18 de noviembre. AEME. Conferencia Ciclo 2019: “Los Grandes Vuelos de la Aviación Militar Española:90 años del Jesús del Gran Poder”

El día 18 de noviembre, en el Salón de Actos del Centro Cultural de los Ejercitos, a las 19:00 horas , dentro del Ciclo de Conferencias 2019 de la Asociación Española de Militares Escritores,  el Coronel de Intendencia del E.A.,r, D. Rafael Pastor Pedraza impartirá una conferencia sobre el tema:

“Los Grandes Vuelos de la Aviación Militar Española:90 años del Jesús del Gran Poder”

 

Centro Cultural de los Ejércitos (Casino MIlitar): Gran Vía 13. Madrid

Acto abierto al publico, sin necesidad de ser socio del CCE.

 

El vuelo del Gran Poder ( www.ejercitodelaire.mde.es )

Sinopsis

El día 28 de marzo de 1928 se llevó a cabo en Tablada un ensayo general. El Jesús del Gran Poder
estaba cargado con 2.600 litros de combustible, y el peso total era de 4.000 kg., es decir, 1.000
menos que el previsto en el vuelo a Cuba.
Para el despegue se había adosado a la cola del aparato un pequeño carrillo que tenía una dobre
función evitar el “arado” del campo con el patín que se empotraba molestamente en tierra, y, a la
ve, mantener el eje longitudinal del aparato paralelo al suelo con las consabidas ventajas. Como es
lógico, nada más surcar el avión los primeros metros de aire, el carrillo de desprendería
automáticamente.
El Breguet despegó con gran facilidad y no fue preciso alargar para nada la pista; sólo se quitaron
algunos matojos altos algún que otro bachecillo, pero, por lo demás nada. La pista, naturalmente de
hierba, medía 1.500 m. de longitud por unos 50 de anchura.
Este vuelo duró nada menos que veintiocho horas, la mayoría de las cuales se realizaba por encima
de Madrid para tener a mano Getafe o Cuatro Vientos en caso de presentarse algún problema de
motor. No hubo lugar a ello. Todo concluyo brillantemente, con el récord nacional de duración
(detentado por ellos mismos con catorce horas en el Loriga en el vuelo Sevilla-Cabo Juby-Sevilla)
pulverizado. Los franceses Costes y Rignot en su vuelo de París a Djash (28-29/10/26) habían
estado en el aire treinta y dos horas, y Lindbergh en su famosísima travesía de Nueva Cork a París,
treinta y tres horas y media. Los pilotos españoles se acercaban significativamente.

Dos días después, el 30, el Breguet XIX Gran Raid núm. 72 se bautizaba solemnemente en Sevilla con el nombre por el que todo el mundo lo conocía ya: Jesús del Gran Poder. El oficiante en la ceremonia de bendición fue el cardenal arzobispo de Sevilla, monseñor Ilundain; y la madrina, nada menos que S.M. la reina doña Victoria Eugenia, que como manda la costumbre rompió sobre el buje de la hélice una botella de vino Domecq mientras el rey don Alfonso XIII, también presente, subía a la carlinga para inspeccionar los mandos.

Así transcurrió la ceremonia de bendición del Jesús del Gran Poder, el aparto debía llevar aires
españoles “al Oriente” en un momento en el que sus pilotos estaban ya plenamente convencidos de
que el vuelo a Cuba tenía todas las posibilidades de éxito. El director del Servicio Meteorológico
Nacional, don Enrique Meseguer, que también estaba en el secreto, tenía permanentemente
informados a Jiménez e Iglesias de las condiciones climáticas presentes tanto en la ruta atlántica
como en la oriental. De igual forma, el padre Gutiérrez estuvo enviando durante las dos semanas
que precedieron al vuelo un parte de mañana y otro de tarde sobre el estado meteorológico de Cuba.

Todo estaba listo. Por fin, el 9 de mayo se presentaban condiciones favorables para iniciar ambos vuelos. La aventura debía iniciarse cuanto antes, y los dos pilotos decidieron que tenía que ser, sin perder tiempo, al día siguiente, el 10.

Ya en la mañana del 9, Jiménez e Iglesias se habían despedido del cardenal Ilundain, que les
concedió su bendición; y luego, por la tarde, oyeron misa en Nuestra Señora de la Antigua, en el
mismo lugar donde había orado Colón antes de la partida hacia el nuevo mundo. ……….