La reorganización de la Guardia Civil (XXX y XXXI)

El diario  EUROPA SUR , publica periódicamente luna serie de articulos sobre la “Reorganizacion de la Guardia Civil”.

 

La reorganización de la Guardia Civil (XXX)

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En 1942, el Gobierno Militar del Campo de Gibraltar se amplió con los términos municipales de Casares y Manilva y Conil de la Frontera
Desde 1904 su jurisdicción llegaba hasta Ronda, Vejer de la Frontera y Alcalá de los Gazules

Decreto de reorganización del Campo de Gibraltar (1948).

 

Tal y como se ha venido exponiendo, nuestro Campo de Gibraltar, con los consiguientes términos municipales que en cada momento lo han integrado, ha ido históricamente evolucionando a través de los tiempos. Es decir, ha ido aumentando o disminuyendo territorialmente en función de diversos factores. Inicialmente estos fueron de carácter militar, como consecuencia de la ocupación británica del Peñón, que fue ilegítima y vergonzosa, aprovechando el conflicto armado disputado entre austrias y borbones por la corona española. Y posteriormente, fueron de índole administrativa y política, hasta nuestros días.

A tal efecto, siempre hay que insistir en que su actual composición vino determinada por el Decreto 3.223/1965, de 28 de octubre, el cual integró los términos municipales de Algeciras, San Roque, La Línea de la Concepción, Los Barrios, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera y Tarifa. Muy posteriormente, por Decreto 181/2018, de 2 de octubre, se aprobaría la creación del municipio de San Martín del Tesorillo, por segregación del término municipal de Jimena de la Frontera.

Dicho lo anterior, y sin perjuicio de todo lo acontecido en los dos siglos anteriores, hay que recordar, en la línea argumental y descriptiva que se viene siguiendo en estos capítulos, que por real decreto de 2 de noviembre de 1904, la Comandancia General del Campo de Gibraltar se transformó en el Gobierno Militar del Campo de Gibraltar. Entonces se estableció la jurisdicción territorial de su titular, un general del Ejército español, sobre los términos municipales de Ronda, Arriate, Montejaque, Benaoján, Jimena de Libar, Cortes de la Frontera y Gaucín, pertenecientes todos ellos a la provincia de Málaga; así como Jimena de la Frontera, Castellar de la Frontera, Los Barrios, San Roque, La Línea de la Concepción, Algeciras, Tarifa, Vejer de la Frontera (con toda la laguna de la Janda que incluía la entonces pedanía de Barbate) y Alcalá de los Gazules, todos estos de la provincia de Cádiz. Así se publicó en el antecesor del Boletín Oficial del Estado, es decir, la Gaceta de Madrid, concretamente en su número 315, fechado el día 12 de dicho mes.

Casi tres décadas después, recién proclamada la Segunda República en España, se derogó por decreto de 29 de abril de 1931, publicado al día siguiente en la Gaceta de Madrid, el real decreto de 21 de septiembre de 1880 que concedía atribuciones gubernativas al comandante general del Campo de Gibraltar, ya “que han originado constantes rozamientos entre las autoridades civiles y la militar y disgusto continuo entre los ciudadanos habitantes en dicha región”.

Finalizada nuestra trágica guerra civil, por decreto de 17 de agosto de 1939, publicado al día siguiente en el Boletín Oficial del Estado número 230, se restituyó, “para bien del servicio e interés nacional”, al cargo de gobernador militar del Campo de Gibraltar, que la Segunda República había suprimido, la dirección de todos los servicios de “Vigilancia, Policía y Orden Público”, así como las atribuciones propias de los jefes de Hacienda sobre las “Fuerzas de los Resguardos de Mar y Tierra”, en cuanto se refería a la represión del fraude y el contrabando. Ello se justificó en, “que la experiencia enseña, dada la característica especial de aquella Zona, que deben quedar bajo una sola Autoridad”, quedando limitada a los partidos judiciales de Algeciras y San Roque, sobre los que extendió también su jurisdicción territorial.

En plena Segunda Guerra Mundial, por decreto de 24 de julio de 1942, publicado el 6 de agosto siguiente en el Boletín Oficial del Estado número 218, se restituyó por “razones del mejor servicio”, la antigua delimitación establecida en el mentado real decreto de 1904, y se amplió con la de los términos municipales de Casares y Manilva, de la provincia de Málaga, así como de Conil de la Frontera, de la de Cádiz. Igualmente se le otorgó sobre dichos términos municipales las mismas facultades que en relación con los servicios de “Orden Público, Vigilancia y Policía”, asignaba el real decreto de 21 de septiembre de 1880, y las que sobre las “Fuerzas de los Resguardos de Mar y Tierra” determinaba la real orden de 21 de diciembre de 1877.

Fruto del mentado decreto de 1942 se adaptó el 21 de diciembre de 1943, el nuevo despliegue territorial que daría lugar a la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), que entraría en vigor el 1º de marzo de 1944. Como ya se expuso en su momento, dicha unidad, además del despliegue campogibraltareño de la hasta entonces 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras), comprendería también parte de las unidades territoriales que hasta entonces habían estado encuadradas en la 216ª Comandancia Rural de la Guardia Civil (Cádiz) y de la 234ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Cádiz), la cual había sido la antigua 11ª Comandancia de Carabineros (Cádiz), así como de la 116ª Comandancia Rural de la Guardia Civil (Málaga) y la 333ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Málaga), habiendo sido esta última la antigua 9ª Comandancia de Carabineros (Málaga).

Una vez recordada la compleja evolución histórica de la principal fuerza de seguridad del Estado en el Campo de Gibraltar, resultó que por decreto de 12 de noviembre de 1948, dimanante de la Presidencia del Gobierno, y publicado cuando había transcurrido ya más de un mes, concretamente en el Boletín Oficial del Estado número 353, de 18 de diciembre, se volvió a modificar la jurisdicción territorial del Gobierno Militar del Campo de Gibraltar, fijándose sus atribuciones en materia de orden público.

Concretamente se dispuso que habían desaparecido las razones que habían aconsejado en el citado decreto anterior de 1942, ampliar circunstancialmente la especial jurisdicción gubernativa que el mentado real decreto de 1880 había concedido al gobernador militar del Campo de Gibraltar. Por lo tanto, se procedía a dejar bien determinada la extensión territorial con que habían de ejercerse “aquellas funciones referidas fundamentalmente a los servicios de Orden público”.

De esta forma se estableció que dicho gobernador militar, que además era el jefe de la División número 22 del Ejército de Tierra, (acababa de ser nombrado por decreto de 5 de noviembre de 1948 el general de división Carlos Martínez Campos y Serrano), ejerciese estrictamente las facultades que, “en materia de Orden público, vigilancia y seguridad”, le confirió el citado real decreto de 1880, pero circunscribiéndose ahora a una zona limítrofe mucho más reducida.

Concretamente se estableció como nueva demarcación, la zona de la plaza de Algeciras y su término municipal, así como los de Tarifa, Los Barrios, San Roque y La Línea de la Concepción, “en cuyo territorio tendrá al efecto a sus inmediatas órdenes al personal de la Guardia Civil y la Policía que se le adscriba”. Igualmente continuaría manteniendo dentro de dicha zona sus atribuciones sobre los resguardos de mar y tierra.

Tal resolución conllevaría una reducción territorial y de efectivos muy significativa en la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras). En primer lugar, se devolvieron sus antiguos municipios a la 137ª Comandancia (Málaga) y 237ª Comandancia (Cádiz), añadiéndose a esta los de Castellar de la Frontera y Jimena de la Frontera.

 

La reorganización de la Guardia Civil (XXXI)

Durante los nueve años que el teniente coronel Manuel Sanmartín Rives estuvo al frente de la comandancia campogibraltareña, experimentó el periodo de mayor complejidad que jamás se ha conocido. Todo ello derivado de la Segunda Guerra Mundial y el delicado periodo que se vivió en los siguientes primeros años
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Francisco Hermida Medina, futuro teniente coronel jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras). Academia de Infantería, Toledo, 1917.

San Roque/El 15 de septiembre de 1950, el teniente coronel Manuel Sanmartín Rives, jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), que el 23 de agosto de 1941 se había hecho cargo del mando efectivo de la entonces denominada 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras), pasó a la situación de retiro al cumplir 60 años.

Fijó su nuevo domicilio en la ciudad de Algeciras, donde se quedó a residir hasta su fallecimiento, acaecido el 9 de noviembre de 1957, según certificado expedido seis días más tarde por el entonces juez municipal de la localidad, Esteban Benito Cuyar. El teniente coronel Sanmartín, antiguo alumno de la Academia de Infantería del Ejército en Toledo y natural de la localidad gaditana de San Fernando, dejó viuda a Juana Paz López y huérfanos de padre a sus hijos Eusebio, Alfonso y María del Carmen.

Poco antes de pasar a la mentada situación militar de retirado, concretamente el 16 de febrero de 1950, como consecuencia del ascenso al empleo de general de brigada del coronel Andrés García Pérez, jefe hasta entonces del 37º Tercio de la Guardia Civil (Málaga) y futuro general de la 1ª Zona (Sevilla), el teniente coronel Sanmartín se hizo cargo del mando de dicho tercio durante casi cuatro meses. Cesó el 12 de junio siguiente, al incorporarse al mismo el nuevo jefe, coronel Joaquín Cassinello López, que hasta su reciente ascenso había estado al mando de la que había sido la “nueva” 134ª Comandancia de la Guardia Civil (Valencia).

Durante los nueve años que el teniente coronel Sanmartín estuvo al frente de la comandancia campogibraltareña, no sólo ocupó la misma, durante más de cuatro años, concretamente entre 1944 y 1948, su mayor extensión territorial, a costa de parte de las demarcaciones de las Comandancias de Cádiz y de Málaga, y tuvo hasta diez compañías, sino que además experimentó el periodo de mayor complejidad que jamás se ha conocido. Todo ello derivado de la Segunda Guerra Mundial y el delicado periodo que se vivió en los siguientes primeros años.

Esto se debió principalmente a su singular situación geográfica en el Estrecho de Gibraltar, que unía dos teatros de operaciones excepcionalmente estratégicos como eran el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, así como su privilegiada posición frente al continente africano y la existencia de la colonia británica del Peñón, guarnecida por una activa y controvertida base naval.

Por resolución de 10 de octubre de 1950, dispuesta por el ministro del Ejército de Tierra, teniente general Fidel Dávila Arrondo, fue destinado para ejercer el mando de la 337ª Comandancia (Algeciras) el teniente coronel Francisco Hermida Medina, que al igual que los que le habían precedido, procedía del desaparecido Cuerpo de Carabineros. El 18 de abril de dicho año había sido ascendido a dicho empleo, con antigüedad de tres días antes, cuando prestaba sus servicios como comandante en la 242ª Comandancia (Bilbao), pasando inicialmente en turno de libre elección al Cuadro Eventual de Mando y quedando afecto al 42º Tercio (Bilbao) para documentación y haberes.

Por otra parte, el ya teniente coronel Ignacio Molina Pérez, que procedía igualmente de Carabineros y ha sido citado en algunos de los capítulos anteriores como segundo jefe de la comandancia campogibraltareña, había ascendido a dicho empleo con antigüedad de 9 de abril de 1948. Ya no estaba encuadrado en la 337ª Comandancia (Algeciras) sino que figuraba afecto al 37º Tercio (Málaga), si bien continuaba prestando sus servicios especiales en el Gobierno Militar del Campo de Gibraltar, con residencia en Algeciras.

Hay que significar que a partir del escalafón cerrado a fecha 1º de enero de 1951, ya se suprimió la separación que hasta entonces se venía haciendo de generales, jefes y oficiales procedentes del antiguo Cuerpo de la Guardia Civil y procedentes del antiguo, y desaparecido desde 1940, Cuerpo de Carabineros. Se hacía constar en una nota que, “la integración en una sola Escala, dentro de cada empleo, del personal de las distintas procedencias, no supone fusión ni variación alguna en la legislación que viene rigiendo ascensos y situaciones”.

Los dos comandantes que al inicio de 1951 estaban destinados en dicha comandancia del benemérito Instituto eran Juan del Río Fernández, procedente de la Guardia Civil con anterioridad a marzo de 1940, y José Fernández López, procedente del antiguo Cuerpo de Carabineros. Éste había ascendido a dicho empleo con antigüedad de 8 de enero de 1949, siendo posteriormente destinado a la 337ª Comandancia (Algeciras), procedente de la 232ª Comandancia (Tarragona). Sustituyó al comandante Carlos López Martínez, procedente de la Guardia Civil con antelación a 1940 y que a su vez había sido destinado a la 137ª Comandancia (Málaga).

Al ascender el comandante Juan del Río al empleo de teniente coronel, con antigüedad del 11 de junio de 1951 e incorporarse posteriormente a la 108ª Comandancia (León) como jefe de la misma, fue destinado a la comandancia campogibraltareña el comandante Miguel Tormo Lobera. Éste procedía de la Guardia Civil con antelación a 1940 y había ascendido a dicho empleo con antigüedad de 9 de septiembre de 1951, procedente de la 236ª Comandancia (Almería).

Como capitanes que al inicio de 1951 se encontraban destinados en la comandancia campogibraltareña estaban Salvador García Escribano (Tarifa), procedente del antiguo Cuerpo de Carabineros, y Salvador Guirado García (Atunara), procedente de la Guardia Civil antes de 1940.

Seguidamente, y más modernos por lo tanto en sus respectivos empleos, con arreglo a la ley de 15 de marzo de 1940 y la orden de 27 de mayo de 1944, dimanante del Ministerio del Ejército de Tierra, se hallaban formando parte de la llamada “Escala General”, los igualmente capitanes Eulogio Carpio Molero (Algeciras), procedente de la Guardia Civil antes de 1940; Emilio Cerviño Trisac (Algeciras), procedente del antiguo Cuerpo de Carabineros; así como Isidro Mateos Tejedor (San Roque) y Eustaquio Rodríguez Tinoco (La Línea de la Concepción), ambos procedentes de la Guardia Civil antes de 1940.

Con el empleo de teniente, todos ellos pertenecientes a la mentada “Escala General”, estaban Miguel Segador Borrasca (Guadiaro/San Roque), procedente de la Guardia Civil antes de 1940; Antonio Pérez Piñer (Algeciras), procedente del antiguo Cuerpo de Carabineros; Eduardo Haro Vazquez (Tarifa), que había ingresado en la Guardia Civil procedente de teniente de Infantería del Ejército de Tierra, empleo que había obtenido con posterioridad a la finalización de la guerra civil 1936-1939, donde había terminado como alférez provisional de Infantería; Avelino Palau Sastre (Facinas/Tarifa), procedente de la Guardia Civil antes de 1940; Manuel Seco Carrillo (Los Barrios), Perfecto Otero Batalla (San Roque) y Mariano Cobos Blanca (San García/Algeciras), procedentes los tres del antiguo Cuerpo de Carabineros; Silvano Chocarro Alonso (La Línea de la Concepción), procedente de la Guardia Civil antes de 1940; Antonio López Bustos (La Línea de la Concepción), José Conde Agut (Algeciras), Enrique Campos Benítez (La Cañada del Peral/Algeciras) y Julio Fernández López (Tarifa), los cuatro procedentes del antiguo Cuerpo de Carabineros; Daniel Ávila Díaz (Carboneras/San Roque), procedente de la Guardia Civil antes de 1940; Eusebio Abad Abajo (Palmones/Los Barrios) y Gabriel Bartolomé Navas (Algeciras), ambos procedentes de Carabineros.

 

Jesus N. Niñez Calvo   Coronel de la Guardia Civil. Doctor en Historia

De la Asociacion Española de Militares Escritores

 

Fuente:

https://www.europasur.es/san_roque/reorganizacion-guardia-civil-xxxi_0_2002664494.html