Pinto de la Rosa General de Ingenieros 1893-1969

Eí Teniente Coronel Pinto de la Rosa, cuyas dotes técnicas y militares se sintetizan en un prestigio bien ganado tiene una asociación con el Grupo de Ingenieros número 4, que le une a él con apretados lazos. No solo ha sido su Jefe durante años difíciles de tiempo de paz, sino que la fortuna le ha deparado la ocasión de dirigirlo en tiempo de guerra. Ha visto fructificar su labor. Ha sido testigo de la abnegación y del espíritu de sacrificio de sus soldados que no han vacilado en cumplir las tareas más arriesgadas y en el cuadro de honor de los caídos del Archipiélago, tienen los de su Unidad un puesto escogido al ofrendar su vida por la salvación de España y el buen nombre del Grupo. En vísperas de su promoción al

Antiguas fortificaciones de Canarias

El autor comenzó a reunir antecedentes sobre la obra en 1933, dándoles forma por vez primera diez años más tarde. Pero lo inconmensurable de la obra hizo que el autor realizara una segunda versión en 1947; y, una tercera, poco después, que parecía definitiva, pero algo ocurrió, veamos lo que dice el autor en el prólogo:

“Al dar fin a esta tercera versión, apareció en Abril de 1951 ya que me parecía una osadía sin límites intentar la publicación de un trabajo relativo a las fortificaciones de Canarias después de haber leído ésta y de ver cómo un historiador había sabido penetrar tan hondamente los sentimientos de los Ingenieros Militares españoles, poniendo de relieve sus cualidades y servicios a la Patria, realizando además maravillosos estudios biográficos, como el del primero que ostentó la Jefatura Superior del Real Cuerpo, el inmortal Leonardo Turriano”

Pero, una vez sedimentadas las ideas, el general Pinto procedió a rehacer por cuarta vez este estudio “tomando valiosos datos de su citada obra que, si no me ha dado a conocer nuevas fortificaciones, sí me ha servido para completar los datos de muchas de ellas”. La última intervención del autor tuvo lugar en 1954.

La falta de financiación impidió que la obra saliera a la luz. Para que quedara constancia de la obra, el autor preparó tres ejemplares mecanografiados: el original lo remitió al Colegio de Ingenieros Civiles de Madrid; una copia la envió al archivo Ossuna-Saviñón; y, el tercero, lo depositó en el Archivo de Acialcázar propiedad de la familia Pinto de Quintana.

El libro se inicia con un capítulo dedicado a la fortificación acompañado de un voluminoso apéndice en el que figuran los índices de los documentos que se conservan en el Servicio Histórico Militar de Madrid, relación de los jefes superiores que ha tenido el cuerpo de Ingenieros y termina con una relación de los Ingenieros que han muerto en operaciones de guerra o de sus resultas.

Dedica seguidamente un capítulo a cada isla, así como un apéndice en el que incluye las fuentes documentales más importantes relativas a la fortificación de cada Isla.

La cartografía más antigua que se reproduce es la del ingeniero militar Leonardo Torriani, destinado en las islas entre 1584 y 1593, que procede del libro manuscrito Descrittione et historia del regno de l´isole Canarie gia dette le fortunate con il parere delle loro fortificationi, que fue enviado al rey Felipe ii conservándose en El Escorial, ilocalizado actualmente. La copia que se quedó el autor se conserva en la biblioteca de la Universidad de Coimbra (Portugal).

El resto de la cartografía de los siglos xvi y xvii procede del Archivo General de Simancas y del libro manuscrito Descripción de las Islas de Canaria preparado en 1686 por Pedro Agustín del Castillo.

La cartografía de los siglos xviii y xix procede del Servicio Histórico Militar, del Servicio Geográfico del Ejército y del Archivo de la Comandancia de Obras de Canarias.

Su admirable presentación se vio recompensada con el segundo premio de libro mejor impreso de España en la modalidad de libros técnicos, de investigación y erudición, distinción que le fue otorgada por el Ministerio de Cultura en 1996.

Hicieron posible la edición de esta obra realizada por el Museo Militar Regional de Canarias las siguientes instituciones: Ministerio de Defensa, Gobierno Autónomo de Canarias, Zona Militar de Canarias, los siete Cabildos Insulares y el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna.

El general Pinto de la Rosa a la par que escribió esta obra, también realizó otra de carácter monumental: Ingenieros Militares de España, Siglos XV al XX, que terminó en la década de los cincuenta y que igual que ésta se encuentra, sin publicar en poder de sus herederos

Marqués consorte de Acialcázar. General del Arma de Ingenieros, ingeniero Naval e historiador e ingeniero municipal de la Laguna y director de Astilleros y Varderos de Canarias