Eduardo de Oliver Copons y Fernández Villamil,

El General honorífico de Artillería Oliver Copons, nació en 1855 alcanzó el empleo de segundo teniente en 1874 y el de teniente cuatro años más tarde. Sus aficiones literarias aparecen en su estancia de cadete en la Academia de Segovia, escribiendo sus primeras letras en la revista de los cadetes: el Fotogénico. A partir de 1880 y 1922 fue redactor y colaborador del Memorial de Artillería. En su papel de investigador en pólvoras y explosivos destaca en 1893 las pruebas realizadas en Montjuich con un explosivo llamado oxiloquita. Ascendido a coronel en 1911, ocupó destinos en Burgos y Valladolid hasta su retiro en 1917, en esta última ciudad permaneció hasta su muerte en 1918 y  fue donde escribió la mayoría de su numerosa obra literaria.

Su discurso de paso a la situación de retirado, publicado en el Memorial de Artillería, fue de gran calidad  y emocionó a sus compañeros que alabaron su altura de miras y competencia profesional. Con motivo de sus trabajos de investigación y de escritor se le concedió en el empleo de coronel con carácter extraordinario, la Gran Cruz del Merito Militar, reservada para los oficiales generales. En 1920 se le concedió el empleo honorífico de general. Su retrato pintado por  González Manso está hoy colgado en la galería de artilleros ilustres en Segovia. Desde 1911 era correspondiente de la Real Academia de la Historia.

El eminente historiador y polígrafo  Oliver Copons, forma parte de los militares, que  a lo largo del siglo XIX formalizaron con sus escritos y aportaciones  científicas un renacimiento de de la ciencia y del arte militar. Sus temas abarcan la historia, el periodismo e incluso la Química de los explosivos donde aporto datos que facilitaron su desarrollo.

Su prosa era ágil y natural y sus estudios han sido clasificados como profundamente respaldados por datos en unos casos científicos y en otros apoyados en una rica bibliografía. Ejerció como crítico de arte, “con muy buen juicio” como afirma el Coronel Gárate en la Historia Social de las FAS. El general Bermúdez de Castro en 1947 afirmaba de los escritores del siglo XIX: “Era característica acusada de la época la abundancia de escritores castrenses: Historiadores, Técnicos, Literarios, y Humoristas; que si no exigiese tanto espacio haría una semblanza de cada uno de ellos”.

De su obra destacamos las siguientes publicaciones:

Conquista y anexión de Navarra,  Burgos 1888

El castillo de Burgos, Barcelona 1893

Impresiones de una marcha por el valle de Benasque y los Pirineos (M. de Artª) 1897

El aire líquido, Un nuevo explosivo (M.de Artª.)  Segovia 1899

Los artilleros en la guerra de los Estados Unidos (M. de Artª)  Segovia 1898

El museo de Artillería y la casa de Velarde (varios artículos M. de Artª) Segovia 1894

El Alcázar de Segovia, Valladolid 1916 (su obra más ambiciosa)

 

Cor Infª DEM. Pedro Ramírez Verdún