SE VA OTRO DE LOS MEJORES
El capitán de fragata Javier Montojo Salazar, participante en uno de los proyectos de investigación que desarrolla el Hespérides en la Antártida, murió al caer al mar de forma accidental. Por maldita mala suerte se va otro de los mejores de entre todos nosotros. Porque Javier Montejo Salazar era un marino de corazón. Y de vocación. Pero también era un científico. Si había una misión que podía ilusionarle era la labor del Hespérides en el hemisferio sur. Era hidrógrafo y sabía de lo suyo como el que más.
El capitán de fragata navegaba a bordo del barco cuando desapareció en las proximidades de la base Juan Carlos I, en la isla Livingstone en la Antártida. Rápidamente se inició su búsqueda, pero hasta seis horas después no fue posible localizar el cuerpo y recuperar el cadáver. Cuando murió el teniente Fernando Pérez en el accidente de su F-18, el pasado mes de octubre en Torrejón, dije lo mismo que ahora en esta misma página: no sabemos reconocer la capacitación de esta gente. Son los mejores por valores y principios. Pero también por vocación y formación.
Compara, si no, a un teniente recién salido de la Academia con un licenciado en Periodismo como yo. Compara a un capitán de fragata con un redactor jefe. Compara a un general o un almirante con un director de periódico o de un programa «prime time» de radio o televisión. Como yo también. Somos incomparables. Son envidiables. Por eso duele tanto que se vaya otro de los mejores. Mañana lunes llegará a España el féretro del capitán de fragata Javier Montijo Salazar a bordo de un avión del Ejército del Aire.
PD: Navegan en barcos de guerra, por supuesto. Operan en misiones humanitarias, también. Rescatan y buscan pecios para la historia. E investigan y estudian por nosotros en el Hespérides.