Luis V. Pérez Gil, Teniente Reservista Voluntario, Doctor en Derecho con premio extraordinario por la Universidad de La Laguna, Asociado de AEME publica en su blog la siguiente reseña sobre el «Poderío Nuclear Ruso»
«PODERÍO NUCLEAR DE RUSIA: NUEVOS PLANTEAMIENTOS SOBRE CAPACIDADES Y DOCTRINA DE EMPLEO»
Este es el título de mi capítulo en el cuaderno de estrategia 229 Panorama nuclear global que acaba de publicar el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), como adelantamos en la entrada del mismo título de abril de 2025. Como aseveramos las armas nucleares son una garantía para la seguridad exterior de los países que las poseen porque, desde el mismo momento en que cuentan con ellas, gozan de inmunidad. También son un aliciente para la paz mundial porque evitan el estallido de guerras entre grandes potencias al actuar como inhibidores del enfrentamiento entre ellas. El fundamento de su efectividad es el miedo a sufrir daños de proporciones catastróficas. Durante la Guerra Fría mostraron su naturaleza esencialmente disuasoria con el resultado de que los Estados Unidos y la Unión Soviética jamás llegaron a un choque directo. Pero, también sucede en la posguerra fría, donde las nuevas formas de guerra (asimétrica, irrestricta, multidominio) y las armas avanzadas en lo que respecta a la tecnología no han conseguido desplazar su avasalladora supremacía. Su condición fundamental es que inhabilitan la agresión entre las grandes potencias y ni siquiera requieren que los líderes de las potencias que las poseen sean inteligentes (de hecho algunos son peligrosamente estúpidos), porque imponen la racionalidad por el miedo.
En el caso de Rusia los cambios introducidos en su doctrina nuclear de junio de 2020 pusieron de manifiesto el peso que se concede a las armas nucleares en su estrategia de seguridad nacional, tanto en su función de disuasión frente a otras grandes potencias como en caso de un conflicto convencional a gran escala. En febrero de 2022 esta hipótesis se convirtió en una realidad cuando las Fuerzas Armadas rusas fracasaron en su intento de hacerse por sorpresa con el control de Ucrania y la operación militar inicial se convirtió en una guerra en toda regla en la que la amenaza nuclear ha sido esgrimida de forma regular con la finalidad de bloquear la participación directa de los países de la OTAN en el conflicto. Pero, en el caso de que se diera ese escenario, nada excluye que se pueda llegar en un enfrentamiento nuclear, como planteó la ampliación de los supuestos de empleo en la actualización de la doctrina adoptada el 19 de noviembre de 2024. Estos temas se analizan de forma sistemática siguiendo con la siguiente estructura: una introducción de carácter eminentemente teórico donde se ponen en consideración los conceptos básicos y el marco metodológico (pp. 73-78); el primer epígrafe está dedicado a examinar los medios y capacidades de la doble triada nuclear rusa (estratégica y táctica) incluidos el sistema de la mano muerta (Perimetr) y los desarrollos de armas estratégicas avanzadas; el segundo atañe a la evolución de la doctrina rusa de empleo de armas nucleares y cómo se ha adaptado a las capacidades materiales y ambiciones estratégicas del país (pp. 78-84); tercero, la crisis de la disuasión nuclear rusa en el contexto de la guerra de Ucrania, donde se analizan las declaraciones políticas de los dirigentes rusos en medio del conflicto así como las teorías más recientes sobre disuasión por intimidación (doctrina Karaganov) (pp. 84-91); el cuarto plantea perspectivas de futuro en un mundo complejo e inestable que parece que tiene a la multipolaridad, donde son probables las carreras de armamentos, nuevos desarrollos de misiles hipersónicos y también la aparición de nuevas potencias nucleares (pp. 91-104); para finalizar con unas conclusiones acordes a la relevancia de las cuestiones planteadas (pp. 104-106).
Por consiguiente, en el texto hablamos de armas nucleares, de doctrinas de empleo, de la guerra en Ucrania y de escenarios de guerra nuclear, todos ellos mortales y con posibilidades de gran devastación. En este punto, no nos cansamos de repetir que solo el realismo kissingeriano basado en las tesis del equilibrio de poder y la negociación permanente aporta las herramientas necesarias para no llegar al punto del empleo nuclear porque, según la doctrina rusa, en caso de ocurrir será siempre masivo conforme a la estrategia de la destrucción mutua asegurada.
Referencia bibliográfica completa: Pérez Gil, L.: «Poderío nuclear de Rusia: nuevos planteamientos sobre capacidades y doctrina de empleo», Panorama nuclear global. Cuadernos de Estrategia núm. 229. Ministerio de Defensa. Madrid, 2025, pp. 71-106, en https://www.defensa.gob.es/documents/2073105/2557568/CE_229_Cap02.pdf/
Fuente:
https://ullderechointernacional.blogspot.com/2025/05/poderio-nuclear-de-rusia-nuevos.html