NAVYLOKOUT publica este interesante y muy actual articulo que ha sido traducido al español por el Coronel de Intendencia Leopoldo Muñoz Sanchez, Presidente de AME, al que agradecemos la muy bien redactada traducción que ofrecemos a continuación:
EL CRUCERO RUSO ‘MOSKVA’ HUNDIDO EN EL MAR NEGRO – EVALUACIÓN DE LAS CONSECUENCIAS
El 13 de abril fuentes de Ucrania informan que han hundido el crucero ruso ‘Moskva’ con dos misiles antinavíos Neptune en el Mar Negro. El ministerio ruso de Defensa admitió consecuentemente la existencia de un incendio a bordo, siendo evacuada la tripulación y hundiéndolo posteriormente tras ser remolcado. Se van a examinar aquí los antecedentes y las consecuencias de esta acción.
El buque insignia de la Flota del Mar Negro
El ‘Moskva’ era un crucero de 12.500 toneladas construido en Mykolaiv, Ucrania, para la marina de la Unión Soviética a finales de los años setenta. Inicialmente fue concebido para liderar grupos de acción en superficie como un “asesino de portaviones” con intención de atacar a los grupos de portaviones de ataque de OTAN en el océano. Para esta misión, su armamento principal eran 16 misiles supersónicos antinavíos de muy grueso calibre. Era uno de los tres cruceros de clase Slava construidos antes del derrumbamiento de la Unión Soviética (todavía languidece en Mykolaiv un cuarto caso sin terminar). Sus gemelos, RFS ‘Marshal Ustinov’ de la Flota del Norte, y RFS ‘Varyag’ de la Flota del Pacífico, fueron enviados al Mediterráneo para preparar la invasión de Ucrania en un esfuerzo por detener las unidades de superficie de OTAN que puedan intentar intervenir.
Los de clase Slava son barcos muy bonitos y, para un observador casual, su evidente armamento pesado parece rebosar potencia. Cuando entraron en servicio eran realmente formidables, pero 40 años más tarde no han recibido ninguna modernización significativa y su armamento y equipo de dirección de tiro es muy anticuado. La exagerada ambición naval de Rusia no se ve equiparada por su limitada capacidad de construcción naval que se ha visto dañada adicionalmente por la primea invasión de Ucrania en 2014, cuando se fabricaron maquinaria naval y otros componentes fundamentales para su marina. No había esperanzas d sustituir la clase Slava por cruceros modernos y el ‘Moskva’ completó una carena en 2020 que se suponía ampliaría sus condiciones de servicio hasta 2040. (De no haber padecido este percance prematuro habría sido una pieza de museo con 61 años en su momento de retiro).
La clase Slava cuenta con tres escalones de defensa aérea que, en teoría, deberían de ser capaces de hacer frente a múltiples ataques de misiles: Los misiles de defensa aérea 64 S-300F (de nombre Grumble en OTAN) van embarcados en asentamientos VLS en los buques. Los sistemas de misiles de defensa puntual 2 OSA-MA (de nombre Gecko en OTAN) van montados a popa. El escalón final comprende un total de 6 x AK-630 CIWS (ametralladoras Gatling de 6 cañones y 30mm). Ninguno de estos sistemas podría ser descrito como moderno. El radar de control de fuego 3R41 en forma de cúpula para el 300F, tiene tan sólo un campo de visión de 180º y es anticuado cuando se le compara con sus equivalentes occidentales.
El ataque
En estos momentos no es posible decir con total seguridad que la destrucción del crucero fuera causada por misiles, si bien la evidencia es abrumadora. Principalmente, fuentes militares ucranianas afirmaron con algún detalle que habían montado un ataque con misiles contra el ‘Moskva’ bastante tiempo antes de que los rusos admitieran que el buque había “padecido un incendio”. Según los ucranianos el ataque fue llevado a cabo con dos misiles Neptune de producción interna y un UAV Bayraktar de fabricación turca para “distraer” a los operadores de radar. El Bayraktar puede haber sido utilizado para facilitar información sobre el objetivo, si bien su papel en el engaño habría sido difícil de cuantificar. Las condiciones del tiempo atmosférico del momento no eran especialmente favorables, aun cuando el estado de la mar, 3, con olas altas que causan desorden sobre los radares anticuados, reducen potencialmente la capacidad para detectar misiles a ras mar.
Al RFS ‘Moskva’ se le vio zarpar de Sebastopol (con su numeración a la vista) el 10 de abril tras posiblemente regresar de un breve reabastecimiento. Desde que comenzó la guerra, las unidades de la Flota del Mar Negro han sido vistas por OSINT operando de modo previsibles a la altura de Odesa y cerca de Snake Island. Se vio implicado en el infame bombardeo de Snake Island el 24 de febrero cuando los defensores aceptaron educadamente la oferta de rendición de los invasores. Además de sus posibilidades de apoyo de fuego su papel puede haber sido el de actuar como buque insignia en operaciones en el Mar Negro así como proporcionar defensa aérea a los buque de asalto en la costa. Es posible que haya existido alguna medida de gracia en las operaciones navales rusas dado que, tras 48 días de guerra, los ucranianos no han superado un ataque con misiles antinavíos contra ellos.
El RK-360MC Neptune se basa en el misil Kh-35U ruso (de nombre Kyak en OTAN) y ha sido desarrollado por el Luch Design Bureau desde 2013, habiendo sido probado satisfactoriamente por primera vez en 2018. Las entregas del sistema para defensa de costas fueron en 2021 y evidentemente ha falta tiempo para instruir completamente a la tropa. El proclamad o ataque contra la fragata RFS Admiral Essen el 4 de abril puede haber sido uno de los primeros intentos de usar el Neptune en combate. El sistema tiene un alcance de hasta 280 km y cuanta con un buscador activo de radar como guía. O bien el radar de costa UAV, o posiblemente los datos del objetivo facilitados por OTAN, pueden haber sido usados para apuntar la posición del crucero antes del lanzamiento de los Neptune. Caso de saberse con precisión la situación del objetivo antes del lanzamiento el misil puede ser programado para un recorrido indirecto, mediante puntos de ruta, activando el radar sólo para la fase última del ataque para reducir al mínimo el tiempo de detección por los sistemas de contramedidas electrónicas del enemigo.
Evidentemente no se dispone de detalles fiables sobre lo ocurrido si es que el misil ha atacado al crucero, pero fuentes rusas y ucranianas coinciden en que se produjo un gran incendio y explosiones. Dadas las circunstancias, parecería improbable que hubiera sido un accidente al azar, si bien tales catástrofes no son raras en los ejércitos rusos. Varios buques de guerra han sufrido graves incendios (en tiempos de paz) en altamar si bien no se sabe de ninguno que haya terminado en su hundimiento. Lo que parece más probables es que dos modernos misiles antinavíos a ras de agua, o bien han evadido la detección y, o, los sistemas defensivo e impactado en el buque causando un incendio y explosiones de munición a bordo. Los misiles 16 P-1000 Vulkan cargados de cohetes y cabezas de combate de 1000 kg que se alinean a los lados del crucero clase Slava parecen vulnerables a detonaciones secundarias incluso si golpeados por trozos ígneos. El gran almacenamiento de misiles 64 S-300F tras los asentamientos, ejemplo primario de un sistema de lanzamiento vertical, podría representar también un importante riesgo de explosión si lo penetra un misil a ras de agua.
Consecuencias
El hundimiento del buque insignia y más grande de la Flota del Mar Negro, bautizado con el nombre de la capital de Rusia, representa algo más que sólo la pérdida de un medio militar. Es una derrota simbólica que la propaganda del estado ruso tendrá dificultad para explicar. Es probable que mueran muchos tripulantes, probablemente la mayor derrota infringida por Ucrania en la guerra hasta ahora. El hundimiento del ‘Moskva’ equivale al del crucero argentino ARA ‘General Belgrano’ como la mayor pérdida de buques de guerra en combate desde la II Guerra Mundial.
En tanto que es posible que Putin no se preocupe mucho por la muerte de varios miles de sus soldados en el campo de batalla, la pérdida de buques de guerra que no pueden ser sustituidos empieza a tener unas consecuencias estratégicas más grandes. El ejército ruso ha demostrado ya ser más inepto y vulnerable de lo que muchos analistas creían antes de la guerra. La destrucción del crucero arroja dudas sobre la capacidad de la marina y socaba adicionalmente la percepción de la fortaleza absoluta rusa.
Se debería esperar de un gran ejército de tierra que fuera capaz de protegerse del ataque de dos misiles subsónicos relativamente pequeños, pero la defensa efectiva requiere una vigilancia constante de una tripulación instruida y motivada así como de un equipo capaz que se mantiene constantemente. Siempre hay un elemento de suerte que puede jugar un papel, pero parece probable que el hundimiento del ‘Moskva’ fue debida a una pobre actuación, un pobre equipo o una combinación de ambos.
Con el Bósforo cerrado no hay probabilidad de sustituir al ‘Moskva’ por uno de sus dos gemelos. La marina se verá forzada a operar mucho más desde la costa sur de Ucrania donde puede tener menos influencia y éste es el primer clavo en el ataúd de la ambición de realizar un asalto anfibio. Los mandos navales se sentirán menos seguros en las operaciones, las tripulaciones más nerviosas y mayor daño a la frágil moral de los participantes rusos en una guerra cada vez más desesperada.
Podría existir una cierta simpatía hacia los marinos rusos que intentan sobrevivir a los horrores de un barco incendiado, pero debe recordarse que están recogiendo lo que han sembrado, parte de unas tropas de invasión que ha cometido crímenes de guerra en gran escala en Ucrania, incluyendo asesinatos, violaciones, saqueos y deportación forzosa de civiles. Los ataques con misiles cruceros, incluyendo aquellos lanzados desde plataformas navales, han sido usados contra objetivos civiles incluyendo hospitales. La destrucción de la Flota del Mar Negro no puede sino ayudar a la causa ucraniana y a poner un punto final a la guerra de Putin lo antes posible.
NAVY LOOKOUT, 15 de abril de 2022
Por la trascripción:
Leopoldo Muñoz Sánchez
Coronel de Intendencia ET (R)
PIE DE FOTO I
Jugando su papel…en medio de un chorro de fuego y humo el ‘Moskva’ lanza un, en apariencia temible pero anticuado, misil antinavío P-1000 Vulcan (Sandbox) de finales de los 80. Estos monstruos serían fácilmente detectables y altamente susceptibles a las modernas contramedidas. El cañón doble de 130mm fue usado en febrero para bombardear Snake Island matando a algunos soldados de la guarnición.
PIE DE FOTO II
Regreso a Sebastopol tras un reacondicionamiento en las maniobras navales en 2021. Una planeada modernización en 2015 fue abortada y el reacondicionamiento se limitó a una reforma del casco y las máquinas.
Fuente:
https://www.navylookout.com/russian-cruiser-moskva-sunk-in-the-black-sea-assessing-the-implications