29 de diciembre. Centro de Mayores La Estrella. Conferencia “HISTORIA DE LA BANDERA DE ESPAÑA”, Jose Ignacio Mexia Algar

 

Jose Ignacio Mexia Algar. Coronel de Ingenieros, r. asociado de AEME impartirá en el Centro Municipal de Mayores “La Estrella, Carmen Martín Gaite”  C/. Pez Austral 6 (Metro Sainz de Baranda) las 18:00 horas una conferencia sobre:

 

“HISTORIA DE LA BANDERA DE ESPAÑA”

 

Este es el texto de la  conferencia:

 

  1. FINALIDAD Y ETIMOLOGÍA.

La finalidad de esta conferencia es el conocimiento de la BANDERA DE ESPAÑA, es decir su significado, su origen y su historia.

La VEXILOLOGIA  es la ciencia que estudia las banderas en su sentido más amplio y tiene cierta relación con la HERALDICA, que estudia los Escudos. Esta palabra procede del latín Vexilium, que era el guion que las tropas romanas usaban para distinguir sus Legiones.

El término BANDERA, etimológicamente proviene del vocablo germano bind (lazo, cinta) que pasó al castellano a través del romance en la forma bande, que era el guión o emblema de un grupo  o banda de personas. En resumen, Cinta o lazo que caracteriza o representa a una colectividad o grupo.

  1. ¿POR QUÉ UNA BANDERA?

Desde que el hombre es hombre y se va uniendo con otros semejantes formando grupos, sintió la necesidad de diferenciarse de otros, para defenderse o atacarles, adoptando algún signo exterior. De ahí los tatuajes, los penachos, las plumas y los colgantes, del vestuario que las tribus indígenas usan.

Estos signos tenían una función puramente diferenciadora y pronto tuvo, además, un carácter religioso que debía mostrarse a una cantidad de gente cada vez mayor, por lo que se alzan sobre palos o lanzas. De la Biblia podemos extraer una gran cantidad de ejemplos. Pero, quizás el más significativo sea el VEXILIUM romano, lienzo cuadrado de color rojo y con un motivo en él característico de cada Legión, pendiente de una cruceta y que portaba el vexillarius. Podemos decir que el vexilium romano es el precedente más cercano a las actuales banderas como enseñas identificadoras de un rey, de una nación, pero también de una comunidad o del Real Madrid.

En cuanto a nuestra Enseña, la Constitución Española y leyes que la desarrollan, lo expresan con claridad: “La Bandera de España simboliza la nación; es signo de soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución. (Ley 39/1981 de 28 de octubre).

  1. FORMAS, COLORES, DIMENSIONES Y TIPOS DE BANDERAS.

Una bandera, cualquiera que sea ésta, se compone de un TEJIDO o PAÑO y un ASTA. El asta termina en una punta que se llama MOHARRA y se apoya en un refuerzo denominado REGATON. La parte del tejido unida al asta es la VAINA y la opuesta se llama BATIENTE.

Las FORMAS son también muy variadas. La más extendida es la rectangular. Tan solo actualmente El Vaticano y Suiza las tiene cuadradas y Nepal con un batiente en forma de dos puntas. En la Edad Media encontramos batientes de las más diversas formas,  farpadas en punta, redondeadas, cuadras, corneta, pendón, gallardete triangular, etc.. No existía reglamentación alguna. Hasta finales del siglo XVI el batiente era curvo y en los siglos XVII, XVIII y XIX, cuadradas. A partir de finales del siglo XIX y XX suelen ser ya de forma rectangular apaisada.

 

Los COLORES son variados a través de las épocas o usos y se presentan en liso, listas horizontales o verticales.

 

En ellas suelen aparecer SÍMBOLOS, como escudos reales o nacionales, de unidades militares, religiosos, así como inscripciones.  Cabe destacar la Cruz de Borgoña, incorporada en el siglo XVI  e introducida por Felipe I el Hermoso ha sido muy utilizada en las Banderas de España. También conocida por Cruz de San Andrés o Aspa de San Andrés, está formada por dos troncos de árbol, con sus “ramitas” apuntado hacia arriba y siempre de color rojo. El eje puede situarse paralelo a la vaina o perpendicular ella, lo que hace variar la dirección de las ”ramitas”. De todas formas, ejemplos hay de “troncos imposibles”. La Cruz de Borgoña era de uso obligado en todos los soldados del Ejército español cuando no existían los uniformes para diferenciarse de los enemigos. Por eso puede considerarse el símbolo más antiguo de nuestras Fuerzas Armadas y es usada en los aviones del Ejército del Aire. En 1843, desaparece el aspa o se reduce de tamaño para poderla centrar dentro de la lista amarilla de la Bandera bicolor, pero se restablece en 1923. Obviamente, la II República la suprime.

 

Las DIMENSIONES son variadas y dependen de la forma y del tipo de las banderas, así como de su empleo. En los Tercios de Flandes y como quiera que se utilizaban para situar a las tropas en el combate, llegaron a tener dimensiones de hasta 3,00 m, ya que debían sobresalir sobre las picas. Más tarde, en el siglo XVIII, se redujeron a 2,10m y hoy en día suelen ser sobre el metro y medio. La dimensión en altura viene en función del asta, de forma que con la Bandera en reposo, el tejido no roce el suelo.

 

Hay varios TIPOS de banderas que es conveniente conocer, según el uso de ellas, entendiendo siempre que todas son símbolos del Estado.

 

Las que denominamos, Banderas de asta, son, las que, por decirlo de alguna manera, portan los abanderados a pie y vemos en las paradas militares o actos protocolarios sobre astas de pequeño tamaño, que viene a ser el suficiente para que puesta de pie, le tejido no roce el suelo.

 

Las Banderas de driza son las que izan en mástiles de mayor altura.

 

Se denominan Estandartes, las que utilizan las tropas de Caballería o antiguas Unidades Montadas, como Artillería e Ingenieros, y son cuadradas, de 56 cm de lado y con flecos.

 

Pendón, estandarte largo colgado de una asta, generalmente acabado en dos puntas, que se lleva en las procesiones como insignia de una iglesia, una cofradía, etc.

 

En la Armada, la Bandera que se enarbola a popa se denomina Pabellón de guerra y es de grandes dimensiones, dependiendo del buque. La entrega una madrina al Comandante, rodilla en tierra. En puerto se usa una del nº 5 ó 6, que se iza a las 8:00  y navegando una del nº 8 ó 9 y que no se arría de noche. En proa, en ocasiones destacadas, se coloca la Bandera de Tajamar o Torrotito, que es cuadrada con los cuatro cuarteles del Escudo de España, Castilla, León, Aragón y Navarra. Se coloca en la proa, todos los días festivos, tanto si el buque está fondeado en un puerto extranjero o en puerto nacional.

Los Guiones son las insignias que llevan, desde 1994, los jefes de unidad, tipo Regimiento o Batallón y los Banderines los de unidades tipo Compañía, de menor tamaño. En ambos casos son cuadrados.

 

En Caballería la Banderola de Lanza, también conocida como Limpiasangre, cuchilla a dos mesas.

 

La Bandera de Mochila o de percha: Esta bandera de reducidas dimensiones, 60×80 cm, compuesta por tres franjas en sentido vertical, se comenzó a entregar a los soldados del Ejército expedicionario de África por el año 1886 y se declaró reglamentaria en 1904 para todos los Cuerpos del Ejército. La finalidad era cubrir con ella sus pertenencias en la percha o repisa de los dormitorios en los acuartelamientos. En la franja central se colocaba el escudo contracuartelado, el de la Unidad u otra inscripción. En campaña se llevaba en la mochila, de ahí su nombre más corriente, y servía para, atada por fuera, señalar en avanzadilla a los que venían más a la retaguardia y que eran propios, para señalizar su posición. También se empleaba como mortaja, de ahí la canción… Solo quiero que me entierren con la Bandera de España…

Se dejó de usar en 1927, pero últimamente se ha comenzado a entregar a los soldados o…. en la AGM, como hemos podido ver hace unos días.

 

  1. LAS PRIMERAS BANDERAS DEL REY.

Ya se ha dicho que las banderas eran un símbolo que identificaba a un señor feudal o a un rey. Ambos personajes levantaban mesnadas y solían plasmar en los escudos de sus tropas sus señas nobiliarias que, posteriormente, pasan a lienzos o telas colocados en mástiles. Por ello la Historia de las banderas es una historia de insignias militares. Su extensión, como símbolo representativo de nuestra nación, es de mediados del siglo XIX, si bien hay alguna referencia en el siglo XVII.

Pero las Banderas no solo son una insignia, sino que, rápidamente, van a ser una representación de los valores o intereses de las tropas que combatían con ellas y el propio hecho de vivir y morir defendiéndolas otorga a éstas una especie de ALMA que no poseen otros símbolos. Los alféreces abanderados, siempre fueron soldados escogidos.

En la Edad Media, Los monarcas y la nobleza, comenzaron a usar diversos tipos de banderas como distintivo propio o de las tropas que reclutaban para su servicio, estando formadas por un pedazo de tela con el escudo de armas del Señor al que pertenecía el ejército. En España se utilizan armas heráldicas asociadas a sus reinos. Castilla, color carmesí con un castillo dorado, León, león púrpura sobre fondo blanco, cuatro palos rojos sobre fondo amarillo para Aragón y una cadena en orla, cruz y aspa para Navarra, sobre fondo rojo. Cuando los Reyes Católicos unifican sus Reinos, sus tropas usan una bandera carmesí cuartelada con los blasones de los reinos que formaban la España de entonces.

Y es precisamente en esos años cuando aparece el Aspa de Borgoña, antes referida. Era el símbolo del Archiduque, ya que Austria estaba bajo el patronazgo de San Andrés. Se incorporó como divisa en los uniformes de los Arqueros de Borgoña y más tarde a todo el Ejército, pintada sobre la ropa de los soldados para distinguirse en los combates, pues en aquella época no existían aún los uniformes. Posteriormente pasó a las banderas y desde 1994 se han incorporado a los guiones y banderines de las Unidades del Ejército.

En la primera mitad del siglo XVI, Carlos I, primer monarca de la Dinastía de los Austrias, cada compañía lleva su propia Bandera, normalmente con las Armas de su capitán sobre el Aspa de Borgoña.

Para representar al Rey, Felipe II, solían llevar otra, la principal, que portaba el mando del Tercio y que era de seda amarilla, color clásico de los Austrias, con el Escudo imperial bordado y el Aspa de Borgoña. Las compañías llevaban otra amarilla con el aspa roja.

Aparte de estas, abundaron las banderas con motivos religiosos, de tamaño normal en las unidades a pie, y de gran tamaño, como el estandarte de la Santa Liga de la batalla de Lepanto. Las unidades suizas al servicio de la monarquía española usaban unas banderas muy características cuyo distintivo particular eran las “llamas”

Felipe V, primer rey de la Casa Borbón, cambió totalmente la filosofía y el diseño de las banderas de España. Este monarca es el que realmente unifica el Reino de España y pone sobre la Bandera de tela blanca, color de los Borbones, “su” Escudo sobre la Cruz roja de Borgoña. No es la Bandera de España, es la Bandera del Rey, si bien como era una monarquía absoluta, Rey y Estado eran lo mismo.

Se regula el tipo y uso de las Banderas:

  • Estandarte o Bandera Real: De color carmesí, con el escudo cuartelado completo bordado, añadiendo el escusón con las armas de Borbón, el Toisón de oro y el collar de la Orden del Espíritu Santo.
  • Banderas del Ejército: De color al blanco y regula las piezas que debe llevar.
  • Pabellón de la Armada: Blanco, con el escudo real.

En las unidades de Infantería, eran utilizados dos tipos de banderas:

  • Bandera Coronela, llamada así por ser la perteneciente al primer Batallón del Regimiento, cuyo mando ostentaba el propio Coronel. Sobre ella se colocaba el escudo real.
  • Bandera Batallona, para el resto de los Batallones, blanca con las Aspas de Borgoña en rojo.

Las unidades de Caballería, utilizaban Estandartes encarnados, con el escudo real.

A la Artillería le asignó las mismas banderas que a la Infantería, a pesar de lo cual fueron utilizadas por este Arma otras de diferentes colores, fundamentalmente azul por los cuerpos a pie y carmesí por los montados.

Cada monarca cambiaba la Bandera, al cambiar sus “Armas” o Escudo. El Reglamento de 1728 añadió que en las esquinas se colocaran las armas de los reinos y provincias de donde tenga el nombre o divisas particulares. Ha habido varias disposiciones que no vamos a tratar, como fue la adición de una corona real, el rótulo de la unidad, unos leones tenantes, etc…

 

  1. EL ORIGEN DE LA BANDERA BICOLOR.

Como ya se ha dicho, la Armada utilizaba un Pabellón blanco con el escudo del monarca reinante y ello le ocasionaba algún que otro problemilla, ya que las banderas que otras monarquías reinantes enarbolaba a popa o en mesana eran muy similares, predominando el color blanco de su paño. Tal era el caso de Francia, Gran Bretaña, Sicilia, etc., no siempre aliadas de España y que en alta mar daba lugar a lamentables confusiones, con andanadas por babor…Pese a ello …., la Armada, dispuso en el reinado de Fernando VI, 1748,  que:

“Por ahora usarán todos los navíos de la Armada la bandera ordinaria nacional (blanca), con el escudo de mis armas, hasta que yo tenga a bien disponer otra cosa”.

Tomemos nota que este Real Decreto denomina bandera nacional, por primera vez,  al Pabellón naval, cuando, en realidad era un símbolo o insignia militar.

Y eso es lo que el gran organizador Carlos III hizo en 1785 trató de evitar al encargar a su Ministro de Marina, Capitán General de la Armada, Antonio Valdés y Fernández de Bazán, que le presentase unos modelos de banderas con los colores que mejor se distinguiesen a distancia. Bien se sabía entonces que estos colores eran el rojo y el amarillo que hoy confirman todas las leyes cromáticas. Esta fue la razón, aunque bien es verdad que los colores rojo y amarillo siempre han estado presentes en la heráldica y Banderas de los reinos de España.

El Ministro convocó un concurso y seleccionó doce bocetos de los presentados, los cuales mostró al rey. El Soberano eligió dos de ellos,  si bien añadió que la lista central fuera de doble anchura que las dimensiones de las dos que la bordean. El primero de los modelos para la Marina de Guerra y el segundo para la Mercante.

 

El Real Decreto de 30 de enero de 1875 y el de 28 de Mayo de 1785,  especifican el tamaño de  los pabellones a tenor de los buques que los portaban, así como sus colores que se denomina por vez primera Banderas Españolas y Nacionales.

 

 

 

Real Decreto de 28 de Mayo de 1785

“Para evitar los inconvenientes y perjuicios, que ha hecho ver la experiencia,  puede ocasionar la Bandera Nacional de que usa mi Armada Naval y demás embarcaciones españolas, equivocándose a largas distancias o con vientos calmosos, con las de otras naciones, he resuelto que en adelante usen mis buques de guerra de Bandera dividida a lo largo en tres listas, de las que la alta y la baja sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total y la de en medio amarilla, colocándose en esta el escudo de mis Reales Armas reducido a dos cuarteles de Castilla y León con la Corona real encima…

 

Más tarde, en 1793,   y por Real Decreto de 8 de marzo, se amplió el uso de esta bandera a todos los establecimientos dependientes de la Armada y plazas y castillos del litoral.

  1. BANDERA EN LOS REINADOS DE CARLOS IV A ISABEL II.

Las unidades del Ejército siguieron utilizando banderas blancas, si bien algunas de ellas como el Real Cuerpo de Artillería utilizaron banderas de color azul.

En 1802 se crean el Real Regimiento de Zapadores Minadores y la Academia de Ingenieros, ambos pertenecientes al Real Cuerpo de Ingenieros creado en 1711, como Cuerpo Facultativo, es decir sin unidades de tropa. En la primera Ordenanza que define su uniforme, se disponía que sus banderas, Coronela y Batallona fuesen moradas con castillos y leones alternando en sus esquinas.

Otros Batallones y Regimientos creados durante la guerra de la Independencia, adoptaron banderas de diseños muy diversos, reutilizando incluso algunas viejas, incluso monjitas de clausura bordaron algunas,  y aunque la mayoría usó banderas blancas, también las hubo de otros colores  e, incluso, la bicolor roja y amarilla, como la del Batallón de Cazadores de Fernando VII. Pocas han quedado, ya que este monarca, entregó muchas de ellas al Duque de Angulema para “adornar” el templo de los Inválidos de Paris.

  1. LOS LEONÍFEROS.

Con la sublevación de Riego el 1 de enero de 1820 exigiendo el restablecimiento de la Constitución de 1812, se inició una era de reformas e innovaciones, entre ellas de las Banderas. El 16 de septiembre de 1820 se presentó en las Cortes una propuesta de modificación de las enseñas y con ella un león de bronce que sería utilizado como recompensa de mérito para las Unidades militares.

Las Cortes se prendaron de dicha novedad y decidieron que este león de pie de bronce con el libro cerrado de la Constitución asegurándolo con su garra derecha, sustituyera a las banderas nacionales bicolores, colocándolo en un asta de 8 pies de Burgos de altura (2,23 m), con un lazo encarnado y dos grimpolones con los colores del Pabellón Nacional. Durante la sesión se discutió sobre los colores del lazo, ya que cada partido o grupo político quería que fuera su color identificativo. Finalmente fue encarnado, como se ha dicho, para las unidades de Línea y el verde de los francmasones, sobre el morado de los comuneros, para la Infantería y Caballería Ligera.

El proyecto del decreto fue aprobado el 1 de noviembre de 1821, como Decreto VI, y rubricado por la real mano, el día 9 de diciembre. En él se definía la insignia colocada sobre un zócalo en el cuyo lado mayor se grabaría el nombre y número del Regimiento.

El Secretario del despacho del Ministerio de la Guerra encargó que se fundieran dos leones de las características dichas y 10 pulgadas (23 cm), para tenerlos como modelos de los que, en un futuro, se entregarían a todos los regimientos del Ejército y a la Milicia Nacional.

Este tipo de insignia estaba fundamentado en el símbolo creado por el general romano Cayo Mario para las legiones romanas en el siglo II a.c. y más tarde empleado por las tropas napoleónicas.

Al finalizar el Trienio Liberal en 1823 el Rey Fernando VII promulgó el decreto de 1 de octubre,  por el cual dejaba sin efecto todo lo dispuesto por las Cortes liberales.

No se tiene noticia de que se entregase a ninguna Unidad del Ejercito insignia alguna, a excepción del II batallón del regimiento Asturias, al mando del teniente coronel Rafael de Riego en enero de 1820. En mayo de 1821 le fue entregada, por el presidente de las Cortes y Capitán General de la Armada, Cayetano Valdés y Flores, una de las dos que se habían fundido. La otra ha desaparecido.

  • . LA BANDERA BICOLOR COMO ENSEÑA NACIONAL.

Pero fue durante el reinado de Isabel II cuando se  generalizó el uso de la Bandera bicolor en el Ejército de Tierra. Por Real Decreto de 13 de octubre de 1843 se dispuso la sustitución de todas las enseñas del Ejército por otras nuevas “rojigualdas”, que, como se ha dicho anteriormente, ya se habían venido usando cada vez más.

Siendo la Bandera nacional el verdadero símbolo de la monarquía española…

 

 Artículo 1º. Las Banderas y Estandartes de todos los cuerpos e institutos que componen el Ejército, la Armada y la Milicia Nacional, serán iguales en colores a la Bandera de guerra y colocados éstos por el mismo orden que lo están en ella.

A partir del citado R.D., las banderas deberán ser todas rojigualdas, de 1,47×1,47 m, desapareciendo la diferencia entre Coronelas y Batallonas. Todas dispondrán en su centro un escudo circular con las armas Reales, reducidas al cuartelado de Castilla y León, con las lises en su centro y la granada en punta, colocado sobre el cruce de una pequeña aspa roja de Borgoña y rodeado por una inscripción en letras negras con el Arma, número y batallón del Regimiento. Curiosamente y como “excepción a la regla, Isabel II, prendió las Corbatas de la Real Orden de San Fernando a la Bandera “morada” del Regimiento de Ingenieros el 15 de noviembre de 1850. Durante el gobierno provisional del general Serrano se siguió utilizando la misma Bandera, si bien con una corona mural.

Cuando como consecuencia del Pronunciamiento y Revolución de 1868, Isabel II abandona España, y durante ese período de 1868 a 1874, denominado Sexenio Democrático, se buscaron  emblemas nuevos que no recordasen el pasado borbónico. El Partido Republicano Democrático Federal, en 1868, ondeó como bandera oficial una roja pero también aparecieron otras, como una de tres listas, roja, blanca y morada, que posteriormente se dijo que sería la de la I República. Pero las hubo de todas la variantes posibles.

En las Cortes Constituyentes de 1869 se llegó a discutir una propuesta de una bandera tricolor, roja, amarilla y morada. Sin embargo esta Constitución, establece que la forma de Gobierno es una monarquía y no habla nada sobre la Bandera, que siguió siendo la bicolor roja y amarilla, si bien con el escudo de las Cortes Constituyentes de 1869 y que era el de la moneda de 5 pesetas, acuñada ese año.

Pero hay otra historia más madrileña. Ángel Fernández de los Ríos, concejal del partido Progresista del Ayuntamiento de Madrid, en diciembre de 1868, propuso que la nueva Corporación no usara en sus fajines los colores rojigualda anteriores, sino uno tricolor, añadiendo el morado del Pendón de Castilla, de forma que se complementaran el rojo y oro de la Bandera Nacional. Y así se presentaron en las Cortes Constituyentes de 1869. Esta idea fue acogida por otros ayuntamientos, sin que se considerasen estos colores como un símbolo nacional, sino local.

Amadeo I de Saboya (1871-1873) respetó la Bandera bicolor, si bien con un escudo en el cual, los tres lises borbónicos se sustituyen por la Cruz blanca de Saboya.

Durante la Primera República (1873-1874), aunque hubo algún proyecto de introducir una Bandera con una lista de color morado, finalmente no se aprobó, utilizándose la bicolor con un escudo con dos cuarteles y sin corona.

Durante los reinados de Alfonso XII y XIII se mantuvo el mismo diseño que el definido en la Instrucción de 1867.

 

  1. LA BANDERA TRICOLOR DE LA SEGUNDA REPÚBLICA.

Al caer la monarquía el 14 de abril de 1931, se suprime la bandera bicolor y por Decreto de 27 de abril se establece una enseña tricolor con tres listas de igual altura, roja, amarilla y morada. En el centro de la lista central se implantaba el Escudo de la I República del modelo que figuraba en la moneda de 5 pesetas acuñada en 1869. Dos meses más tarde otro decreto determina que las usadas por el Ejército sean cuadradas de un metro de lado y con flecos oro. Éibar fue la primera localidad en izar esta bandera desde su Ayuntamiento, el día 13 de abril.

Sin duda esta fue una Bandera de España, pero su adaptación contiene algún error de tipo ideológico e histórico. En primer lugar, el citado Decreto la reconoce como emblema de España, como si la bicolor fuera la bandera de la monarquía o del Rey, que tenía su propio estandarte, por cierto de color carmesí desde Isabel II.

En segundo lugar el color morado, dice el decreto, el que la tradición admite por insignia de una región ilustre,  refiriéndose a Castilla. De esa manera, el rojo y amarillo podrían corresponder al antiguo reino de Aragón y el morado al de Castilla y ahí está el error. Heráldicamente el color de Castilla es rojo o tal vez con un matiz carmesí, ya usado en la corte de Alfonso VIII. Además, ya hemos dicho que el León rampante es purpura y el Pendón de Castilla carmesí, por lo que se admite que ese color es el característico de Castilla.

Todos sabemos que el color morado es una mezcla de dos colores básicos, azul y rojo. Si la proporción de rojo es grande obtenemos un color carmesí y si añadimos una pizca más, color púrpura. Si es al contrario, lo que añadimos es azul, nos aparecen variados morados. El tiempo tiende a degradar el color carmesí, llegando a parecer un morado. Esto es lo que ocurrió con el Pendón de Castilla y con la famosa Bandera de los Comuneros de Villalar, que era carmesí y no morada.

Por lo tanto, el color morado, presentado desde antiguo como representativo de la inclusión del pueblo castellano para considerar todos los pueblos de España, ha sido siempre un error.

Sin embargo, el color morado, aparece como color “político”. Fue utilizado en el reinado de Fernando VII como identificativo del grupo denominado de los “comuneros” y también en el Sexenio democrático y I República

 

  1. RESTABLECIMIENTO DE LA BANDERA BICOLOR EN EL GOBIERNO DEL GENERAL FRANCO.

Durante los primeros meses de la Guerra civil de 1936, ambos bandos utilizaron la bandera tricolor. Con ella las tropas de Marruecos cruzaron el Estrecho. Al suprimirse el Ejército, se suprimen sus enseñas, por lo que en el bando republicano se usaron otras banderas según los partidos y milicias. Cuando en noviembre se restablece el Ejército Republicano se restablece también el uso de la bandera tricolor.

Las presiones y el apoyo de sectores monárquicos, como los carlistas,  así como la necesidad de identificar en los distintos frentes a ambos bandos, motivó que en el bando nacional se restableciera la bandera bicolor por Decreto 77 del 29 de agosto de 1936. (Boletín Oficial de la Junta de Defensa). Sin embargo las tropas que tomaron Granada y Sevilla se anticiparon usando ésta enseña el día 15 de agosto.

Las unidades lo que hicieron fue tapar la banda morada con un paño rojo, con lo que existen banderas bicolores con las tres franjas iguales y el escudo republicano con la corona mural. Posteriormente, por Decreto de 2 de febrero de 1938 (B.O.E. 470) se sustituyó dicho escudo por el nuevo, con el águila de San Juan y la divisa “Una, Grande y Libre”. “semejante” al de los Reyes Católicos, pero no igual, porque no están  en él el reino de Sicilia y si Navarra.

La Orden Circular 30 de abril de 1940 define las Banderas y Estandartes, incorporando en ellas el nuevo Escudo con las Torres de Hércules bajo las alas y en 1945, se aprueba el Reglamento de Insignias, Banderas y Distintivos (BOE 12 octubre 1945), con un nuevo modelo de Escudo, las Torres fuera de las alas. En ambos Decretos aparece como color de la lista central “amarillo gualda”, manteniéndose este modelo hasta la Constitución del 78. El término gualda proviene del tinte utilizado para obtener este color a partir de la planta “Reseda Luteola”, pero se desconoce cuándo empezó a denominarse de ese modo.

Desconozco el momento en el que el color amarillo de la franja central comenzó a denominarse gualda, siendo asimismo curioso que no se hiciera lo propio con el rojo pese a la existencia de diversas tonalidades de este color, pero de lo que no cabe duda es de que el término gualda se refería al tinte utilizado para obtener esa tonalidad dorada

 

  1. LA BANDERA ACTUAL.

La Bandera nacional actual es la misma que venía utilizándose desde el reinado de Isabel II, salvo en lo referente al Escudo que ahora es el actual de España. Al restaurase la monarquía la Constitución de 1978 el artículo 4, dice

“La Bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas”.

En la redacción original del texto se siguió la denominación de los anteriores Decretos de 1940 y 1945, en los que los colores se identificaban como rojo y amarillo-gualda, y fue precisamente este último adjetivo el que suscitó la disconformidad de Camilo José Cela argumentando que el término gualda correspondía al ámbito heráldico, por lo que no era adecuado utilizarlo en el contexto de la Constitución al igual que no se decía gules para definir al color rojo. Si bien, efectivamente, en heráldica al rojo se le denomina gules, al amarillo no le corresponde el gualda sino el oro, esto no evitó que gualda desapareciera de la redacción definitiva.

A este modelo de Bandera  se le pone el calificativo de  “constitucional” porque en ésta se define, no así en el resto de las siete constituciones anteriores, exceptuando la de 1931, que, como ya se ha dicho, si determina su composición en su artículo 1.

El Escudo no está tratado en la Constitución del 78. En 1981 una Ley define el nuevo Escudo de España y éste es el que se integra en nuestra Bandera, que vendrá regulado su uso en un nuevo Reglamento. Las leyes que regulan la Bandera de España son:

Real Decreto 1511/1977, de 21 de enero, aprobando el Reglamento de Banderas y Estandartes, Guiones, Insignias y Distintivos (BOE nº 156)

Real Decreto 441/1981, de 27 de febrero, por el que se especifican técnicamente los colores de la Bandera de España. (BOE nº 64).

Ley 33/1981, de 19 de octubre, definiendo el nuevo Escudo de España. (BOE nº 250).

Ley 39/1981, de 28 de octubre, 12 de noviembre, regulando el uso de la bandera de      España y de otras banderas y enseñas. (BOE nº 271).

Real Decreto 684/2010, de 20 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de Honores Militares.

 

  1. LA BANDERA ES LA PROTAGONISTA.

 

La Bandera de España es siempre objeto de noticias y protagonista de anécdotas o hechos históricos como la Batalla de Castillejos, inmortalizada por Mariano Fortuny y la arenga del General Prim a los voluntarios catalanes:

‹‹Soldados podéis abandonar esas mochilas porque son vuestras, pero no podéis abandonar esta Bandera porque es de la Patria››.

Pero recordemos otras más cercanas:

 

  • Los colores de la bandera en la mantilla de la silla de montar de la Guardia Real británica.
  • El toro de Osborne, diseñado en 1956 por Manuel Prieto, republicano.
  • Bandera de España en el Proyecto Apolo 14 (1972) en la luna, en el Museo Naval.
  • Emilio Herrera Linares y la NASA.
  • El color “malva” de la patrulla Águila en el desfile de las FAS en 2020.
  • La Bandera más grande de driza, Plaza de Colon, 294 m2.
  • La Bandera de Olvés, Zaragoza, 22.000 m2, cubriendo un campo de cerezos.
  • La Bandera de Valdebebas, de 731 m2.
  • La Bandera de mochila y la Jura de Bandera de la Princesa Leonor el 7 de octubre.

 

Pero quizás la más famosa de todas el Pasodoble de la Banderita de la Zarzuela “Las Corsarias”, dedicado a los soldados españoles que combatían en el Rif, con una letra cargada de nostalgia de la Patria. El pasodoble lo interpretaba una mujer, la abanderada, acompañada por un coro de mujeres.

Y con ello ponemos este broche de oro a esta charla, escuchando el Pasodoble de la banderita