Gálvez sitia a los ingleses en Pensacola
Tal día como hoy, 10 de marzo de 1781, desembarcaban los primeros hombres del contingente con el que Bernardo de Gálvez, gobernador de la Luisiana, acometió la conquista de Pensacola, en Florida, entonces en manos inglesas.
Gálvez era un joven militar malagueño que había llegado a la Luisiana con la misión de fundar nuevas colonias y ayudar a los independentistas alzados contra Inglaterra en las colonias norteamericanas. Consciente de que la clave estratégica estaba en el control del Misisipi, en 1780 inició una campaña que le llevó al rango de mariscal de campo con sólo 33 años. Inmediatamente después puso sus ojos en Mobila, en la actual Alabama, y la conquistó. El camino quedaba abierto para la reconquista de Florida, lo cual pasaba por tomar Pensacola, el puerto más importante de la zona. Pero no iba a ser fácil.
Para entrar en Pensacola había que superar una línea inglesa de fuego cruzado: a un lado, la isla de Santa Rosa, que cierra la bahía, y al otro, un fuerte inglés. Gálvez tomó la isla, pero el cañoneo enemigo hizo embarrancar al buque insignia español. El jefe de las fuerzas navales, Calvo de Irazábal, amedrentado, prohibió a nuestros barcos atravesar la bahía. Y sin eso, no habría asalto. Las tropas españolas quedaron clavadas en el terreno. Durante días, Gálvez y Calvo intercambiaron cartas con duras acusaciones. Pero había algo peor: se avecinaba temporal y, en ese caso, los barcos tendrían que volver a hacerse a la mar para no estrellarse contra la costa, frustrando definitivamente el asalto. De modo que Gálvez se lía la manta a la cabeza y decide lanzarse en solitario. Sube a bordo de su barco, el Galveztown, e iza la insignia de almirante. Para provocar a Calvo, le envía a un joven oficial con un curioso presente: una bomba. Y con la bomba, un mensaje que decía así: “Una bala de a treinta y dos recogida en el campamento, que conduzco y presento, es de las que reparte el Fuerte de la entrada. El que tenga honor y valor que me siga. Yo voy por delante con el Galveztown para quitarle el miedo”.
Dicho y hecho: los cuatro barcos que Gálvez tenía a su cargo, con él mismo al frente, penetraron en la bahía bajo el fuego enemigo. Sin sufrir apenas daños, los cuatro pasaron la barrera de fuego y llegaron al otro lado. El resto de la escuadra, picada en su orgullo, siguió al mariscal. Podemos ahorrarnos los detalles de la batalla. Los ingleses se rindieron, Pensacola cayó y, con ella, toda la Florida. Las operaciones concluyeron el 9 de mayo de 1781. Los rebeldes norteamericanos quedaron muy fortalecidos, pues su frente de combate se redujo, y los ingleses ya no levantarían cabeza. En 1783 se firmaba el Tratado de Versalles, que reconocía la independencia de los Estados Unidos y confirmaba la posesión española de Florida.
Otros hechos:
1126: Alfonso I “El Batallador” de Aragón, en su cruzada por Al-Ándalus para redimir mozárabes y llevarlos consigo al norte, derrota a los almorávides en Puente Genil.
1526: Carlos I se casa con Isabel de Portugal, la princesa más bella del mundo.
1973: España establece relaciones diplomáticas con la China comunista.