CÓMO REFORZAR LA DISUASIÓN Y LA DEFENSA EN LA OTAN.

Este articulo del Capitán de Navío, r Aurelio Fernandez Diz,  Vocal de la Junta Directiva de  AEME, corresponde al  CICLO AEME 1/22, que todos los sábados de este semestre, publicará esta web hasta la celebración de la Cumbre de Madrid /2022.

 

 

CÓMO REFORZAR LA DISUASIÓN Y LA DEFENSA EN LA OTAN.

 

 Introducción.

En su reunión en Londres en diciembre de 2019 los líderes de la OTAN solicitaron al secretario general Jens Stoltenberg, una reflexión para fortalecer a la OTAN y prepararla para el futuro. Nace así la agenda OTAN 2030 con la intención de garantizar que la alianza permanezca preparada, fuerte y unida para una nueva era de mayor competencia global. La Propuesta 2 de esta agenda: reforzar la disuasión y la defensa, coincide con el fundamento y el título de este artículo.

Con los principios definidos en ella se está preparando el nuevo Concepto Estratégico 2022 que el Consejo Atlántico pretende aprobar en su reunión en Madrid en julio del presenta año, si bien es muy posible que este concepto sufra cambios inevitables ante la agresiva invasión de Ucrania ordenada por el presidente ruso Putin y que aún se está llevando a cabo.

 

Consideraciones.

Desde la desaparición de la Unión Soviética en el año 1991 la OTAN ha pasado por varias fases que han tenido una indudable influencia en el concepto que la Alianza tiene de sí misma. A saber,

-Desconcierto inicial.

– Búsqueda de misiones que justificaran su existencia.

-Incertidumbre de la política a mantener respecto a Rusia.

– Aparición de China como potencia económica y militar.

– Cambio en la percepción de los EEUU sobre la Unión Europea (UE).

-Salida del Reino Unido (RU) de la UE (Brexit).

– Cambio galopante de la situación internacional.

-Globalización de la inseguridad mundial.

– Aparición de nuevas tecnologías al alcance de cualquier grupo desestabilizador.

– Ineficacia demostrada por las Naciones Unidas (ONU) y su Consejo de Seguridad para hacer frente a graves crisis internacionales.

-Invasión de Ucrania.

 

Es indudable que bajo el liderazgo de los EEUU la alianza atlántica cumplió perfectamente su función desde el momento de su creación en el año 1949 hasta la caída de la Unión Soviética en el 1991. Bajo la presidencia de Ronald Reagan los EEUU lograron, con la simple decisión de dotarse de un escudo antimisiles, y la inestimable colaboración del presidente ruso Gorbachov, que la URSS se desmoronase para dar lugar al nacimiento de una nueva Rusia y por tanto de una nueva Europa.

Como es bien conocido el actual presidente ruso Putin, antiguo miembro de la KGB, pronto se hizo con el poder y se dedicó a la reconstrucción de su nación, Rusia o Federación de Rusia, hasta convertirla en la potencia mundial, aunque no tanto, que es hoy en día. Una de las características más notables de Putin es saber mantenerse en el poder a toda costa y por todos los procedimientos a su alcance que incluyen la persecución de los disidentes políticos, coartar le libertad de los ciudadanos rusos y apoyarse en mafias que se adueñaron de la economía rusa por procedimientos por lo menos dudosos. Solo este selecto grupo de ciudadanos rusos puede vivir y disfrutar   de las libertades que son habituales en el mundo occidental y que todo el pueblo ruso tendría derecho a disfrutar.

La OTAN, fue siempre una organización muy efectiva, tanto desde el punto de vista militar como político. Aún así, llegó a cometer graves errores siguiendo la estela de unos EEUU que perdieron el control de sí mismos después del que parecía un imposible derribo de las llamadas torres gemelas de Nueva York por la acción de terroristas islámicos. En busca de la justa represalia, los EEUU invadieron Afganistán, hoy ya abandonado a su suerte, desencadenaron sin verdadera justificación la guerra de Irak, y consiguiente derribo de Saddan Hussein, lo que a su vez dio lugar al nacimiento del radicalismo islámico. Otro error de consideración fue derribar al presidente libio Gadafi en un momento poco oportuno siguiendo el falso concepto de promover la “primavera árabe” lo que dio lugar a una Libia absolutamente dividida, inestable y permisiva de una emigración ilegal hacia Europa que aún hoy continua de forma difícil de evitar.

La  efectividad de la OTAN se apoyó siempre en  sus mecanismos internos de consultas y planeamiento, pero, en los últimos años,  una visión individual norteamericana, y también británica, de los problemas internacionales, unido a un pensamiento militar y político, disperso, de muchos países de la UE, son el origen de una falta de cohesión interna imprescindible para el funcionamiento coherente de una alianza que ya tiene 30 miembros muchos de los cuales, solicitaron el ingreso en la Alianza con el oculto deseo de conseguir que fuesen otros los que se responsabilizasen  de su propia defensa, deseo que aún perdura a tenor de los insignificantes presupuestos que a ella dedican sin reconocer que las relaciones con la alianza deben de ser de mutua lealtad.

La aparición de China como un activo competidor internacional fue llevando a los EEUU a tener una visión más indo-asiática que europea. Solo una Rusia extremadamente asertiva desde su anexión de Crimea, y camino de anexionarse Ucrania entera, bajo el gobierno de un  Putin, ambicioso y provocador,  ha sido el detonante para que los EEUU abandonaran temporalmente su visión centrípeta de la política norteamericana inspirada,  en primer lugar, en el  “AMÉRICA FIRST” de Trump y en segundo lugar en el  “américa first” de Biden. Los EEUU  parecen estar integrando sus preocupaciones indo-asiáticas con sus preocupaciones europeas al estimular   una actualización urgente del Concepto Estratégico de la OTAN y llamar a la abierta colaboración de toda la OTAN, pero principalmente de las potencias militares y económicas más importantes dentro de la UE de hoy: Francia y Alemania. Dando por descontado al RU.

En estos momentos de grave crisis en Europa parece indudable que  tan importante como la redacción de un nuevo Concepto Estratégico de la OTAN es  que su pilar europeo pueda actuar internacionalmente con personalidad propia para intercambiar con los gobernantes rusos ideas sobre pacífica convivencia y colaboración. Rusia es europea porque está en Europa. Y parece absolutamente absurdo que las relaciones entre países europeos se materialicen en pleno siglo XXI en una permanente confrontación propia de una “guerra fría” que ya no puede justificarse. Y porque Putin, además de osado, es un político contingente, como tantos otros.

Los EEUU desean que toda la UE actúe bajo su completa dirección en todo lo relacionado con la defensa. Pero no siempre es posible esta unidad de acción cuando son los propios EEUU los que parecen actuar por su cuenta cuando les conviene. El caso de la repentina firma del Tratado AUKUS entre los EEUU, RU y Australia en virtud del cual este país canceló la construcción de 12 submarinos previamente contratados con Francia, el único país nuclear dentro de la UE, fue una demostración de que en esta decisión primaron más los intereses de los EEUU y del RU que los intereses del bloque europeo de la alianza representado por Francia.

Pues bien, en línea con la voluntad y el deseo de los redactores de la agenda OTAN  2030 debe de reforzarse la disuasión y la defensa de la alianza para poder hacer frente a los problemas que plantea un mundo progresivamente globalizado y cambiante, pero, al mismo tiempo, parece evidente que deberá propiciarse en primer lugar que la mutua lealtad sea la norma entre todos los miembros de la alianza.

 De acuerdo con las previsiones incluidas en el Punto 2 de la agenda OTAN 2030, para fortalecer la disuasión y la defensa los lideres europeos:

– “Reafirmaron su compromiso de mantener una combinación adecuada de capacidades de defensa nuclear, convencional y antimisiles.

– Reiteraron la importancia del compromiso de inversión en defensa de 2014 y de continuar con el objetivo de cumplir con la directriz acordada por la OTAN de gastar el 2 % del Producto Interno Bruto en defensa y el 20 % del gasto anual de defensa en nuevos equipos importantes para 2024.

– Se comprometieron a la implementación completa y rápida de planes militares para fortalecer la postura de disuasión y defensa de la alianza que debe ser reforzada tanto en el Báltico como en el Mar Negro”.

Conclusión.

Ante cualquier problema estratégico que la OTAN deba resolver en el futuro todo parece indicar que para fortalecer su disuasión y su defensa deberá fortalecerse previamente la mutua lealtad de sus 30 miembros y de un modo especial la unidad política y militar de todos los pertenecientes a su pilar europeo (UE).

 

       CN (R) Aurelio Fernández Diz                   Asociación Española de Escritores Militares (AEME)