El pasado 28 de noviembre, ha tenido lugar, en el Salón de Actos de la Escuela de Guerra del Ejército, el Acto de nombramiento de los primeros “Asociados de Honor” que ha sido presidido por el Coronel D. Enrique Domínguez Martínez-Campos, Presidente de AEME, el Jefe de Estado Mayor del Ejercito GE D. Jaime Domínguez Boj, y el Director de la Escuela GB D. Jorge Requesens Quer.
La AEME ha querido distinguir como primeros “Asociados de Honor” a: D. Juan Velarde Fuertes, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, Presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y políticas, miembro de numerosas academias y colaborador asiduo con las instituciones militares; al General de División retirado D. Felipe Quero Rodiles, autor de numerosos libros de Historia y Arte militar y colaborador asiduo de revistas militares; y en el cuarto aniversario de su fallecimiento, AEME ha querido honrar la memoria de D. Miguel de Cervantes Saavedra, Coronel Honorifico del antiguo Cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria y inmortal escritor.
El acto se inició por el Vicepresidente de AEME, Coronel EA, r, D. Javier Guisandez quien dio la bienvenida a los asistentes y a continuación él, el Vicedirector de la Real Academia Española (RAE) José Manuel Sánchez Ron, realizó un breve repaso a la nomina de militares que han ocupado un sillón en la RAE desde que esta se fundó, en 1713. En total, han sido cuarenta y cinco: veinte en el siglo XVIII, dieciséis en el XIX, ocho en el XX y uno, hasta el momento, en el XXI.Es en el siglo XVIII cuando los militares comienzan a incorporarse a la sociedad civil y a diferentes escenarios culturales como las reales academias o las sociedades económicas de amigos del país.
El primer académico perteneciente al estamento militar mencionado por el Sr. Sánchez Ron ha sido Juan Manuel Fernández Pacheco (1650-1725), marqués de Villena, fundador y primer director de la corporación. Otro miembro destacado fue Martín Fernández Navarrete (1765-1864), quien ingresó en la RAE en 1797 para ocupar la silla D.
El Vicedirector de la RAE ha aludido, asimismo, a D. Manuel Díez-Alegría (1906-1987), «quien ocupó la misma silla que yo, la G». Díez-Alegría ingresó en la corporación en 1980 con un discurso titulado “Efímero esplendor. La escuela literaria militar de la Gloriosa y la Restauración”.
Otro de los académicos citados por el vicedirector de la RAE ha sido Rafael Estrada (1884-1956). Ingresó en 1945 con el discurso “La mar”. Miembro destacado fue Eliseo Álvarez-Arenas (1923-2011), quien también tomó posesión de su plaza, en 1996, con un “Canto al mar”.
Por último, Sánchez Ron se ha referido al sucesor en la silla B de Álvarez-Arenas: el traductor, jurista y militar Miguel Sáenz, quien ingresó en la RAE en 2013 con el discurso “Servidumbre y grandeza de la traducción”.
A continuación tomó la palabra D. Hugo O´Donell y Duque de Estrada, Comandante de Infantería de Marina retirado, Duque de Tetuán, Numerario de la Real Academia de la Historia y asociado de AEME, quien en nombre de su Directora hizo un breve repaso de lo que ha significado a través de los siglos la confluencia de las artes y las armas, que ha proporcionado excelentes obras que nos han permitido conocer el ambiente social de nuestros antepasados y que hoy día contribuyen al enriquecimiento del conocimiento de la sociedad y de la historia militar.
Tras estas exposiciones, el Secretario de AEME, Coronel del Cuerpo de Sanidad Militar, r, D. José Ramón Navarro Carballo dio lectura al acta de la última Asamblea General, en la que se acordó los nombramientos de Asociados de Honor, cuyos Diplomas acreditativos fueron entregados por el Jefe de Estado Mayor del Ejército y el General Director de la Escuela.
El profesor Velarde Fuentes, dio las gracias por las distinciones recibidas en un breve discurso, y a continuación el Coronel Domínguez Martínez-Campos, Presidente de AEME pronunció una alocución en la que hizo un repaso de la ejecutoria de D. Miguel de Cervantes, agradeciendo a las Autoridades y asistentes su presencia y haciendo una especial mención a las familias de los militares escritores que han de sufrir, en muchas ocasiones, el aislamiento necesario para la redacción de sus manuscritos, con las siguientes palabras:
La Asociación tiene hoy el orgullo de contar sus primeros “Asociados de Honor”. D. Miguel de Cervantes, nacido en Alcalá de Henares en 1547, era hijo de Rodrigo y de Leonor, castellano austero, no sabemos a ciencia cierta la fecha de su ingreso en la Milicia, aunque podemos situarla con bastante aproximación entre 1568 y1569.
El hecho de mayor resonancia por el que se conoce a Don Miguel siendo soldado de la Infantería española, fue su participación en la Batalla de Lepanto. Embarcado en la goleta “Marquesa” fue herido por dos disparos de arcabuz en el pecho y otro más en la mano izquierda, con lo que quedó discapacitado por la inmovilidad de la misma.
Después de participar en otras misiones militares, en las que demostró valentía, arrojo, inteligencia, y dotes de mando, obtuvo Cartas de Recomendación ante el rey Felipe II, firmadas por D. Juan de Austria y por el Virrey de Nápoles. Salió D. Miguel desde el puerto de Nápoles con destino a España en una flotilla capitaneada por la galera “El Sol”. Cuando ya se avistaba el puerto de Marsella, la galera cayó en manos de piratas berberiscos y D. Miguel de Cervantes, conducido como prisionero, lo llevaron a Argel en 1575.
Debido a las Cartas de Recomendación que llevaba, los berberiscos pidieron por él un rescate de 1.000 ducados (unos 3,5 Kg. de oro). Era una enorme suma que la familia no pudo pagar, pasó cuatro años de cautiverio y estuvo a punto de ser empalado, como consecuencia de los cuatro intentos de fuga. Como él había allí otros 15.000 cautivos cristianos.
En 1580, el 19 de septiembre, fue rescatado por fin, por el Padre Redentorista Fray Juan Gil. De regreso a España participó en las campañas de Portugal y Azores de 1580 a 1585. A partir de este último año dio por finalizada su vida militar, había permanecido en la Milicia más de 15 años. Después, D. Miguel alcanzó la mayor fama y gloria, no solo como soldado español, sino como el grande escritor de todos los tiempos.
No es extraño que todos los que nacimos en la misma ciudad, en la que él nació nos sintamos orgullosos de ser paisanos del más ilustre de sus hijos.
Hoy, su ejemplo como soldado y, sobre todo, su gran obra literaria, permanecen vivos en el modo de ser español, y en nuestra memoria y también en la de la mayoría de las naciones del mundo, en muchas ellas debido al esplendido trabajo que lleva a cabo el INSTITUTO CERVANTES, obra cultural, que sin duda, realza la imagen de nuestra patria en el exterior.
A los otros homenajeados, Don Juan Velarde Fuertes y D. Felipe Quero Rodiles, la Asociación les agradece profundamente haber aceptado el merecido nombramiento de que han sido objeto.
Deseo expresar también desde esta tribuna, otros agradecimientos en nombre propio y en el de la asociación que me honro en presidir.
Al Jefe del Estado Mayor del Ejército, General de Ejército D. Jaime Domínguez Buj, que aprobó de inmediato la propuesta que le hice para que este acto tuviera lugar en un Centro militar dependiente de su autoridad.
Al Jefe del Gabinete del Jefe del Estado Mayor del Ejercito D. Fernando Barrón Clavet que ha proporcionado a la Asociación toda la colaboración que solicitamos del Cuartel general del Ejército.
Al General de Brigada D.Jorge Requesens Quer, Director de esta Escuela de Guerra, que desde el primer momento dio toda clase de facilidades para que este solemne acto pudiera realizarse en la misma.
A D.Hugo O´Donell y Duque de Estrada, académico y censor de la Real Academia de la Historia, por su amable y magnifica colaboración que ha tenido durante este acto y que desde el momento en que se lo solicité, contesto afirmativamente a la misma.
A D. Manuel Sánchez Ron, Vicedirector de la real Academia Española, por su excelente colaboración en el desarrollo de este acto de nombramiento de nuestros “Asociados de Honor” y recordarnos cuales han sido nuestros 45 militares escritores más insignes representantes en la Real Academia.
A todas las autoridades civiles y militares que accedieron inmediatamente, a acudir a esta Escuela de Guerra y que hoy honran a nuestra asociación con su presencia.
A todos nuestros invitados y amigos, a los que agradecemos su colaboración con nuestra Asociación y su afecto hacia la misma.
Por último, me dirijo a vosotros, a nuestros asociados, todos debemos ser conscientes de que la principal razón de la existencia de la Asociación somos los asociados.
Desde el momento en que me hice cargo de la Presidencia de la misma, en el programa que propuse a la Asamblea General para ser ejecutado por la junta Directiva, el principal objetivo de esta última es tratar de resolver los problemas que pudierais tener así como vuestros deseos e inquietudes en relación con la Asociación, y permitirme aquí una breve licencia, el agradecimiento que os debe la Asociación lo hago extensivo, sobre todo a vuestras respectivas esposas, porque son ellas las que sufren y padecen durante horas, días, meses, la soledad cuando el militar escritor dedica su tiempo a la muy noble pero muy solitaria tarea de escribir.
Tras estas palabras, el Presidente de AEME solicito la venia del General JEME para finalizar el acto, levantándose a continuación la sesión e interpretándose el Himno Nacional por la banda del Regimiento Inmemorial núm. 1, que amenizó los momentos anteriores el comienzo del acto con pasodobles y marchas militares
A continuación fue ofrecida una copa de vino español, en la que el General JEME realizó el tradicional brindis por S.M. el Rey, los numerosos asistentes departieron largo rato mostrando sus simpatías por el acto y la Asociación que lo ha promovido.
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