OTAN: DESCENSO SOBRE LAS REALIDADES
La vulneración de los cielos de Polonia y Rumania por drones rusos, los también de Polonia y Estonia por cazas de la misma nacionalidad, lo que viene a ser lo mismo que vulnerar los de la OTAN, ha sido un acicate para extremar la vigilancia en este sector crucial de las actividades bélicas, como es el espacio que nos circunda donde la batalla moderna ejerce su esfuerzo principal y en el que España, con su dirección del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de la OTAN, en la mitad sur de Europa hasta el Mar Negro, tiene una gran responsabilidad.
Si hablamos de violaciones, es pertinente también citar, con origen ruso, las ocurridas en el ciberespacio, sobre los países de la OTAN, España incluida, y las chinas, del socio fiel del autócrata del Kremlin. La “tradicionales” acciones ciber contra las infraestructuras de los Países Bálticos pueden ser un precedente a tener en cuenta en otros países atlánticos poco protegidos, y las recientes en los aeropuertos europeos no se pueden tampoco escindir de un probable plan de la Federación Rusa para perturbar el normal desarrollo de las actividades fundamentales de Occidente.
Tampoco han faltado incidentes en diferentes países de la OTAN, donde han habido destrucciones en fábricas de munición, como en Alemania, distribución de paquetes bomba en diferentes países, desde una organización residente en Lituania, a la que se relaciona con miembros del Servicio de Inteligencia Militar Ruso(GRU), especialmente activa en 2024; el corte de cables submarinos de comunicaciones, en el Báltico, la presencia inopinada de submarinos con firma de la Federación Rusa, la presencia de sus barcos pesqueros tradicionales en zonas de interés para la defensa de ciertos países aliados, y por qué no decirlo, las sospechas de que ciertas campañas incendiarias en Europa sur puedan ser favorecidas por el mismo origen, son indicios de una pretendida situación previa a acciones más evidentes, a un cambio de fase de la Federación Rusa con respecto a Europa, avalada seguramente por el espaldarazo recibido y reiterado por su socio de honor Xi Jinping.
Es patente que entre nosotros, los ciudadanos de la OTAN, y en nuestra sociedad civil, existen grupos organizados que trabajan para crear un relato favorable a la actuación del Presidente Putin, por verdaderos expertos en el dominio cognitivo, que se mueven en la correa de transmisión de think tanks, a menudo prestigiosos, que concitan a personas de valor acreditado para lanzar sus interpretaciones de la situación de la Guerra de Ucrania, de la necesidad de su desencadenamiento y de la bondad de sus procedimientos , olvidando las vulneraciones que significan una invasión de un país soberano.
Lo que sí parece evidente es que Putin y su entorno está envalentonado con la marcha de los acontecimientos en Europa, la ve dividida, distraída con su involucración en el Conflicto de Gaza , que no hace más que dividir conceptualmente a sus oponentes, los Aliados, con una OTAN que se debate sobre una sospecha de cierto debilitamiento del vínculo transatlántico, y sobre todo en una futura contestación interna que se apreciará pronto cuando los recortes sociales, por la entidad de los gastos en defensa crecientes, se hagan notar ; tampoco se están respondiendo con contundencia estos intentos ciertos de desestabilización con medidas activas que sean visibles para la ciudadanía, pues la situación se aprecia como si Europa estuviera a la defensiva, y la OTAN con ella.
Es posible que Putin esté llevando a cabo un “combate de reconocimiento” estratégico, que aunque sea una expresión contradictoria, bajo el punto de vista militar, tiene por finalidad testar la fortaleza del enemigo, en este caso de Europa/OTAN, de como pone en marcha sus sistemas de respuesta, en especial la ARF, la Fuerza de Reacción Aliada, fuerza estratégica multinacional, multidominio y de alta disponibilidad, lo que supone abarcar el ámbito ciber y cognitivo, aspectos novedosos, no tanto por su existencia como por su significación para el combate y los nuevos hitos que esto lleva consigo.
El reto supone realizar dichas respuestas con la coordinación y ausencia de firmas ciber, para no facilitar ataques cibernéticos y precaverse contra los mensajes desinformativos en los que nuestros oponentes son maestros; se trata por tanto de recibir información sobre la actitud general mostrada por estas violaciones, por otra parte normales cuando dos dispositivos operativos opuestos se enfrentan potencialmente, pero, como se ha indicado, suponen un cambio en la trayectoria del enfrentamiento con Occidente, y además se repiten en aquellos países que más apoyan a Ucrania en su defensa contra la invasión por la Federación Rusa o sirven de muelles de llegada de los recursos bélicos aportados por Europa y Estados Unidos.
La OTAN mantiene una estructura de Mandos y Fuerzas, bajo el Supremo Mando Aliado en Europa (SACEUR), que difiere de la anterior esgrimida en la pasada Guerra Fría cuando había Grandes Unidades y Organizaciones Operacionales, terrestres, marítimas y aéreas, en orden de batalla, un Mando del Atlántico y otro del Canal, suprimidos en su día cuando la amenaza del Pacto de Varsovia dejó de existir por su extinción, y con él la Unión Soviética.
Es muy posible que, si bien la situación internacional no es la misma, aunque la inseguridad es máxima, la actual organización militar de la Alianza, basada en fuerzas de respuesta rápida, tipo ARRC, NRF, ARF, Eurocuerpo incluso, etc, y sus distintas disponibilidades ,necesite algún retoque proactivo que devuelva la iniciativa en actos como los que se han vivido estos últimos meses, negando con decisión estas acciones de reconocimiento rusas, pues la disuasión no solo es nuclear.
Ricardo Martínez Isidoro. General de División ,r
Presidente de la Asociacion Española de Militares Escritores