad de llevar cargas nucleares.

El mismo día, 1 de junio, se produjo el descarrilamiento de dos trenes rusos en las provincias de Kursk y Briansk causado por fuerzas ucranianas donde hubo al menos siete muertos.  A estos ataques se une el sabotaje llevado a cabo por los servicios de seguridad de Ucrania contra el puente de Kerch, dos días después, que conecta Rusia con la península de Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia en 2014, por donde discurre una importante ruta de abastecimiento para las tropas rusas. Lo más relevante ha sido que las tres acciones las ha realizado Ucrania sin apoyo exterior.

Ante estas operaciones ucranianas el Kremlin respondió, en la madrugada del viernes, día 6, con el mayor bombardeo ruso sobre Ucrania de este año, en el que se utilizaron 400 drones y 45 misiles. De estos últimos, según las fuerzas ucranianas, 36 de ellos eran Kh-101, uno de los misiles de crucero rusos más letales.

Simultáneamente a estos acontecimientos se están llevando a cabo las negociaciones para acabar con la guerra de Ucrania, en las que Trump está actuando de forma errática, ambigua y contradictoria. Un día alaba y promueve las propuestas del Kremlin, otro trata a Putin como un loco mientras que, al tercero, comprende al líder ruso y entiende perfectamente que realice un ataque demoledor contra Ucrania, como respuesta al daño que ha efectuado el país del Dnieper a Rusia en las diferentes operaciones mencionadas. Da la impresión de que existe una relación encubierta entre ambos mandatarios, que explicaría esta confusa postura de Trump.

Es evidente que Putin no quiere detener la agresión. Solo le interesa continuar con la guerra porque está ganando cada vez más territorio ucraniano lo que beneficia claramente a sus intereses. La Unión Europea y Estados Unidos debieran imponer nuevas sanciones a Rusia si Putin no acepta un alto el fuego incondicional. De hecho, el senado estadounidense está preparando un paquete de sanciones con el respaldo de la mayoría de los senadores. A pesar del éxito de la operación Tela de araña no tendrá un gran impacto en las negociaciones.

Volviendo a la próxima Cumbre de la OTAN que se mencionaba en el título del artículo, en la reunión de ministros de Defensa de la Alianza, celebrada el pasado miércoles, día 4, en Bruselas, Mark Rutte manifestó que estas inversiones considerables para alcanzar el 5% del PIB en todas las áreas afectan a todos los aliados, desde Grecia, Portugal y España hasta los Bálticos, Finlandia y, por supuesto, Canadá y Estados Unidos.

España se ha postulado en la tajante negativa a invertir más del 2% alegando que es una cantidad suficiente para que Madrid cumpla con los requisitos de capacidades militares acordados por los aliados de la OTAN. Sin embargo, otros países como Italia que tiene una situación financiera muy complicada, con una deuda pública desbocada, Francia con una situación tan difícil como la nuestra o Alemania cuyo aumento del gasto supondrá un esfuerzo económico extraordinario, no se han significado en los términos tan categóricos como lo ha hecho nuestro país.

Hay que tener en cuenta que las fuerzas rusas se están regenerando de forma rápida. De acuerdo con un reciente artículo de Foreign Affairs, entre 2025 y 2027, el gobierno ruso planea destinar cerca del 40% de su presupuesto estatal a defensa y seguridad, en detrimento de otras áreas como salud y educación. El medio detalla que, tras una leve caída en 2022, el PIB de Rusia creció un 3,6% en 2023 y el 4,1% en 2024, como consecuencia del gasto en defensa. No hay duda de que Putin ha priorizado el gasto militar. 

Tomando como apoyatura el clima bélico que actualmente existe en Europa ante la amenaza de Rusia, al mismo tiempo que se alarga en el tiempo la guerra en Ucrania con la militarización de la economía rusa, es lógico y razonable el enfoque sobre la disuasión y la defensa materializado de forma prioritaria, en el aumento de los gastos de defensa de los países de la Alianza puesto que también supone mejorar la capacidad militar de Europa para ir responsabilizándose de su propia seguridad y defensa a medio plazo. En esta línea, España debería postularse por una mayor flexibilidad ante el aumento de gasto en defensa señalado por el Secretario General de la Alianza.

En virtud de lo expuesto, de cara a la próxima Cumbre de la Alianza señalada parece oportuno resaltar estas consideraciones. La primera, tener en cuenta que Putin continúa siendo el árbitro de la solución a la guerra de Ucrania que condicionará el futuro del gran dilema geopolítico del Intermarium. La segunda, asumir que la imprevisible intervención de Trump en la citada Cumbre marcará el futuro de la seguridad europea. Y tercera, la posible retirada de algunas fuerzas estadounidenses desplegadas en territorio europeo indicará el nivel de solidez de la unidad de la OTAN.

 

Jesus Argumosa Pila.    General de Division, r del ET

Vicepresidente 2º de la Asociacion Española de Militares Escritores (AEME)

Director de la Catedra de Estudios Estratégicos del Instituto Europeo de Estudios Internacionales (IEEI)

 

GD (R) Jesús Argumosa Pila

Asociación Española de Militares Escritores