Abaratar la guerra: Armamento escaso y sofisticado VS Armamento numeroso y eficaz. Coronel Lopez Diaz

 

 

Abaratar la guerra: Armamento escaso y sofisticado VS Armamento numeroso y eficaz

 

Introducción

Durante la Guerra Civil norteamericana, Lincoln consideró el factor clave entre la victoria y la derrota como la búsqueda de un general que comprendiera la «horrenda aritmética» de la guerra. La guerra es una contienda de sangre y dinero; los enormes gastos en vidas humanas y recursos materiales son lo que permiten o no continuar un conflicto.  Pero aunque esta aritmética cambia constantemente, nunca lo había hecho con tanta rapidez como ahora. Durante la Guerra Fría, Estados Unidos lanzó programas costosos como el de la Guerra de las Galaxias, no solo por su valor estratégico, sino para enviar una señal al Kremlin: ni su economía ni su maquinaria bélica podían seguir el ritmo. Gorbachov, convencido, abandonó la competencia con Estados Unidos, que había durado décadas

 

La ecuación de los gastos propios VS los del enemigo

En la Operación Telaraña, Ucrania utilizó drones económicos, supuestamente con un costo inferior a 500 dólares cada uno, para dañar bombarderos estratégicos valorados en millones de dólares, lo que degradó la capacidad de ataque de largo alcance de Rusia durante años. En la Operación León Ascendente, drones israelíes de bajo costo destruyeron misiles tierra-aire y radares iraníes, allanando el camino para la destrucción de instalaciones de mando y nucleares valoradas en decenas de miles de millones de dólares.

La operación estadounidense más elogiada de 2025 fue la Operación Martillo de Medianoche, la continuación de León Ascendente, y se estima que tuvo un coste de 196 millones de dólares, incluidos los casi 160.000 dólares por hora de vuelo del bombardero B-2 y los 1,87 millones de dólares por unidad de los misiles Tomahawk (sin tener en cuenta la compra inicial de los siete bombarderos B-2, que costaron 2.100 millones de dólares cada uno, ni el submarino de 4.300 millones de dólares que los lanzó). Quizás compensó gastar casi 200 millones de dólares para dañar las instalaciones nucleares iraníes, pero las cifras de la Operación Rough Rider, los ataques contra los hutíes la primavera pasada, no parece que fueran rentables. El Pentágono gastó aproximadamente 5000 millones de dólares en municiones y gastos operativos para detener los ataques a la navegación en el Mar Rojo, ….pero estos se han reanudado  en  Diciembre del 2025.

Fig. 1. Combatientes Houthis cerca de Sanaa, Yemen, 14 Enéro 2024. (AP Photo)

 

Igual se puede decir sobre las operaciones actuales en el Caribe contra el Cártel de los Soles, con sede en Venezuela y vinculado al gobierno. El Departamento de Justicia declaró al cártel como una red de transporte de cocaína, capaz de mover un producto por un valor estimado de entre 6.250 y 8.750 millones de dólares en drogas (el cártel obtiene un porcentaje desconocido, pero claramente menor, de ese valor total en ganancias reales). Para combatir a este enemigo, Estados Unidos ha reunido una flota cuya adquisición costó unos 40.000 millones de dólares. Sólo el portaaviones Gerald Ford costó 4.700 millones de dólares en su desarrollo y 12.900 millones de dólares en su construcción. La fuerza concentrada cuenta al menos con 83 aeronaves de diversos tipos, incluyendo 10 F-35B (109 millones de dólares cada uno), siete drones Predator (33 millones de dólares cada uno), tres P-8 Poseidón (145 millones de dólares cada uno) y helicópteros de combate AC-130J, cuyo valor individual son 165 millones de dólares. Sin duda, todos estos activos seguirán en servicio mucho después de que la Operación Lanza del Sur concluya, pero estamos hablando del coste de medios del despliegue.

 

Fig. 2. Despliegue fuerzas americánas  31 Octubre 2025 . Fuente : Reuters reporting, MarineTraffic, Flight Radar24, Sentinel-2, Planet Labs PBC

 

Respecto al gasto diario por operaciones, solo el Ford cuesta unos 8 millones de dólares diarios de mantenimiento. Los F-35 y los AC-130J gastan unos 40.000 dólares por hora de vuelo; los P-8, unos 30.000 dólares; y los Reapers, unos 3.500 dólares. Para la destrucción de los alrededor de 30 botes de los narcos, hasta la fecha, las fuerzas estadounidenses han disparado bombas AGM-176 Griffin (127.333 dólares cada una en 2019), Hellfires ( con un precio de entre 150.000 y 220.000 dólares) y, posiblemente, bombas de pequeño diámetro GBU-39B (40.000 dólares). En algunos casos, se informa que disparan cuatro municiones por ataque: dos para matar a la tripulación y dos más para hundirla.  Una de las embarcaciones descrita como como una embarcación tipo Flipper de 11,8 metros con cuatro motores de 200 caballos de fuerza, cuesta nueva unos 400.000 dólares pero las viejas lanchas que aparecen en los vídeos cuestan mucho menos. Las  tripulaciones ganan 500 dólares por viaje. En suma, el costo de la flota desplegada es al menos cinco veces mayor que los beneficios que obtiene el cartel. El elemento aéreo desplegado cuesta al menos el doble. Y unas 5.000 veces el costo de las embarcaciones destruidas.

Pero estas cifras empeoran si nos ponemos en defensiva. En septiembre, un enjambre  de 19 drones rusos invadió el espacio aéreo polaco. Los drones tipo Gerbera cuestan 10.000 dólares, tan baratos,  que suelen usarse como señuelos para desviar y saturar las defensas aéreas ucranianas. La OTAN respondió con una fuerza de respuesta de 500 millones de dólares compuesta por F-35, F-16, aviones con radar AWACS y helicópteros, que derribaron cuatro de los drones con misiles AMRAAM de 1,6 millones de dólares.

Pero mucho peor fue la ecuación contra los húties. Las unidades de la US Navy, dispararon, 120 misiles SM-2, 80 SM-6 y 20 SM-3 , con un costo aproximado de 2,1 millones de dólares, 3,9 millones de dólares y más de 9,6 millones de dólares respectivamente cada uno. Y esto para defenderse de un grupo que opera desde la 187.ª economía del mundo.

A modo de comparación, Ucrania va camino de construir, comprar y utilizar más de cuatro millones de drones este año 2025. El Ejército estadounidense, por su parte, intenta  adquirir 50.000 drones en 2026, el 1,25 % del total ucraniano. En sus planes más optimistas, espera adquirir un millón de drones en los próximos dos o tres años.  Eso no significa que los sistemas sofisticados no tengan valor. Ucrania ha elogiado el Patriot, de fabricación estadounidense por su capacidad para detener armas que ningún otro sistema de defensa aérea puede destruir, pero estas armas son escasas, su fabricación puede tardar hasta dos años y cuestan alrededor de 4 millones de dólares. Pero esta no es el arma para derribar drones baratos.

Occidente necesita cantidades mucho mayores de armamento económico para hacer frente a las amenazas que plantean Rusia y China. Una de las lecciones aprendidas de Ucrania, es que puede producir armas rentables e incluso igualar en eficacia a los costosos sistemas occidentales. Los dirigentes del Ministerio de Defensa ruso se han jactado de que sus armas son “cientos de veces más baratas que los sistemas desplegados para ser utilizados contra nosotros».

China, también cuenta con un amplio arsenal de armas baratas. La defensa de bases clave en el Pacífico podría requerir decenas, si no cientos, de millones de dólares para repelerlo.  Estados Unidos podría agotar rápidamente su suministro de armas, por lo que está explorando cómo construir en masa drones más baratos. Respecto a Europa, la falta de compras conjuntas y las preferencias nacionales en materia de gasto en defensa se traducen en mercados pequeños con bajos niveles de producción, lo que provoca  costes unitarios mayors. Un mercado más integrado generaría mayores economías de escala, lo que se traduciría en precios más bajos y una mayor preparación para la defensa.

 

 

Conclusiones

La invasión rusa de Ucrania enseña que Occidente se ha estado preparando para un tipo diferente de guerra, con alta precisión, alta tecnología, pero muy costosa. Los conflictos contra la insurgencia en Iraq y Afganistán eran menos exigentes.

Rusia, con la invasión de Ucrania, ha cambiado ese paradigma. La guerra en Ucrania es una lucha de desgaste que consume municiones y armamento en cantidades inimaginables hace unos años. Rusia, como China, cuenta con una gran cantidad de material para desplegar, lo que no sucede con Occidente tras décadas de la Guerra Global contra el Terror.

Esta guerra es diferente de otras, en especial por la aparición de los drones, y la omnipresencia de la EW y la guerra cyber, y se ha visto que Occidente y Europa en particular no están preparados para llevarla a cabo.

Los ejércitos occidentales están cambiando sus prioridades, como poner mayor énfasis en la guerra de trincheras y explorando el valor de sistemas de bajo costo como los drones. También han detectado qué se necesita más armamento y más barato. Y Europa debería aspirar a una mayor integración del mercado de defensa en lugar de proteger los mercados nacionales más pequeños.

Cuando se gasta en órdenes de magnitud superiores a tu enemigo, te encuentras con una «ecuación perdedora». Si EEUU y Occidente no dominan las nuevas matemáticas del campo de batalla, será difícil ganar una sola batalla.

 

Juan Angel López Diaz. Coronel de Infanteria de Marina, r

Miembro AEME, Centro Pensamiento Naval y Eurodefensa España