La estrategia de Irán en la zona gris. Operaciones de influencia, subversión y guerra psicológica contra sus adversarios. Por minerva / 16 de junio de 2025

Marta Gonzalez Isidoro, colaboradora de la Asociacion Española de Militares Escritores, publica en «Minerva Institute», estudio sobre la situación interna en la Republica Islámica de Iran.

 

 

La estrategia de Irán en la zona gris. Operaciones de influencia, subversión y guerra psicológica contra sus adversarios.

 

Resumen

La República Islámica de Irán es una de las grandes potencias de Oriente Medio por tamaño, recursos petrolíferos, fuerza militar y el rol que desempeña como nexo entre Oriente y Occidente. No obstante, la red de alianzas que ha tejido con los actores que conforman el llamado Eje de la Resistencia no busca sólo proyectar poder e influencia regional, sino oponerse de manera sistemática a la influencia de Estados Unidos y a la existencia del Estado de Israel, al que califica como “la entidad sionista”. Desde la revolución de 1979 Irán es un fenómeno desestabilizador regional y uno de los actores que mejor se desempeñan en la zona gris, estrategia cuyas actividades se encuentran a medio camino entre la paz y el conflicto armado. Manipulación económica, operaciones de influencia, campañas de desinformación o ciberataques tienen como objetivo frustrar, desestabilizar, debilitar y atacar al adversario. Este modus operandi alternativo a la guerra convencional es más segura y menos costosa para un país con ambiciones estratégicas regionales y que, tras los acontecimientos del 7 de octubre de 2023, se ha convertido en una de las mayores amenazas en contra del orden mundial.

 

Introducción.

El régimen iraní atraviesa uno de los momentos más críticos desde su origen en la Revolución islámica de 1979. Los desacuerdos y las luchas de poder entre las distintas corrientes políticas son una constante. Pero ahora, la tensión entre los sectores revolucionarios y más ultraconservadores y los que apuestan por una apertura pragmática sin socavar los cimientos de la revolución suponen un desafío a la cohesión de la élite política y de seguridad en Irán. El gobierno actual es consciente de que el equilibrio de poder y las condiciones para el cambio político en la república islámica están muy cuestionadas. Por primera vez peligra el estatus del régimen revolucionario de 1979, su estabilidad y probablemente su continuidad.

Es evidente que hay una brecha generacional que se refleja en la creciente hostilidad hacia las figuras religiosas en paralelo a un proceso de secularización que amenaza con erosionar el sistema y el estatus quo. El régimen entiende que la cohesión de la élite gobernante, la unidad de los aparatos de seguridad y el poder judicial son factores que ayudan al régimen a gestionar las protestas internas sin que se desarrolle una amenaza grave e inmediata a su estabilidad.

En un mundo cada vez más globalizado, la supervivencia del régimen depende de dos factores: de perpetuar el conflicto y las tensiones a nivel regional y de flexibilizar los códigos islámicos, especialmente los aplicados a las mujeres, para centrarse en resolver las graves dificultades socioeconómicas que atraviesa el país. Un difícil equilibrio entre la ideología y el pragmatismo que busca evitar que se siga socavando la base de apoyo ideológico al régimen y le dificulten enfrentar las amenazas más significativas que penden sobre su estabilidad a largo plazo.

En cuanto a su influencia y poder externo, los entramados internos que definen la dimensión militar de la red de proxys regionales y globales construida desde 1980 se están desmoronando tras el 7 de octubre de 2023. El despliegue del aparato de guerra propagandístico y subversivo contra los críticos del sistema y en apoyo de Hamas desde el comienzo de la guerra en Gaza se ha intensificado por medio de operaciones cibernéticas, amplificadas en las redes sociales y complementadas con campañas de desestabilización ejecutadas por el bloque anti-israelí dentro y fuera de Oriente Medio.

El éxito de Irán reside en promover su visión antiimperialista y pro-palestina identificándola con la justicia frente a la opresión de clase, étnica o colonial. Una forma sutil de extender el conflicto de Oriente Medio y de combatir a Israel en cualquier rincón del mundo que genera preocupación en las principales agencias de Inteligencia, sobre todo en Israel. A pesar de los éxitos militares de Israel contra el desmantelamiento de las redes terroristas patrocinadas por Irán en la región, el país enfrenta un desafío sin precedentes a la hora de contrarrestar las tácticas de guerra híbrida que combinan la desinformación, subversión legal y propaganda para deslegitimar al Estado judío en el escenario internacional.

Campañas de presión contra opositores, incitación al terrorismo y promoción de disturbios.

El 8 de marzo de 2025 el sitio web de noticias iraní Didar-e Ban-e Iran publicaba una entrevista a Moshen Rafighdoost, ex ministro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y una de las figuras clave de la Revolución y del aparato de seguridad del Estado. En la entrevista, que fue eliminada de la web en cuestión de horas tras una dura réplica de la agencia de noticias Tasnim – próxima al CGRI -, Rafighdoost confesaba su participación directa, a través del CGRI (organismo subordinado directamente al Líder Supremo) en el asesinato de numerosos opositores a la República Islámica exiliados en Europa durante las décadas de 1980 y 1990, utilizando escuadrones especializados o sirviéndose de ayuda de colaboradores externos, principalmente el movimiento terrorista vasco ETA. El video, que todavía se puede ver en la red social X y está disponible públicamente en el canal de Telegram gestionado por el periodista exiliado “Abdi”, es sólo la punta del iceberg de la admisión de una política de estado que considera legítimo asesinar a disidentes en cualquier lugar del mundo, además de financiar y operar células terroristas en el extranjero como medio de disuadir a los gobiernos de interferir en las actividades ilícitas llevadas por el CGRI en sus territorios. Un ejemplo fue la campaña de terror en el corazón de Europa como medida de presión al gobierno francés para que entregara al agente iraní que había asesinado en 1991 en París al último ministro del Sha. Francia tomó nota de que dañar las operaciones de Irán en suelo europeo no era buena idea[1].

El uso de alianzas indirectas para alcanzar sus intereses estratégicos le permite lograr objetivos enfrentando sociedades. Una de las amenazas más eficaces dentro del aparato de influencia dirigido por el Estado es el papel que desempeña la Radiodifusión de la República Islámica de Irán (IRIB),la corporación de medios de comunicación, en las operaciones psicológicas contra los adversarios políticos. El aparato de guerra propagandístico lo conforman una red de medios, unidades de guerra psicológica y entidades, algunas de ellas pantalla, controladas por el CGRI y el Ministerio de Inteligencia y Seguridad (MOIS). Lo que empezó como tácticas de control social interno se ha expandido, poniendo en riesgo la seguridad nacional de sus adversarios. El objetivo no es otro que reforzar la moral de los partidarios del régimen y quebrantar la determinación de los opositores. Nacionales y extranjeros. Las técnicas abarcan desde la incitación y la organización de disturbios, al reclutamiento de extranjeros para que lleven actos de sabotaje, terrorismo o espionaje. La guerra de la percepción incluye la difusión de información errónea o distorsionada, deformación y desinformación y bloqueo de las señales de radio y satélite que ofrecen información sin filtrar.

[1] https://jcpa.org/iranian-official-reveals-how-we-eliminated-regime-opponents-in-europe/

Un ejército de guerra blanda.

La unidad que se encarga de planificar, dirigir y ejecutar las operaciones psicológicas (PSYOPS), el Comando Cibernético del CGRI es especialmente eficaz en la tarea de dirigir campañas de influencia en plataformas de redes sociales. Hay un interés especial por parte de las autoridades iraníes de moldear y manipular la opinión pública en Europa, Canadá, Australia y Estados Unidos. Los agentes de guerra blanda, que se identifican abiertamente como pro-régimen, son en su mayoría Basij, una rama paramilitar del CGRI, aunque no necesariamente. Seleccionados por los agentes de inteligencia del CGRI a través de Centros islámicos de Europa, Canadá, Australia y Norteamérica, estudiantes extranjeros becados, o profesores, investigadores académicos, políticos de segunda fila, periodistas y comunicadores motivados no necesariamente musulmanes ni persas, son llevados a Irán para su entrenamiento y posterior despliegue en sus países de origen para llevar a cabo las tareas asignadas.

La mayoría de los agentes de guerra blanda que no hablan persa y son contratados por el CGRI se encargan de difundir la propaganda del régimen al público extranjero o crear contenido original que apoya los objetivos de Teherán. Son hábiles y eficaces en expandir la influencia del régimen entre las comunidades musulmanas locales y los estudiantes o círculos de izquierdas y comunistas. Los recientes asesinatos en Washington contra dos diplomáticos israelíes[1] o el ataque en Bouler[2]ilustran el peligro de la violencia y la subversión que plantean los radicales de izquierdas y los islamistas mientras trabajan activamente para destruir los valores democráticos y diseminar el antisemitismo.

Estos agentes asumen tareas de liderazgo, crean contenido en podcast, videos, artículos o canales especializados, colaboran activamente como periodistas, en grupos antiisraelíes o en la organización de protestas en apoyo a Hamas y Hizbollah, participan en actividades de protesta contra Israel, campamentos universitarios, disturbios, actos de sabotaje, terrorismo y espionaje. Periodistas y propagandistas no iraníes que trabajan para la extensa red de medios de comunicación como Al-Alam (árabe), Press TV (inglés y francés) e Hispan TV[3] (español) se han visto envueltos en operaciones de espionaje, transferencia de fondos en apoyo de operaciones terroristas o justificación de la represión violenta de la disidencia interna por parte del régimen. Cabalgar contradicciones, que dirían algunos[4].

La manipulación de la información es tan evidente que en 2020 uno de los fundadores de Press TV, Mohammad Marandi, propuso crear un sitio web de noticas aparentemente independiente, con periodistas, creadores de contenido y productores que no hablaran persa. El objetivo era difundir desinformación de forma encubierta y sin que se notara los vínculos con los medios de comunicación estatales o los órganos de Inteligencia iraníes.

[1] El 21 de mayo de 2025 dos jóvenes de la embajada de Israel en Washington, Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, fueron asesinados por Elías Rodríguez, un activista radical de 31 años que justificó su ataque mortal al grito de “Palestina Libre”

[2] En Bouler, Colorado, Mohame Sabry Soliman, un egipcio-estadounidense que expresó ideas islamistas abiertas en sus redes, perpetró un ataque el 2 de junio de 2025 contra un grupo de miembros de la comunidad judía local que se manifestaban en apoyo de los rehes secuestrados por Hamas durante el ataque del 7 de octubre de 2023.

[3] Sergio Castaño Riaño, “Hispan Tv, el canal utilizado por la República Islámica de Irán para extender su poder blando en España y Latinoamérica”, en Derecho, religión y política en la sociedad digital (pp. 23-55), Capítulo 2,  Comares, 2023. Disponible enhttps://www.researchgate.net/publication/376133941_Hispantv_el_canal_utilizado_por_la_Republica_Islamica_de_Iran_para_extender_su_poder_blando_en_Espana_y_Latinoamerica

 

[4] Álvaro Villarino, Censura, puritarismo islámico y testaferros en la televisión que emite “Fort Apache”, El Confidencial, 13 de enero de 2016. Disponible en:

https://www.elconfidencial.com/espana/2016-01-13/censura-puritanismo-islamico-y-testaferros-en-la-television-irani-de-fort-apache_1134695/

Guerra cibernética en apoyo a Hamás.

Paradójicamente, al tiempo que Israel se hace fuerte militarmente en la región aumenta la deslegitimación y el antisemitismo. Desde el 7 de octubre de 2023 Irán ha aumentado el apoyo a Hamas por medio de operaciones de influencia[1] combinadas con ataques cibernéticos contra Israel y amplificadas en las redes sociales. Desde la implementación de redes de identidades falsas a ciberataques contra los aliados políticos y socios económicos de Israel, estas operaciones han tratado de intimidar a los israelíes, polarizar a la sociedad contra su propio gobierno y desestabilizar el país. Un Informe elaborado por Microsoft[2] señalaba a principios de 2024 que sólo en la primera semana del comienzo de la guerra de Gaza la capacidad de Irán para llegar al público occidental a través de sus informaciones sobre Oriente Medio se había incrementado un 42%. En el mismo informe se aportan pruebas de la actividad de grupos y personajes cibernéticos dirigidos por el CGRI, como “Cyber Avengers”, “Malek Team”, “Moses Staff”, “Cotton Sandstorm” o “Storm-1364”. Este último, utilizando una cuenta bajo el nombre de “Tears of War”, se hacía pasar por activistas israelíes para difundir mensajes contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, entre el público israelí y afines[3]. Campañas como “Tears of War” son la prueba de la capacidad de Irán de infiltrarse en las organizaciones de activistas israelíes, reales o ficticias, y de la necesidad que tienen los agentes iraníes de lograr convencer a los israelíes – y a los occidentales – de que su gobierno les ha metido en una guerra por simple cálculo político[4]. El carácter reivindicativo de cuentas como “Homeland Justice” o “Al-Toufan”, o las campañas desplegadas a partir de hashtags de enganche, como “For Palestinians” y “For Humanity” en las que se pide a la comunidad internacional que Israel pare la guerra contra Gaza obedecen a cálculos geopolíticos de una potencia revisionista que ve cómo su poder regional se está viendo mermado y que, ante las dificultades de convencer a la comunidad internacional de sus aspiraciones militares, sobre todo en lo relativo al programa nuclear, hace uso de técnicas de poder blanco combinadas con una propuesta agresiva de apoyo a los movimientos subversivos en todo el mundo que simpatizan con la visión geopolítica de las autoridades persas.

[1] Operaciones que combinan operaciones ofensivas de redes informáticas con mensajes y una amplificación de forma coordinada y manipuladora para cambiar percepciones, comportamientos o decisiones de públicos objetivo con el fin de promover los intereses y los objetivos de un grupo o nación. Definición extraída de Security Insider, el seminario web de Microsoft.

[2] Simeon Kalpovi, Irán intensifica las operaciones de influencia cibernética en apoyo a Hamas, Microsoft Security Insider, 26 de febrero de 2024. Disponible en:

https://www.microsoft.com/es-es/security/security-insider/intelligence-reports/iran-surges-cyber-enabled-influence-operations-in-support-of-hamas

 

[3] Uno de los problemas a los que se enfrenta la Seguridad israelí es el reclutamiento por parte de Irán de israelíes sin que estos sepan que participan en operaciones sobre el terreno destinadas a promover los intereses de un adversario extranjero.

[4]Newsroom Infobae, La policía de Israel detiene a dos israelíes por espiar para Irán cerca del domicilio del ministro de Defensa, Infobae, 22 de mayo de 2025. Disponible en: https://www.infobae.com/america/agencias/2025/05/20/la-policia-de-israel-detiene-a-dos-israelies-por-espiar-para-iran-cerca-del-domicilio-del-ministro-de-defensa/

Conclusiones

La República islámica de Irán ha conseguido, por medio de la diplomacia blanda y la proliferación de canales y redes sociales, proyectar una imagen amable y moderada del país, invirtiendo la percepción hostil que el régimen teocrático tenía mediante una hábil política de adaptación del entorno político de los países en donde opera y las preferencias de los distintos sectores sociales que simpatizan con ellos.

Igual que el canal de noticias Al-Jazeera de Qatar, AJ+ y otros medios de comunicación como Middle East Eye, vinculados a la Hermandad Musulmana, la República Islámica de Irán participa en esfuerzos subversivos a través del adoctrinamiento de escuelas, medios tradicionales, redes sociales y protestas que difunden narrativas antiamericanas y antisionistas. La alianza con los grupos de izquierda occidentales es una colaboración táctica que, a pesar de sus diferencias, comparten un objetivo común: el desmantelamiento de la democracia liberal occidental y el desmantelamiento del Estado de Israel.

Las tácticas de guerra propagandística desplegadas por Irán socaban la integridad de las instituciones democráticas. En 2022 un grupo de hackers filtraron una lista de periodistas afiliados al CGRI que habían recibido entrenamiento especializado como agentes de PSYOPS de guerra blanda. Si bien algunos expertos creen que imponer sanciones a los creadores de contenido propagandístico o a las casas de cambio que facilitan los pagos y transfieren los fondos a sus cuentas bancarias en Europa, Estados Unidos, Canadá o Australia es una medida que podría ser contemplada, haría falta que esta fuera acompañada de otras medidas coercitivas más eficaces, como obligar a los proveedores de los servicios satelitales a rescindir sus contratos con la IRIB o disuadir el aparato mediático más amplio del CGRI.

Teherán considera que su principal adversario es Israel y Estados Unidos. Mientras persista el conflicto en Oriente Medio entre Israel y Hamas, el potencial de escalada en el frente cognitivo y subversivo irá en aumento. Además, porque es una válvula de escape ante los problemas internos que vive el país, tanto socioeconómicos como de liderazgo y cuestionamiento de los pilares del régimen.

Tras el ataque de Irán por Israel la madrugada del 13 de junio y el desmantelamiento de gran parte de la cúpula militar del país, la reacción mediante la subversión en el exterior es un fenómeno que no se debería despreciar, teniendo en cuenta que, si bien el poder de Hizbollah está prácticamente neutralizado en la región, permanecen sus activos en Hispanoamérica y Europa.

 

Marta González Isidoro

Analista de Minerva Institute

Minerva Institute: Es un Think Tank centrado en la actualidad nacional e internacional en el marco de la defensa de la Paz y la Democracia, el Estado de Derecho y los Derechos Humanos.