A las 11:00 horas en el salón de actos de la Delegación de Madrid de la Real Hermandad de Veteranos de las FAS y GC, (San Nicolas 11-2º) se presentará el libro del Francisco Javier Almagro, General del EA,r :
LAMENTOS DE VIOLÍN: LA INCONTESTABLE (Y MUSICAL) NOVELA DE UN PILOTO DE COMBATE QUE DESNUDA LA HISTORIA ESPAÑOLA DEL SIGLO PASADO
Francisco J. Almagro, general de Aviación retirado, firma una obra inclasificable y capaz de emocionar al alma más insensible… en un entorno castrense
Teniendo en cuenta lo atestado que se encuentra el actual mercado editorial español, con casi 80.000 títulos publicados en el pasado año, no cabe duda de que la diferencia es un componente que atesora un enorme valor para destacar entre una oferta, quizás, desmesurada para la cantidad de lectores activos en el país. Puede que sea por este motivo por el que astutamente Editorial Universo de Letras, perteneciente al Grupo Planeta, haya decidido poner todo el combustible posible para situar Lamentos de violín en su catálogo. No es un libro de memorias al uso, tampoco se trata de una novela ordinaria sujetada por unos personajes fabulados. Nos encontramos ante todo un festín literario, un prodigio de los que solo aparecen muy de vez en cuando y que llega para alegrar las tardes de lectura de todos los hombres de bien.
La narración nos habla de un violín, robado y encantado por una bruja a la que se le podría colgar el cartel de cachonda y que acaba siendo recuperado por el fantasma de su propietario, fallecido por gripe en el bello paraje canario de Gando, allá por el año 1918. Este espectro gusta de hacer sonar el instrumento cuando se produce un hecho notable dentro de la familia protagonista. De esta manera tan musical, sonora y sugerente, se vertebra un relato muy vívido en el que el lector asistirá a diversos episodios fundamentales de la historia de España a lo largo del pasado siglo. La profunda amenidad de la narración, su enorme honestidad, la acidez del humor de los pequeños acontecimientos diarios y el hallazgo de una mirada larga son los ingredientes de una lectura luminosa y diferente, a partes iguales. Por muchos motivos nos encontramos ante todo un campo de batalla de ideas y emociones. Es, además, un semillero ingente de ideas para guiones de películas.
Francisco J. Almagro es el firmante de este volumen tan especial y que tanto ha llamado la atención a la crítica especializada. No es un autor con un currículum ordinario, ya que se trata de un general de Aviación retirado que ha ejercido como brillante piloto de combate. Ha sido destinado a la práctica totalidad de las bases aéreas españolas, por lo que conoce de primera mano el sentido vital de lo castrense. El milagro se obra cuando es capaz de extraer belleza y enseñanza vital de un ambiente marcial. Probablemente sea el violín que se ha inventado (o no…) el que consiga dar armonía a lo que nos narra.
Echemos un vistazo al interior de sus páginas para admirar la calidad de su prosa. El estilo lo es todo: «No se lo dijo a nadie, pero, sobre el sonido estentóreo del viento de más de treinta nudos de los alisios, escuchó un sonido de violín que le recordaba a Sarasate. No lo comentó entonces porque ya estaba señalado como un borrachín de imaginación desbordante, y eso sería la constatación plena de que, incluso cuando estaba de facción, le pegaba al trinqui. Sin embargo, durante la fiesta de la patrona de Loreto, le comentó, movido por la cordialidad de unas copas de más, al capitán Bastarreche que lo que se oía en el Lazareto no era únicamente el viento, sino que, sobre el rugir del aire, a caballo del ventarrón, se percibía un sonido proveniente de un violín como nunca hubiera oído, parecido un Stradivarius o, quizá, al de un Guarnieri, ya que tenía un tono más profundo. Pero lo más notable era que la música era siempre quejosa y, como se comprobaría más tarde, los lamentos eran por una causa extraordinaria». Lo dicho: un festín literario: Joyce, Cela o Caballero Bonald lo podrían firmar sin dudar