El Almirante General, Jefe de Estado Mayor de la Defensa, «Asociado de Honor» de esta Asociación Española de Militares Escritores, en el marco del Programa de Colaboraciones remite el siguiente articulo:
LA GUERRA DEL FUTURO Y LAS OPERACIONES MULTIDOMINIO EN ESPAÑA
Esforzarse en prever de la manera más exacta posible cómo será la guerra del futuro siempre ha sido un asunto de suma importancia, aunque también siempre ha resultado una empresa más bien infructuosa. No obstante es necesario hacer el ejercicio y al menos identificar las tendencias y aspectos clave que se vislumbran que van a tener un papel importante en el futuro, y así dirigir la transformación de las Fuerzas Armadas en esa dirección.
La guerra de Ucrania ha cobrado enorme protagonismo en la actualidad. Los desarrollos a los que está dando lugar anticipan cambios muy profundos en el campo de batalla, en especial en el de la guerra convencional de alta intensidad.
Sin embargo, la necesidad de adoptar un nuevo paradigma de las operaciones, es anterior a este conflicto. Las Fuerzas Armadas occidentales, incluidas las de España, ya lo habían identificado e iniciado el camino hacia un nuevo concepto válido para el escenario en el que se tendrán que desenvolver en el futuro.
EVOLUCIÓN DEL CONTEXTO DE LAS OPERACIONES
Resulta evidente que el mundo ha evolucionado de forma dramática y acelerada en las últimas décadas. Se ha pasado de una cierta previsibilidad y estabilidad durante la Guerra Fría a un panorama geopolítico multipolar y más complejo.
Así, estamos asistiendo al resurgimiento de Rusia y la emergencia de China, y a un estado de competición permanente entre potencias en todos los ámbitos, no solo en el militar. La posibilidad de que la competición escale a una guerra abierta en algún lugar, en algún momento, es real.
Al mismo tiempo, estas y otras potencias “revisionistas”, que cuestionan el orden internacional establecido, actúan hábilmente por debajo del umbral del conflicto, en la «zona gris», empleando estrategias híbridas muy difíciles de contrarrestar.
A esta reconfiguración del orden mundial se suman los efectos de un desarrollo tecnológico exponencial y de la globalización, que han llevado a la aparición de tres nuevos dominios de las operaciones además de los tradicionales terrestre, marítimo y aéreo. Son los dominios espacial, ciberespacial y cognitivo. Estos dominios, aunque en cierto modo ya existían antes, no estaban tan desarrollados ni eran tan accesibles como lo son actualmente. Ahora son ámbitos decisivos, y el caso del ciberespacio y del cognitivo son espacios de confrontación preferentes para la guerra híbrida.
Además, el desarrollo tecnológico permite que adversarios menos avanzados adopten estrategias efectivas para compensar su inferioridad relativa. Merecen especial atención los dispositivos de «denegación de acceso y negación de área (A2/AD)», con los que se pretende impedir a un adversario superior el acceso u operación eficaz en un área concreta.
Es decir, en el futuro se espera que haya competición en la zona gris, conflictos de baja intensidad y guerra a gran escala, con participación de nuevos actores, nuevas formas y nuevos espacios de confrontación, en el que la tecnología va a jugar un papel decisivo.
Las Fuerzas Armadas deberán estar preparadas para operar en todo el espectro. Y hacerlo en entornos degradados, transparentes, sin tener asegurada su superioridad y posiblemente enfrentando dispositivos A2/AD. La guerra de alta intensidad entre adversarios tecnológicamente avanzados («pares» o «casi-pares») es el escenario más exigente al que se podrían enfrentar nuestras Fuerzas Armadas.
Frente a todo esto las Operaciones Conjuntas se antojan insuficientes, por lo que es necesario avanzar hacia un nuevo paradigma que mejore su eficacia. Es lo que se ha venido en llamar las Operaciones Multidominio (MDO).
LAS OPERACIONES MULTIDOMINIO COMO NUEVO PARADIGMA DE LAS OPERACIONES
Qué son las Operaciones Multidominio? Dice la doctrina que son “aquellas operaciones realizadas por la Fuerza Conjunta que, por su agilidad y complejidad, necesitan de una adecuada interoperabilidad y conectividad que posibiliten un control distribuido de los medios para permitir la mejor concentración e integración de todas sus capacidades y así poder producir efectos en y desde cualquiera de los dominios de la operación”.
Se diferencian de las Operaciones Conjuntas, donde ya existe cierta sincronización, por la integración permanente y completa de todos los dominios. Esta integración busca maximizar la explotación de vulnerabilidades enemigas usando las capacidades del dominio mejor posicionado para conseguir efectos sinérgicos. Además, la integración va más allá del ámbito militar, incluyendo a otros instrumentos de poder del Estado para sincronizar actividades militares y no militares.
Tres aspectos fundamentales caracterizan las Operaciones Multidominio: la integración de los dominios, la agilidad en las operaciones y la tecnología como elemento habilitador. El objetivo principal es acelerar el ritmo de batalla y superar al adversario con ciclos de planeamiento, decisión y ejecución más cortos, basándose en una superioridad en la información.
Para operar eficazmente, se otorga mayor autonomía a los escalones inferiores mediante decisión descentralizada y control distribuido, manteniendo la unidad de mando. Esto va a ser clave para actuar en entornos degradados y con fuerzas dispersas.
Hay que destacar que las Operaciones Multidominio se consideran operaciones basadas en el dato (que van más allá del concepto de operaciones en red, que eran hasta hace poco el paradigma de evolución de las Operaciones Conjuntas) haciendo de la información un activo crítico. La velocidad en la generación, distribución, análisis y explotación de datos es clave para optimizar efectos en el campo de batalla y reducir el tiempo «sensor-efector».
El sistema de mando y control adaptado a las Operaciones Multidominio se posibilita mediante la gestión de la información, la nube de combate y las nuevas tecnologías. La nube de combate es una red global para compartir datos de forma transparente, que debe ser resiliente y robusta. Tecnologías avanzadas como 5G, IA y Big Data proporcionan la conectividad, explotación de información, automatización y agilidad necesarias. Y la Inteligencia Artificial permite la automatización de procesos y la aceleración del ritmo de las operaciones, aunque la responsabilidad última deberá recaer en el ser humano.
Es decir, esta nueva forma de operar, consecuencia de una transformación digital, permite un ciclo de decisión acelerado basado en la superioridad de la información; integrando todos los dominios, los nuevos y los tradicionales, para crear dilemas y explotar vulnerabilidades; y ser capaces de operar eficazmente con fuerzas más dispersas, esencial ante la transparencia del campo de batalla, en entornos degradados y superando dispositivos de denegación de acceso y negación de área.
LAS OPERACIONES MULTIDOMINIO EN ESPAÑA
Las Fuerzas Armadas españolas están inmersas en el proceso de implementar las Operaciones Multidominio de forma efectiva, más allá de su mera adopción doctrinal. Ya se han obtenido resultados significativos en algunos campos, mientras se continúan poniendo en marcha iniciativas para avanzar en otros.
En primer lugar, se requieren capacidades para operar en los nuevos dominios. Para ello se ha establecido el Mando Conjunto del Ciberespacio, que posee experiencia y capacidades defensivas y ofensivas, y el Mando del Espacio, con la ambición de proteger activos críticos y generar efectos en este dominio a medio y largo plazo. Ante el reto que supone la dependencia de actores privados para servicios espaciales esenciales, en el futuro se considera necesario tener el control o la propiedad de estos sistemas por parte de las Fuerzas Armadas.
También se necesitan capacidades para operar en entornos degradados frente a adversarios que planteen estrategias A2/AD, incorporando nuevas armas y sistemas diseñados para operar en red y con sistemas autónomos.
Y es que la guerra en Ucrania y otros escenarios actuales han venido a confirmar el papel fundamental de los sistemas no tripulados, que han hecho el campo de batalla transparente y letal, restringiendo la maniobra. Los drones han llegado para quedarse y jugar un papel muy relevante en los conflictos futuros, como ya lo hacen en los actuales. La ausencia de una retaguardia segura, con todo el territorio vulnerable a ataques de precisión de largo alcance contra objetivos militares
y civiles, hace imprescindible reforzar la defensa aérea integrada para incluir también la defensa contra los drones y misiles balísticos e hipersónicos.
Además, la guerra de Ucrania demuestra la necesidad de un adecuado equilibrio entre cantidad y calidad de armamento, combinando sistemas sofisticados con otros más sencillos y masivos, algo imprescindible para vencer en conflictos prolongados.
Para las Operaciones Multidominio son cruciales unos sistemas de mando y control maduros y colaborativos, incrementando la conectividad y computación en la nube de combate. La implementación del Sistema de Mando y Control Nacional y el desarrollo de la Nube de Combate están ya en marcha. La plena implantación de las Operaciones Multidominio será gradual, ligada al desarrollo tecnológico, preferiblemente nacional para garantizar la autonomía.
Otros retos incluyen agilizar la adquisición de material para adaptarse al ritmo tecnológico, una mayor integración con otros instrumentos de poder del Estado, desarrollar marcos legal y ético para el uso de sistemas autónomos, armonizar la doctrina y, fundamentalmente, incrementar y formar adecuadamente al personal.
Porque el personal sigue siendo el elemento más importante en combate. Se necesita disponer de personal suficiente en cantidad y calidad, en consonancia con los nuevos cometidos y las exigencias tecnológicas, requiriendo formación específica y medidas de retención de talento.
En resumen, ante un futuro incierto, las Operaciones Multidominio son la clave para prevalecer frente a enemigos que usarán todas sus capacidades a lo largo del espectro del conflicto. El éxito requiere operar con agilidad en y desde todos los dominios, basándose en la superioridad de la información y la rapidez en el ciclo de decisión. La incorporación de nuevas tecnologías, la transformación digital y un cambio de mentalidad en la gestión del personal son requisitos imprescindibles.
Teodoro Esteban Lopez Calderon Almirante General
«Asociado de Honor» de la Asociacion Española de Militares Escritores.