La reorganización en la posguerra civil (XXXII)

El autor es nuestro asociado y Delegado para Andalucía de AEME el coronel de la Guardia Civil Jesús N. Núñez Calvo, doctor en Historia. Por el interés histórico reciente de estas narraciones, esta web publicará los capítulos que aparezcan en el diario EUROPASUR. El siguiente  corresponde  a los capítulos  XXXI y XXXII  de la “Reorganización en la posguerra civil”  del Cuerpo de Carabineros.

 

La reorganización en la posguerra civil (XXXI)

  • La Guardia Civil inició a partir de 1940 un laborioso proceso de absorción de las funciones encomendadas a los Carabineros
  • Un año antes se había restituido el cargo de gobernador militar del Campo de Gibraltar
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Emilio de los Ríos Astigarraga fue comandante en la Comandancia de Carabineros de Algeciras entre mayo de 1938 y julio de 1939.

Emilio de los Ríos Astigarraga fue comandante en la Comandancia de Carabineros de Algeciras entre mayo de 1938 y julio de 1939. ÁLBUM ACADEMIA INFANTERÍA (TOLEDO, 1911)

Cuando se publicó en el BOE la ley de 15 de marzo de 1940, “reorganizando el benemérito Cuerpo de la Guardia Civil”, quedó definitivamente escrito en beneficio de dicha institución militar el final del Cuerpo de Carabineros. Éste había sido inicialmente creado por real decreto de 9 de marzo de 1829, siendo objeto de diferentes y posteriores reajustes legislativos y normativos que ya fueron expuestos en artículos anteriores.

La Guardia Civil inició por lo tanto, a partir de 1940, un laborioso proceso de absorción de las funciones encomendadas a los Carabineros e integró entre sus filas al personal de dicho Cuerpo. Tal y como dispuso la nueva ley en su artículo 5º, le correspondió a la Guardia Civil, “la vigilancia y guarda de los campos, pueblos, aglomeraciones rurales, factorías, centros industriales y mineros aislados de las poblaciones, la de costas y fronteras, la persecución del contrabando y fraude, la previsión y represión de cualquier movimiento subversivo, y, en todo momento y lugar, la persecución de delincuentes”. Era entonces una España diferente de la actual.

Evidentemente, la absorción del Cuerpo de Carabineros no fue un proceso fácil ni por supuesto sencillo. La provincia de Cádiz en general, y el Campo de Gibraltar en particular, sabe mucho de ello. Por otra parte, se publicó posteriormente en el BOE la ley de 4 de junio de 1940, sobre concesión de créditos para el Ministerio de la Gobernación.

Como ya se dijo en el capítulo anterior, la 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras), tomó inicial y seguidamente la denominación de la 66ª Comandancia Administrativa de la Guardia Civil (Algeciras). Al resto de las otras diecinueve comandancias de Carabineros entonces existentes, que terminarían desapareciendo, se le asignó la numeración correspondiente. Así, a la que tenía su residencia en la capital gaditana y cuya demarcación era la otra parte de la provincia que no ocupaba la comandancia campogibraltareña, es decir, la 11ª Comandancia de Carabineros (Cádiz), le fue asignada la denominación de la 67ª Comandancia Administrativa de la Guardia Civil (Cádiz).

Una vez dicho esto hay que recordar al lector que la configuración geográfica y administrativa del Campo de Gibraltar, dentro de la provincia de Cádiz, era entonces diferente de la actual. Con la entrada en vigor del Decreto 3.223/1965, de 28 de octubre, esta comarca quedaría integrada por los términos municipales de Algeciras, San Roque, La Línea de la Concepción, Los Barrios, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera y Tarifa. A ello hay que añadir, desde la entrada en vigor del Decreto 181/2018, de 2 de octubre, publicado en el BOE de 23 de enero siguiente, la creación del octavo municipio del Campo de Gibraltar, llamado San Martín del Tesorillo, por segregación del término municipal de Jimena de la Frontera.

Sin embargo, en 1940, año del que ahora estamos hablando, la realidad y la situación eran muy diferentes. Por Decreto de 17 de agosto de 1939, publicado en el BOE del día siguiente y dictado desde Burgos, se había restituido oficialmente, “para bien del servicio e interés nacional”, el cargo de gobernador militar del Campo de Gibraltar, con residencia en Algeciras, que con la Segunda República se había suprimido. Se concretó entonces que sería desempeñado por quien ejerciese la jefatura de la 22ª División del Ejército de Tierra.

Hay que significar que tras la finalización de la guerra civil se había procedido, mediante decreto del Ministerio de Defensa Nacional de 24 de julio de 1939, a la reorganización del Ejército. Así, en el caso que nos ocupa, la 21ª División (Sevilla), la 22ª División (Algeciras) y la 23ª División (Granada), pasaron entonces a constituir el nuevo II Cuerpo de Ejército, con cabecera en la capital hispalense. Su general jefe lo sería, al mismo tiempo, de la Segunda Región Militar.

Al nuevo gobernador militar del Campo de Gibraltar, por lo tanto, le fueron restituidas las facultades que en relación con “los servicios de Orden Público, Vigilancia y Policía”, le asignaba el real decreto de 21 de septiembre de 1880 y las que sobre “las fuerzas de Resguardo de Mar y de Tierra”, determinaba la real orden de 21 de diciembre de 1877. Es decir, que a dicha autoridad militar pasó a corresponderle la dirección de todos esos servicios, así como las atribuciones propias de los jefes de Hacienda sobre dichas fuerzas de resguardo, en cuanto se refería a la represión del fraude y el contrabando. Finalmente, se determinaba que su jurisdicción territorial se extendía sobre los partidos judiciales completos de Algeciras y San Roque.

Para asumir dicho cometido de gobernador militar del Campo de Gibraltar sería nombrado por decreto de 24 de agosto de 1939, el general de brigada Francisco Martín Moreno. Éste cesaría en el cargo que tenía hasta entonces en Burgos de “Jefe de Estado Mayor del Cuartel General del Generalísimo”. Cinco días después dicho general sería nombrado también jefe de la mentada División núm. 22 de Infantería.

Sobre dicho general hay que decir que en la guerra civil había sido durante más de dos años el redactor del “Parte Oficial de Guerra” del bando sublevado, razón por la cual fue nombrado “periodista honorario”, por orden de 28 de mayo de 1939, dimanante del Ministerio de la Gobernación. Su titular era Ramón Serrano Suñer, abogado y cuñado del jefe de Estado, al estar casado con una hermana de su esposa. Por la Jefatura del Servicio Nacional de Prensa se expidió seguidamente el correspondiente diploma y se notificó dicha concesión para conocimiento a las asociaciones de periodistas de la época.

Tras su ascenso el 12 de abril de 1940 a general de división fue confirmado en ambos cargos campogibraltareños por decreto del día 26 de ese mismo mes. No obstante, apenas continuó aquí, encontrándose ya Europa inmersa en la Segunda Guerra Mundial. Por decreto de 12 de julio siguiente fue nombrado “Jefe del Alto Estado Mayor”, cesando por lo tanto en los cargos que ostentaba en Algeciras. Su antecesor en Madrid, el general de división Juan Vigón Suerodíaz, había sido nombrado ministro del Aire el 27 de junio anterior, tras ser cesado en dicha responsabilidad el también general de división Juan Yagüe Blanco.

Mientras tanto, el teniente coronel de Carabineros Joaquín Moreno Lara, jefe de la 10ª Comandancia de dicho Cuerpo en el Campo de Gibraltar, continuaba los pasos previstos en la mentada ley de 15 de marzo de 1940, que lo integrarían a él y a su unidad en la Guardia Civil.

Hay que decir que la situación que se estaba viviendo por parte de los procedentes del antiguo y ya declarado a extinguir Cuerpo de Carabineros no era fácil, aunque pasasen a integrarse en un Cuerpo de prestigio como era el de la Guardia Civil.

Cuando se estaban realizando los primeros pasos internos pertinentes para poder llevar a cabo dicha integración se publicó la ley de 12 de julio de 1940, disponiendo los organismos que habían de formar parte del Ministerio del Ejército y las funciones de cada uno. Así, el décimo organismo que pasaba a constituirlo era la Dirección General de la Guardia Civil.

La reorganización en la posguerra civil (XXXII)

  • La Orden del Ministerio del Ejército de 22 de agosto de 1940 vino a reorganizar el despliegue territorial de las comandancias de Guardia Civil y Carabineros
  • La provincia pasó a tener tres comandancias de la Benemérita

Diario Oficial del Ministerio del Ejército, que publicaría el 23 de agosto de 1940 la orden de reorganización de la Guardia Civil, tras la absorción de Carabineros.

Diario Oficial del Ministerio del Ejército, que publicaría el 23 de agosto de 1940 la orden de reorganización de la Guardia Civil, tras la absorción de Carabineros.

 

Tras la ley de 15 de marzo de 1940, “reorganizando el benemérito Cuerpo de la Guardia Civil”, que entre otras cuestiones, supuso la integración en el mismo del personal, medios y acuartelamientos del Cuerpo de Carabineros, pasando a cumplir dentro de aquél las misiones tradicionales que ya venían realizando desde 1829; la ley de 4 de junio de 1940, sobre concesión de créditos para el Ministerio de la Gobernación; y la ley de 12 de julio de 1940, disponiendo los organismos que habían de formar parte del Ministerio del Ejército y las funciones de cada uno, entre los cuales se encontraba la Dirección General de la Guardia Civil; vino la Orden del Ministerio del Ejército, de 22 de agosto de 1940.

Ésta, publicada al día siguiente en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército y firmada por su titular, el todavía general de división José Enrique Varela Iglesias, vino a reorganizar el despliegue territorial que hasta esa fecha había estado articulado en cincuenta y siete Comandancias del Cuerpo de la Guardia Civil más otras veinte procedentes del antiguo Cuerpo de Carabineros. El complejo proceso de absorción de esta antigua y también benemérita Institución estaba ya en marcha.

El resultado sería una Guardia Civil que contaría, no sólo con un mayor volumen de personal y despliegue, sino con un número mucho más numeroso de competencias y funciones. Sin duda alguna, ello constituyó el hecho de mayor relevancia policial efectuado en España durante el siglo XX.

La nueva reorganización, conforme a dicha orden ministerial, se estructuró entonces en veinte Tercios Rurales y dos Tercios Mixtos para Baleares y Canarias, con cincuenta Comandancias (una por provincia), que comprenderían fuerzas de Infantería y escuadrones de Caballería; diez compañías de Veteranos, afectas a las Comandancias rurales; once Tercios de Fronteras y Costas con veinticuatro Comandancias, que estarían integradas por compañías de Infantería y especialistas (servicio en Aduanas), así como dos Comandancias exentas y un Tercio Móvil compuesto por cuatro Comandancias.

Ello motivó que en la provincia de Cádiz, en donde había una Comandancia de la Guardia Civil y dos de Carabineros hasta entonces, se dispusiera, conforme la citada orden ministerial, un total de tres Comandancias de la Guardia Civil. Ello puede dar idea de la complejidad y singularidad de nuestra provincia.

Concretamente, en la provincia gaditana, y mediante la Instrucción General núm. 3, de 20 de febrero de 1941, dimanante de la Dirección General del Cuerpo, se dispuso la existencia de dos cabeceras de Tercio y tres Comandancias de la Guardia Civil. Todas sus jefaturas se ubicaron en la capital, ciudad de Cádiz, salvo la de una de las Comandancias que lo hizo en la ciudad de Algeciras, perteneciente al Campo de Gibraltar.

El primero de los Tercios constituidos fue el 16º Tercio Rural (Cádiz), integrado por la 116ª Comandancia Rural (Málaga) y la 216ª Comandancia Rural (Cádiz). Prácticamente se trataba del antiguo 16º Tercio y las antiguas Comandancias de la Guardia Civil de Málaga y Cádiz, si bien en esta ocasión su cabecera se fijaba oficialmente en la capital gaditana.

A este respecto hay que significar que esto último ya se había materializado realmente con anterioridad. Pues el entonces teniente coronel primer jefe de la Comandancia de Cádiz, Vicente González García, al ascender al empleo de coronel el 18 de octubre de 1939, y ser destinado oficialmente el día 31 de ese mes, al mando del citado 16º Tercio, que ya venía mandando accidentalmente desde casi ocho meses antes, se confirmó oficialmente su residencia en la capital gaditana.

Las dos unidades que seguidamente integraron dicho Tercio fueron la 116ª Comandancia Rural (Málaga) y la 216ª Comandancia Rural (Cádiz). La primera había estado mandada por Manuel Pizarro Cenjor, cuyo ascenso a coronel había sido publicado en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército el 19 de enero de 1941, firmado doce días antes y concedida antigüedad de 1 de marzo del año anterior. El 27 de enero de 1941 fue firmado su nuevo mando del 24º Tercio (Santa Cruz de Tenerife) y el destino del nuevo jefe de la entonces denominada 36ª Comandancia malagueña, teniente coronel Francisco Lafuente González, que hasta entonces era jefe de la 52ª Comandancia (Albacete). Respecto a la mentada Comandancia gaditana, que todavía abarcaba toda la provincia, a excepción del cometido que habían tenido las dos antiguas Comandancias de Carabineros, continuaba siendo su jefe el teniente coronel Manuel Márquez González. Tanto éste como Pizarro ya fueron citados en artículos anteriores.

El otro Tercio que se creó con cabecera en la provincia gaditana fue el 34º de Costas, compuesto a su vez por las 134ª, 234ª y 334ª Comandancias de Costas de Algeciras, Cádiz y Huelva, respectivamente. Las dos primeras se trataban, prácticamente, de las antiguas 10ª y 11ª Comandancias de Carabineros de Algeciras y Cádiz. Respecto a la de Huelva hay que recordar que tras la remodelación llevada a cabo en ese Cuerpo durante los meses de octubre y noviembre de 1935, la Comandancia de Carabineros de dicha provincia había sido entonces absorbida en su mando por la de Sevilla, dando lugar a la 12ª Comandancia. Ahora volvían a dos comandancias.

Respecto a la provincia gaditana hay que recordar la denominación temporal que sus dos antiguas Comandancias de Carabineros, la 10ª y la 11ª, habían tomado hasta la entrada en vigor de la mentada Instrucción General núm. 3 de 1941. Es decir, de las 66ª y 67ª Comandancias Administrativas de la Guardia Civil, respectivamente, todo ello de conformidad con la citada ley de 4 de junio de 1940, sobre concesión de créditos para el Ministerio de la Gobernación.

Por resolución del 29 de marzo de 1941 se destinó a mandar el mentado 34º Tercio de Costas (Cádiz) a quien había estado mandando hasta entonces la 6ª Zona de Carabineros, es decir, al coronel Nestavo García Hernáez. En dicha resolución se destinó igualmente a mandar la 334ª Comandancia (Huelva), al teniente coronel Joaquín Moreno Lara, que estaba mandando desde la etapa última de Carabineros, la Comandancia de Algeciras. Pasó a sustituirle en el Campo de Gibraltar el teniente coronel Federico Pérez Padilla, recién ascendido y destinado hasta entonces de la 64ª Comandancia Administrativa de la Guardia Civil (Almería-Granada), antigua 8ª Comandancia de Carabineros. En la 234ª Comandancia (Cádiz), el nuevo jefe nombrado a partir del 26 de febrero de 1941, había sido el teniente coronel Miguel García Rodríguez, también procedente de Carabineros.

Sucesivas reorganizaciones del Cuerpo de la Guardia Civil acaecidas a lo largo de las décadas siguientes, irían modificando numeraciones y despliegues territoriales en el ámbito nacional, si bien seguiremos centrándonos en la provincia gaditana en general y en el Campo de Gibraltar en especial.

Así, en la primera reorganización, motivada por el decreto del Ministerio del Ejército, de 21 de diciembre de 1943, y que entró en vigor el 1º de marzo siguiente, Cádiz perdió la cabecera de los dos tercios y de una de las comandancias. Se creó el nuevo 37º Tercio Mixto, con cabecera en la capital malagueña, integrado por las 137ª, 237ª y 337ª Comandancias Mixtas de Málaga, Cádiz y Algeciras, respectivamente.

Fuente:

https://www.europasur.es/san_roque/reorganizacion-posguerra-civil-XXXII_0_1879912837.html