Diplomático y escritor español, también marqués de Aytona, nació en Valencia en diciembre de 1586 y murió en el campamento de Gash, Países Bajos, cuando acababan de conseguir dos señalados triunfos sobre sus enemigos. Era hijo de Gastón de Moncada virrey de Cerdeña y Aragón y embajador en Roma.
Desempeñó con acierto importantes cargos, como consejero de Estado y Guerra y ejerció también como embajador en Alemania. A la muerte de la infanta Clara Eugenia gobernó los Estados Flamencos y fue generalísimo de sus ejércitos hasta la llegada a los Países Bajos el cardenal infante don Fernando hermano del rey. Dispuso del aprecio de su rey que le encomendó algunas misiones de cierta dificultad, como la de averiguar en diciembre de 1622 la situación de los virreyes castellanos nombrados por la corona en Aragón y Cataluña, cuando estos aún no habían jurado las leyes de este último condado.
Aunque su vida no fue muy larga dedicó gran parte de esta a la política y a las armas, no obstante aún le quedó tiempo para las letras dominando el griego y el latín. La obra que le eleva a una de las máximas autoridades de la Lengua Española es la titulada: Expedición de los catalanes y aragoneses contra los turcos y griegos editada en Barcelona en 1623.
Aunque no vivió el autor directamente la gesta realizada por los Almogavares, si que debemos destacar del relato que hace de la proeza de Roger de Flor y el resto de sus capitanes algunos detalles que permite situar al autor en una dimensión no solo de historiador sino de tratadista militar de la época. En primer lugar considera primordial la ejemplaridad del jefe y su capacidad de liderazgo, como elemento de la acción que determina el firme propósito de la victoria. Al mismo tiempo a lo largo del texto se determina como fundamental la consolidación de la conquista para garantizar el éxito de las operaciones. Otra valoración del relato es que considera a la sorpresa proporcionada por la elección de la dirección de ataque menos esperada por el enemigo como un principio que el jefe no debe olvidar.
No dudó Francisco de Moncada de buscar en otros la realidad de lo ocurrido, especialmente en dos autores que ya se habían ocupado del tema Muntaner y Desclot, esta interesante obra fue por segunda vez editada en 1842 con prólogo de Jaime de Tié, posteriormente en ediciones de los años 1860, 1924,1941,1943, 1947, 1969, 1973 y 1987 (fuente, Biblioteca Nacional)
Otras obras del autor son: Vida de San Ancio Manlio Torcuato Severino Boecio editada en Francfort en 1642, Antigüedad del Santuario de Monserrate, Genealogía de la casa de los Moncadas, que junto con dos cartas latinas del autor fueron insertadas por Pedro Marca en su Historia de Bearn (París 1640).