El numero 409 de la revista TIERRA, MAR y AIRE, de la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, aparece el siguiente articulo, redactado por nuestro asociado D. José María Treviño Ruiz, Almirante, r que reproducimos por su actualidad en la nueva geopolítica.
LA MARINA POPULAR CHINA Y SU AGRESIVIDAD EN EL MAR DE LA CHINA MERIDIONAL
ANTECEDENTES.
Que la República Popular China es una gran potencia mundial en todos los ámbitos es algo que nadie niega, su economía va camino de convertirse en la primera del mundo y ese desahogo económico le permiten tener unas FAS de primera magnitud, que incluyen el mayor Ejército del mundo, una Marina que con cerca de un millar de buques, de ellos 150 unidades mayores combatientes, podemos considerarla segunda en el ranking naval, después de la todopoderosa US Navy, ahora que posee un portaviones operativo de cubierta corrida con aviones de despegue convencional el Liaoning , además de submarinos nucleares balísticos y de ataque, construyendo sus astilleros el segundo porta aeronaves y una Fuerza Aérea, que en número de aparatos tan sólo se encuentra detrás del gigante norteamericano..
Quizás el conflicto naval más importante de la que se tiene conocimiento en la antigüedad de la Marina china, sea la batalla de Yamen, que tuvo lugar el 19 de marzo de 1279 cerca de la ciudad de ese nombre en la provincia de Guandong.(Guangdong) En aquella ocasión la poderosa flota imperial de la dinastía Song con un millar de barcos, y su emperador al frente se enfrentaba a una flota invasora mongola de la dinastía Yuan de apenas un centenar de buques de guerra. Pese a su gran inferioridad numérica, los mongoles derrotaron e hundieron prácticamente todos los buques chinos, dejando unos cien de mil cadáveres flotando en el agua, entre ellos el del propio emperador Huaizong. Ya en una época más próxima, a finales del siglo XIX y frente a un enemigo, igualmente mucho más pequeño, Japón, la flota del almirante chino Ting Ju Chang, se enfrentaba el 17 de septiembre de 1894 a los buques de guerra del almirante japonés Sukeyuki Ito en la desembocadura del Río Yalu, batalla que es conocida con ese nombre aunque algunos historiadores la denominan también batalla del Mar Amarillo. En esta batalla entre dos imperios, el Manchú chino y el del Sol Naciente japonés. La Flota china compuesta por dos modernos acorazados alemanes, cinco cruceros y un guardacostas acorazado sufrió una tremenda derrota infligida por la numéricamente inferior Flota japonesa compuesta por siete cruceros y otros buques menores, pero que había tenido por instructores a oficiales británicos que proporcionaron un excelente adiestramiento artillero a los nipones. El resultado fue una aplastante victoria de la Flota japonesa que hundió a la mayoría de los buques chinos.
La invasión japonesa de Manchuria en el primer tercio del siglo XX y la posterior guerra civil entre los nacionalistas del general Chiang Kai Chek y los comunistas de Mao Tse Tung, llevaron a la práctica extinción a la Marina china, que pasaría a denominarse Popular, tras el triunfo de la Revolución Comunista de Mao y la expulsión a la isla de Taiwán de Chiang Kai Chek y sus leales anticomunistas. La finalización de la SGM y las unidades que habían desertado de la Marina nacionalista, formaron el embrión en 1949 de la rama naval del Ejército Popular de Liberación ya que según Mao, para oponerse a las agresiones imperialistas, debemos construir una Armada poderosa. Durante las operaciones de desembarco en la isla de Hainan, los comunistas usaron juncos de madera, con cañones de artillería de montaña, como buques de guerra contra la Armada de la República China del generalísimo Chiang Kai Chek. Ese mismo año de 1949, el 22 de noviembre se creaba la Escuela Naval en Dalian, teniendo como instructores a oficiales de la Marina Soviética. La Armada como tal fue establecida orgánicamente en septiembre de 1950, mediante la consolidación de todas las fuerzas navales regionales bajo el mando del Jefe del Estado Mayor General en Jiangyan, hoy Tazhou (Taizhou), provincia de Jiangsu. En los comienzos, la lista oficial de buques consistía en una variopinta colección de buques y embarcaciones capturadas a los nacionalistas del Kuomingtan.(Kuomintang) Dos años más tarde se creó el Arma Aérea de la Armada. Ya en 1954 había en China no menos de 2.500 instructores de la Marina Soviética, aproximadamente uno por cada 20 miembros de la Marina Popular, al mismo tiempo que los astilleros soviéticos comenzaban a construir modernos buques de guerra y submarinos para la incipiente marina de Mao. Así con ayuda de oficiales de estado mayor soviéticos, la Marina Popular se organizó entre 1954 y 1955 en tres zonas marítimas con sus correspondientes escuadras: la Flota del Mar del Norte o Mar Amarillo, la Flota del Mar del Este o Mar de la China Oriental y la Flota del Mar del Sur o Mar de la China Meridional, creándose un Cuerpo de Oficiales y Almirantes en escalafón separado de sus compañeros del Ejército de Tierra. En cuanto a la construcción naval, los primeros buques fueron obra de los astilleros soviéticos pero la siguiente generación ya fue construida en astilleros chinos y con diseño propio. Así durante la década de los 50 y los 60 se hicieron grandes inversiones para construir una marina de guerra creíble, que durante la Revolución Cultural fue utilizada para suprimir revueltas en Wuhan en julio de 1967. Para evitar cualquier de revolución no deseada en los buques, Mao asignó comisarios políticos a todas las unidades a flote. Ya en la década de los 70, aproximadamente un 20% del presupuesto de Defensa fue asignado a la Marina Popular, lo que supuso un incremento brutal del número de unidades combatientes, así los submarinos pasaron de 35 a 100 en esa década, y el número de buques de superficie capaces de lanzar misiles, se elevó de 20 a 200. En esos años se comenzó asimismo con el desarrollo de submarinos nucleares de ataque (SSN) y balísticos (SSBN). Durante la década de los 80 y bajo el mando del almirante Liu Huaquing (Liu Huaqing), que procedía del Ejército de Tierra y que tenía una formación científica y tecnológica más que táctica continuó el crecimiento exponencial convirtiéndose China en una potencia marítima regional. No sería hasta 1988 en que la Armada sería mandada por un auténtico oficial de marina. Liu tenía toda la confianza de Deng Xiaoping, y su programa naval de modernización seguía la política nacional de Deng, disminuyendo el número de buques a construir pero incrementando su tecnología. Paralelamente el nivel de formación de las dotaciones de los buques fue mejorando pasando de la tradicional defensa de la costa a realizar operaciones de alta mar con ejercicios antisubmarinos y aeronavales. Un ejemplo de esta transformación fue la recuperación en 1980 de un misil balístico intercontinental (ICBM) que había caído en el Pacífico Occidental, por una flota de 20 buques, operaciones continuas en el Mar de la China Meridional entre 1984 y 1985, y la visita de una agrupación naval a tres naciones del Sur de Asia en 1985. En 1982 la Marina Popular realizó un exitoso lanzamiento de un misil balístico desde un submarino en inmersión, así como experimentaron diversos lanzamientos con éxito de misiles superficie-superficie contra buques y superficie aire, desde plataformas navales. En 1986 la Marina Popular añadió a su lista oficial de buques, dos submarinos nucleares balísticos o SSBN clase Xia, armados con 12 misiles intercontinentales CSS-N-3 y tres submarinos nucleares de ataque o SSN clase Han, armados con seis misiles de crucero SY-2. A finales de la década de los 80 la Marina Popular presentaba deficiencias en lucha antisubmarina, guerra de minas y guerra electrónica, así como graves carencias en su Aviación Naval, en comparación con la poderosa US Navy, no obstante en 1987 podía considerarse la tercera marina del mundo después de la norteamericana y la soviética, aunque más por sus dimensiones que por su calidad, pese a que su personal era tan sólo un 12% del Ejército Popular. En ese año y hasta ahora la Marina estableció su Cuartel General en Pekín, el mando de la Flota del Mar del Norte en Qingdao, provincia de Shandong. El Cuartel General de la Flota del Este en Ningbo y la de la Flota del Mar de la China Meridional Zhanjiang, provincia de Guandong (Guangdong), con unos 2.000 buques entre las tres Flotas. Con un total de 350.000 personas, 35.000 pertenecían a la Aviación Naval, 38.000 a las Fuerzas de Defensa Costera y un Cuerpo de Infantería de Marina de 56.000 efectivos, el segundo más numeroso del mundo después de los marines norteamericanos. A su vez el Cuartel General de la Marina estaba subordinado al Estado Mayor General, controlado por generales del Ejército de Tierra. A finales de los 80, China con tan sólo 1.500 km de costa, es decir con menos costa que la Península Ibérica, contaba con más de 100 submarinos convencionales de las clases Romeo y Whiskey, para su defensa. Además dentro del radio de acción de sus aviones patrullaban destructores y fragatas armados de misiles anti buque Styx, los mismos que hundieron al destructor israelí Eilath, lanzados desde una lancha Osa. Por ello la Marina china construyó 900 lanchas rápidas que atacando en forma de enjambre destruirían cualquier fuerza naval que pretendiera invadir el continente. Por último la Fuerza de Defensa Costera tenía a cargo las baterías de costa dotadas de cañones de largo alcance y misiles anti buque Styx, es decir que al entrar en la década de los 90, la Marina china había convertido el suelo patrio en un bastión inexpugnable desde la mar.
EL SIGLO XXI
Según se aproximaba el nuevo siglo, la Marina china comenzó a evolucionar hacia una defensa lejana de la costa u off-shore, lo que implicaba operaciones fuera de área lejos de sus aguas territoriales y por supuesto lejos del paraguas protector de su aviación basada en tierra, por lo que comenzaron a sentir la inquietud de contar con un portaviones, y en ese sentido una delegación de la Marina Popular, con su ministro de Defensa al frente, se desplazó a España en 1995, cuando los astilleros de la Empresa Nacional Bazán en Ferrol, se encontraban finalizando la construcción del portaviones Chakrinaurebet. Por discreción la delegación china fue desviada a Cartagena, y se le hizo una presentación en la Base de Submarinos del proyecto de la E.N. Bazán de un portaviones de cubierta corrida de 50.000 ton. El ministro chino hizo una sola pregunta al terminar la presentación de los ingenieros de Bazán venidos de Ferrol: el precio del portaviones construido. Se le contestó que en torno a los 500 millones de dólares y ahí acabó la visita. Nunca más se supo del interés de los chinos en el proyecto español, que hubiera supuesto un gran éxito para la industria naval española, como 15 años más tarde lo sería para Navantia, la heredera de la E.N. Bazán: la venta de dos grandes buques anfibios o LHD de 27.000 ton similares al Juan Carlos I, a la Marina Australiana.
A finales de los años 90 la Marina China desplegó una gran actividad diplomática, recorriendo puertos tailandeses, rusos, indios, paquistaníes, norcoreanos, australianos, filipinos, malayos, sudafricanos, canadienses etc. e incluso visitando las Islas Hawái para mostrar el pabellón nacional orgullosamente con buques cada vez mayores y más modernos. Con estas visitas sus navíos recorrían todos los mares, ganando experiencia marinera sin despertar sospechas por las actividades navales efectuadas tan lejos de sus costas y de sus áreas de interés estratégico tradicionales. No contentos con esto una agrupación naval compuesta por dos destructores y un buque de aprovisionamiento, realizó la primera circunnavegación del Pacífico en 98 días visitando puertos de Méjico, Perú, Chile y los EEUU, incluyendo las base navales de Pearl Harbor y San Diego, la Flotilla estaba al mando del vicealmirante Wang Yongguo, comandante de la Flota del Mar de la China Meridional. Cinco años más tarde, entre el 15 de mayo y el 23 de septiembre de 2002, el destructor lanzamisiles Qingdao y el petrolero Taicang, dieron la primera vuelta al mundo de la Marina Popular, en un viaje de 123 días en los que navegaron 32.000millas náutica y visitaron los puertos de Changi, (Singapur), Alejandría (Egipto), Aksis (Turquía), Sebastopol (Ucrania), Pireo (Grecia), Lisboa (Portugal), Fortaleza (Brasil), Guayaquil (Ecuador), Callao (Perú) y Papeete en la Polinesia Francesa. Durante este largo periplo, los buques chinos aprovecharon para hacer ejercicios tipo PASSEX con las marinas de las naciones cuyos puertos visitaban, cogiendo de esta forma un gran bagaje táctico que transmitirían a su llegada a China. Esta vez el mando de la agrupación naval estaba asignado al vicealmirante Ding Yiping, comandante de la Flota del Norte. Hasta el año 2006, los buques chinos habían visitado y realizado ejercicios con las marinas locales de 18 naciones asiáticas, 4 sudamericanas, 8 europeas, 3 africanas y otras 3 norteamericanas, estableciendo para el futuro ejercicios bilaterales con las marinas de India, Paquistán, Francia, Reino Unido, Australia, Canadá, Filipinas y los EEUU, lo cual demostraba una clara apertura hacia Occidente y sus vecinos al mismo tiempo que una gran visón política y estratégica de sus dirigentes, olvidando viejas rencillas con su vecino de la orilla oriental del Pacífico, los EEUU con los que habían tenido en abril de 2001 con el aterrizaje forzoso de un avión de patrulla marítima y reconocimiento electrónico Orion EP-3 . Por si esta apertura y colaboracionismo con el mundo occidental fuese poco, el 26 de diciembre de 2008, una agrupación naval compuesta por los destructores lanzamisiles Haikou y Wuhau (Wuhan), junto con el buque de aprovisionamiento Weishanhu navegaron hasta el Golfo de Adén para incorporarse a las operaciones contra la piratería que habían sido iniciadas por la OTAN y la Unión Europea y que culminaría en la Ocean Shield de la primera y Atalanta de la segunda. La agrupación naval china llevaba a bordo un equipo de Operaciones Especiales de 16 infantes de marina aerotransportados por los helicópteros navales de la flotilla, Desde esa fecha la Marina china ha mantenido siempre una agrupación de tres buques que recorren las costas de Somalia, Golfo de Adén y Cuerno de África para proteger a sus buques mercantes y auxiliar a buques con otras banderas atacados por embarcaciones piratas.
LA MODERNIZACION DE LA FLOTA
Mientras Occidente disminuye peligrosamente sus presupuestos de Defensa, China los aumenta continuamente a un ritmo próximo al 10% en la última década hasta llegar a una cifra superior a los 100.000 millones de euros actuales, es decir unas 17 veces el presupuesto español, pero con un PIB similar al de Italia, lo que demuestra la importancia que da el gobierno chino a las FAS, especialmente a la Marina Popular cuyo ambicioso programa naval demuestra claramente la voluntad de construir una poderosa Marina de Guerra, que le sacaría de su estatus de marina litoral y potencia regional, para convertirla en marina oceánica y potencia mundial. El programa naval chino incluye varios capítulos de adquisición de armamento, que incluyen misiles anti buque o ASBM, misiles de crucero ASCM, portaviones y aeronaves embarcadas, submarinos convencionales y nucleares, destructores, fragatas, corbetas, patrulleros y buques de guerra de minas o MCM y por supuesto sistemas C4ISR de mando, control, comunicaciones, ordenadores, inteligencia, vigilancia y reconocimiento. En principio esa modernización iría teóricamente dirigida a obtener la supremacía naval frente a Taiwán, si bien también sería aplicable a sus conflictos de soberanía en el Mar de la china Meridional y Mar de la China Oriental con todos sus vecinos más próximos, como Japón, Taiwán, Filipinas y Corea del Sur, especialmente si quiere aplicar el derecho de regular las actividades marítimas en la franja de 200 millas de la Zona Económica Exclusiva o ZEE, desplazando la influencia ejercida por los EEUU en esta zona del Pacífico. China además está utilizando a sus buques de guerra en operaciones de seguridad marítima contra la piratería, no sólo en sus aguas sino también en el próximo Océano Indico. En su programa naval actual, la Marina china está primando la calidad sobre la cantidad, criterio opuesto al anteriormente aplicado y dado que la tecnología naval china está llegando a niveles similares a los occidentales, siendo consciente que necesita mejorar en lo referente a lucha antisubmarina o ASW y guerra de minas si bien sabe que su principal debilidad es la guerra aeronaval al contar con un solo portaviones de reciente incorporación, el Liaoning, frente a los 11 portaviones nucleares de la clase Nimitz de la Marina de EEUU.
El Orden de Batalla o Battle Order que es como se denomina en la OTAN a los medios militares de una nación, aplicado al ámbito naval chino nos da que en su lista oficial de buques de la Armada, existen 85 buques de combate de superficie, del orden de destructor o fragata. 60 submarinos de los que una decena son de propulsión nuclear, 56 buques anfibios y 85 patrulleros dotados de misiles anti buque. De la potencia industrial de sus astilleros nos da una idea la cifra de 50 buques en gradas en diferentes grados de construcción y que entrarán en servicio antes de que acabe esta década. Todos los buques en construcción y los que han entrado en servicio en esta década son buques multimisión, a diferencia de la construcción en los años 90. Los nuevos buques son capaces de desplazamiento a ultramar, con sistemas de combate ideados para combatir diferentes amenazas, como los destructores clase Luyang III (DDG 052D), con una notable capacidad anti superficie gracias al misil de largo alcance ASCM YJ-62 y anti aérea al estar dotados de misiles de medio-largo alcance contra aviones. Sin embargo la fuerza de submarinos está polarizada en la guerra contra los buques de superficie, especialmente los portaviones, con la excepción del nuevo submarino balístico nuclear Jin, que iniciará su primera patrulla en 2014. El nuevo Tipo 095 de submarino nuclear de ataque o SSN, que China tiene previsto entre en servicio en la próxima década, tendrá capacidad de ataque a tierra al estar dotado de misiles de crucero LACM de ataque a tierra. La aviación naval a su vez está incrementando su capacidad de ataque a objetivos navales, patrulla marítima y antisubmarina, guerra electrónica y transporte logístico.
Dentro del enorme inventario de los buques de superficie chinos, con 27 destructores, de los que 17 son modernos, 48 fragatas, de ellas 31 recientes, 10 nuevas corbetas, 85 modernos patrulleros dotados de misiles anti buque, 56 buques anfibios, 42 cazaminas y dragaminas, 50 buques auxiliares tipo petroleros, logísticos etc. y 400 buques menores de 1.500 ton, cabe destacar a los excelentes destructores clase Luyang II dotados del misil de crucero YJ-62, a los que siguen en 2014 los Luyang III dotados de un lanzador vertical o VLS para este misil con capacidad más allá del horizonte (OTH-T). En el 2012 los astilleros chinos comenzaron a entregar la nueva clase de corbetas Jiangdao de 1.500 ton que en contraste con los 60 patrulleros clase Houbei, están optimizadas para patrullar por la ZEE, e incluso más allá de las 200 millas en defensa de los intereses marítimos chinos. En lo que se refiere a las inversiones chinas en el ámbito anfibio de escasa tradición en la Marina Popular, la construcción de tres buques clase Yuzhau ( Yuzhao) de 20.000 ton del tipo LPD, son los mayores buques de guerra construidos en toda la historia de los astilleros nacionales, siendo capaces de transportar un vehículo de colchón de aire o LCAC en su dique. No se descarta la construcción de más LPD similares, si bien un mayor buque de asalto anfibio tipo LHA de cubierta corrida y con gran capacidad para el transporte de helicópteros se encuentra también en la lista de necesidades de la Marina china.
Pero quizás el programa que más expectativas levanta es el de la construcción de portaviones, ya que su posesión da el nivel de marina oceánica y potencia naval. Así y después de más de una década de modernización, el flamante Liaoning (ex ruso Varyag), recientemente visitado por el Secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel, entraba en servicio en septiembre de 2012 y tan sólo dos meses después aterrizaba en su cubierta de vuelo un caza J-15 Flying Shark, lo que demostraba un plan de adiestramiento de la aviación embarcada perfectamente sincronizado con el de la construcción del buque. El Liaoning al desplazar la mitad que un portaviones norteamericano, lógicamente tiene un 50% de su al poder embarcar solamente la mitad de aeronaves que aquel, por lo que un ambicioso programa contempla la construcción de hasta 4 portaviones más que estarían operativos antes de que finalice la próxima década, no descartándose que al menos uno de ellos sea de propulsión nuclear.
En lo referente a la Fuerza de Submarinos, la Marina Popular ve en este tipo de buques un elemento crítico de su poderío naval y sobre todo un elemento de disuasión eficaz. La enorme Flota Submarina de los 80 ha dado paso a una moderna fuerza, menor en número pero muy superior en calidad, de facto en 2015 un 70% de los submarinos chinos serán modernos, con menos de 10 años de antigüedad, cifra que se elevará al 75% en el 2020 en los submarinos convencionales y al 100% en los nucleares. Desde el comienzo del siglo XXI, China ha construido los submarinos convencionales clase Ming, clase Song el primer Yuan y ha comprado 8 submarinos oceánicos convencionales clase Kilo a Rusia dotados del misil de crucero SS-N-27. Actualmente los astilleros chinos sólo construyen unidades clase Yuan, reduciendo así el número de tipos de submarinos en servicio. En la actualidad hay 8 Yuan en servicio y 12 más en construcción. En lo referente a submarinos nucleares de ataque o SSN, en 2002 y 2003 se botaron dos clase Shang, encontrándose cuatro más, con una serie de mejoras, en gradas. Estos seis submarinos reemplazarán a los ya veteranos clase Han, a un ratio de uno por uno. La siguiente clase de SSN, Tipo 095, supondrá una auténtica revolución si bien no entrarán en servicio hasta 2020. Pero en el ámbito submarino lo que ha creado auténtica expectación internacional en los observadores navales y agencias de inteligencia, es la entrada en servicio este año de su nuevo SSBN, el Jin, capaz de lanzar el misil balístico nuclear JL-2 con un alcance superior a 4.000 millas, lo que le permite alcanzar Hawái y Alaska, sin salir de su mar territorial.
CONCLUSIONES
El Gobierno chino ha comprendido en el siglo XXI la gran importancia de contar con una Marina Popular oceánica y moderna, capaz de navegar por los siete mares y hacer frente a cualquier amenaza a sus intereses marítimos y nacionales, quitándole al mismo tiempo el complejo de ser la más desfavorecida de las FAS chinas. Las recientes tensiones en el Mar de la China Meridional y Mar de la China Oriental, con las disputas vecinales sobre los archipiélagos de Spratley, Paracel y Senkaku, resaltado este último litigio por el Presidente Obama en su visita a Japón, hacen que la importancia de una Marina de Guerra sea un instrumento indispensable en la política exterior china, sin olvidar su sempiterno contencioso con Taiwán, separado de China por el Estrecho de Formosa, que a modo de Canal de la Mancha asiático ha impedido al enorme Ejercito Popular hacerse con la isla. El espejo en que tradicionalmente se mira la Marina china es la marina estadounidense, primus inter pares, pues sabe que el simple envío de un portaviones nuclear con su correspondiente grupo de escolta a una zona en conflicto, sirve para bajar el nivel de la crisis o resolver ésta. China podría ser catalogada como poseedora de la tercera Armada, después de los EEUU y Rusia, si bien su Ejército es el más poderoso del mundo con más de dos millones de efectivos. De seguir con su rápido crecimiento e incremento anual de un 10% en su presupuesto de Defensa, en la próxima década su Marina podría desbancar a la de Rusia y sobre todo, ambas serían un enemigo terrible para la hoy todopoderosa US Navy.
Jose Marie Treviño Ruiz. Almirante, r. De la Asociacion Española de Militares Escritores. De la Real Liga Naval Española