A partir del próximo 4 de mayo de 2022, se puede seguir en la página web y en el canal YouTube de la Real Academia de la Mar, la conferencia “Elcano culmina la primera vuelta al mundo”, que será impartida por el Capitán de Navío, r Marcelino Gonzalez Fernandez.
Es un hecho que se conmemora en el mes de septiembre próximo, en el que se cumplen los 500 años del regreso de la nao “Victoria” a España, al mando de Elcano.
Sinopsis:
ELCANO CULMINA LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO
Magallanes zarpó de Sanlúcar de Barrameda en septiembre 1519 con 5 naos – Trinidad, Victoria, Concepción, San Antonio y Santiago – y unos 239 hombres, para navegar por occidente hasta las Islas de las Especias. Fue una gran aventura, que culminó con el regreso a Sanlúcar de solo una de aquellas naos al mando de Elcano, la Victoria, en septiembre de 1522, después de haber dado la vuelta al mundo por primera vez en la historia. Venía cargada de especias y con 18 hombres a bordo de los 239 que habían salido hacía tres años.
Y después de aquello, ¿qué pasó?, ¿qué enseñanzas se obtuvieron? y ¿cuáles fueron las consecuencias? Voy a dar respuestas a estas preguntas, aderezadas con algunos comentarios adicionales.
En primer lugar, hay que dejar claro que la misión de Magallanes no era dar la vuelta al mundo; era llegar al Maluco y regresar con los barcos cargados de especias. La vuelta al mundo en realidad fue un “accidente”; o el resultado lógico del devenir de los acontecimientos.
Hecha esta aclaración, vamos a citar algunos datos curiosos de aquella aventura. No fue la Victoria la única nao que regresó a España; de las cinco que habían salido con Magallanes, también regresó la San Antonio tras haber desertado en el Estrecho de Magallanes. En la Victoria vinieron a España 21 hombres, no 18 como muchos piensan; eran 18 expedicionarios, y 3 moluqueños de los 13 que habían salido de Tidore. De los 239 hombres que habían salido en 1519, regresaron 88: los de la nao San Antonio; los de la Victoria; los de la lancha de la Victoria que se habían quedado en Cabo Verde; y 4 de la Trinidad. Y los hombres de la expedición que terminaron dando la vuelta al mundo, además de los 18 de la Victoria, fueron los 13 de la lancha que se había quedado retenida en Cabo Verde, y los 4 de la Trinidad. En cuanto al coste total de la expedición, fue de 8.334.335 maravedíes, de los que Carlos I había puesto casi 6 millones y medio, y el resto lo puso el financiero Cristóbal de Haro. Dicho coste correspondió a la compra y puesta a punto de los barcos, su armamento, pertrechos, víveres, objetos para mercadear, pagas de la gente y otros gastos. En cuanto al dinero conseguido con la venta de las especias traídas por la Victoria, fue de 8.750.000 maravedíes, lo que supuso una ganancia de 415.665 maravedíes.
Entre los logros, enseñanzas y consecuencias que tuvo la primera vuelta al mundo, podemos citar: la demostración concluyente de que la tierra era redonda, y no plana como decían muchos, y se le podía dar la vuelta navegando, ya que había mares y océanos que bañaban los diferentes continentes. Al sur del Nuevo Mundo había un paso entre el Atlántico y el Mar del Sur o Pacífico, que con el tiempo iba a ser conocido como Estrecho de Magallanes. El Mar del Sur o Pacífico era enorme, cuando se pensaba que debía de ser muy estrecho, ya que el círculo máximo de la tierra considerado hasta entonces, era un 25% menor que el real, debido a que la geografía que se seguía en aquella época, era la de Ptolomeo. También se vio que en los confines de los mares no había grandes monstruos infernales, ni enormes serpientes marinas, ni gente sin cabeza con un solo pie, ni grandes abismos, ni ninguna de las cosas que, desde tiempos muy antiguos, la gente de mar decía que había. Lo que llevó a Maximiliano Transilvano a decir que los antiguos se habían copiado unos a otros, y que nadie se había preocupado de comprobar si tales fábulas eran verdad.
Elcano y su gente también informaron que en el otro lado del mundo había otras civilizaciones con sus usos y costumbres, que estaban de pie sin caerse por ningún abismo. Que en las Molucas el clima era normal, no había las grandes tempestades que decían los portugueses para asustar. Y que la canela venía de un árbol, no del nido del Ave Fénix. Aunque también hablaron de los patagones, que no se volvieron a ver, de grandes animales marinos, que resultaron ser ballenas, y de unos pájaros misteriosos, que eran aves del paraíso.
Elcano regresó a España preocupado por tres cosas: cuando se enroló en la expedición de Magallanes, lo hizo escapando de la justicia por haber vendido su barco armado a extranjeros, concretamente a saboyanos, lo que era un delito; había estado envuelto en la revuelta de San Julián; y había regresado a España navegando por el Índico, que era de influencia portuguesa de acuerdo con lo estipulado en el tratado de Tordesillas. Pero Carlos I no lo tuvo en cuenta, lo nombró hidalgo, le dio una pensión anual de 500 ducados, que nuca cobró, y le concedió un escudo con el lema: Primus circumdedisti me.
El regreso de Elcano abrió nuevos caminos para la navegación por el Pacífico, que con el tiempo fue conocido como: “Mar Español” y “Lago Español”, y durante unos 250 años fue surcado por el Galeón de Manila.
A partir de entonces cambió la forma de representar la Tierra; las cartas de navegación adquirieron mayor rigor científico; se fijó la latitud y longitud de diversos puntos de las costas; las orientaciones empezaron a estar referidas al norte geográfico, no al magnético, y la geografía de Ptolomeo empezó a caer en el olvido.
El Padrón Real, que estaba limitado al mundo conocido, tuvo que ser ampliado para representar las nuevas tierras y mares, aumentaron sus dimensiones, y se amplió a todo el planeta.
Hubo un antes y un después del regreso de Elcano, que revolucionó la geografía, amplió el mundo conocido, y aparecieron nuevos e interesantes libros de la Casa de Contratación, que pusieron a España en el primer puesto de las ciencias náuticas y de la navegación en Europa.
España fue grande gracias a la convicción de que el conocimiento de la mar era signo de sabiduría, su uso era muestra de poder y su explotación era fuente de riqueza
La culminación de la primera vuelta al mundo por Elcano, supuso poner la primera piedra de lo que se iba a llamar GLOBALIZACIÓN.