EL DÍA DEL TRUENO: GROM-21, EJERCICIO DE GUERRA NUCLEAR GLOBAL

El alférez reservista D. Luis V. Perez Gil, doctor en Derecho, asociado de AEME, publica en su blog este interesante comentario acerca del Plan de Adiestramiento Anual de las FAS rusas.

El Plan de Adiestramiento Anual de las Fuerzas Armadas rusas culmina en el mes de octubre con la ejecución del ejercicio GROM («Trueno») de guerra nuclear global en el que se verifica el estado de preparación de la triada nuclear y el funcionamiento del sistema de mando y control en caso de guerra nuclear -véase la entrada GROM-20: DEMOSTRACIÓN DE PODERÍO NUCLEAR EN UN MUNDO MÁS INSEGURO, de diciembre de 2020-. Este ejercicio se lleva a cabo bajo el mando del Presidente de la Federación de Rusia, que es el comandante de las Fuerzas Armadas, y tiene atribuido en esa doble condición la decisión de autorizar el empleo de armas nucleares en caso de que el país haya sufrido un ataque con armas de destrucción masiva, que instalaciones y organismos clave del Estado hayan sido atacados por un enemigo externo o, en último caso, que esté en peligro la existencia misma del Estado, como establece la doctrina de empleo de armas nucleares de 2 de junio de 2020 -véase in extenso la entrada LA ACTUALIZACIÓN DE LA POLÍTICA DE EMPLEO DE ARMAS NUCLEARES DE RUSIA, UNA APUESTA POR EL RÉGIMEN DE ESTABILIDAD ESTRATÉGICA, de junio de 2020-.

Por tanto, el ejercicio GROM es de suma importancia para garantizar el funcionamiento de la estrategia de disuasión nuclear lanzando una señal clara de la preparación y disposición de Moscú para emplear las armas nucleares cuando su presidente lo estime absolutamente necesario. Debido al número y variedad de ojivas nucleares que tienen en servicio tanto Rusia como los Estados Unidos, su empleo significaría que el decisor ha estimado la existencia de un peligro extremo para su propio país y el que reciba el ataque sufrirá daños de proporciones catastróficas. Este es, en esencia, el fundamento de la estrategia denominada Destrucción Mutua Asegurada (MAD, por sus siglas en inglés) acuñada durante la Guerra Fría, pero que continúa manteniendo toda su vigencia. Las ingenuas teorías sobre la guerra nuclear limitada no tienen en cuenta que, una vez iniciado el intercambio nuclear es imposible fijar un umbral de empleo máximo de las armas nucleares, porque el oponente que se vea superado subirá al siguiente escalón, y así sucesivamente. Como hemos dicho en abundantes publicaciones anteriores, los estrategas militares soviéticos, posteriormente, rusos, rechazaron estas ideas basadas en la premisa de que una vez iniciada, una guerra nuclear siempre implicará un intercambio masivo de ojivas nucleares.

El 18 de octubre de 2018 el presidente Vladimir Putin afirmó durante su intervención en el Foro de Valdai que «el agresor debe saber que el castigo es inevitable y será destruido en cualquier caso». Esto es así en el caso de las dos grandes potencias nucleares, los Estados Unidos y Rusia, que atesoran cerca del 92% de las armas nucleares que existen en el mundo -el volumen de sus arsenales se puede consultar en la entrada DATOS DE LOS ARSENALES NUCLEARES DE LAS GRANDES POTENCIAS A 1 DE SEPTIEMBRE DE 2021, de noviembre de 2021-. Pero, entonces, ¿por qué el GROM en estos momentos, en medio de la crisis con la OTAN y Ucrania? La situación de seguridad en la frontera de Ucrania y la región del Donbás comenzó a empeorar a finales de octubre de 2021, precisamente cuando los Estados Unidos estaban completando su propio ejercicio de guerra nuclear, denominado Thunder («Trueno» en inglés), que concluyó el 28 de octubre. Las Fuerzas Armadas rusas iniciaron el despliegue de potentes medios convencionales que continuó aumentando de forma progresiva hasta la actualidad, causando primero, preocupación, y, después, alarma en el seno de la Alianza Atlántica -véase la entrada UCRANIA Y POLONIA Y EL DILEMA DE LA SEGURIDAD DE RUSIA, de noviembre de 2021-. Posiblemente el Kremlin decidió, en estas circunstancias, abstenerse de llevar a cabo su propio ejercicio nuclear evitando enviar un mensaje que pudiera ser interpretado erróneamente por los líderes del Bloque Occidental. Aunque sabemos que los dirigentes políticos cuando se enfrentan al dilema de las armas nucleares se vuelven extremadamente racionales, no se puede excluir una interpretación errónea de la otra parte y durante la Guerra Fría se vivieron episodios significativos en este sentido, sin duda en el que más, la ejecución del ejercicio nuclear Able Archer-83 por la OTAN en Europa. A principios de enero de 2022 medios rusos divulgaron que sus Fuerzas de Disuasión Nuclear llevarían a cabo el GROM en la primera parte de 2022. Con ello las autoridades rusas emitían un mensaje dirigido a la parte occidental en el sentido de que el desarrollo del ejercicio formaba parte de las actividades ordinarias de preparación de las Fuerzas Armadas rusas y que no tendría que ver con la situación de seguridad en su frontera occidental.

De este modo, el 18 de febrero de 2022 el Ministerio de Defensa ruso anunció oficialmente que, al día siguiente, llevarían a cabo las actividades propias del ejercicio de guerra nuclear bajo el mando directo del presidente Putin en el Kremlin, donde, además, estuvo acompañado por el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko. En el curso del ejercicio las fuerzas participantes llevaron a cabo las siguientes operaciones: bombarderos estratégicos Tupolev Tu-95MS de la Aviación de Largo Alcance de las bases de Engels-2, en Saratov, y Ukrainka, en Amur, lanzaron misiles de crucero Kh-55SM que batieron blancos establecidos en los polígonos de pruebas de Pemboy, en Komi, y Kura, en la península de Kamchatka; un cazabombardero Mikoyan MiG-31K lanzó un misil balístico hipersónico Kh-47 Kinzhal en el norte del país; las Fuerzas Coheteriles Estratégicas (RVSN) lanzaron un misil balístico intercontinental (ICBM) RS-24 Yars (SS-29) desde un vehículo lanzador móvil (TEL) estacionado en el cosmódromo de Plesetsk, Arcángel, que batió un blanco en el polígono de Kura; en el mar de Barents, el submarino nuclear estratégico proyecto 667BDRM Delfín (Delta IV) K-18 Karelia disparó en inmersión un SLBM R-29RMU2 Sinevá desde el mar de Barents que voló más de 6.200 kilómetros hasta que sus ojivas inertes impactaron en el polígono de Kura, el submarino nuclear multimisión proyecto 885 Yasen K-560 Severodvinsk lanzó un misiles de crucero (SLCM) 3M14 Kalibr y la fragata lanzamisiles proyecto 22350 (Gorshkov) Almirante Gorshkov un SLCM hipersónico 3M22 Tsirkon; en el mar Negro, un submarino convencional multimisión proyecto  636.3 Varshavyanka (Kilo II) y la corbeta lanzamisiles proyecto 21631 (Buyan-M) Grayvoron lanzaron sendos SLCM 3M14 Kalibr; y desde el polígono de pruebas de Kapustin Yar, en Astracán, un TEL del sistema Iskander-M disparó un misil de crucero de corto alcance 9M728. Todos los proyectiles lanzados tienen capacidad nuclear.

Los grandes ausentes de esta edición han sido los submarinos nucleares estratégicos de la Flota del Pacífico, pero su intervención podría producirse en los próximos días, como ocurrió en el ejercicio GROM-20. Con la ejecución de este ejercicio en estos momentos Moscú ha lanzado varios mensajes: primero, que sus Fuerzas de Disuasión Nuclear se hallan listas y preparadas para iniciar y ganar -si es que cabe este eufemismo- una guerra nuclear; segundo, que, pesar de las crisis puntuales, por muy graves que sean o puedan parecer, se mantienen vigentes los principios básicos de la disuasión nuclear y el funcionamiento del régimen de estabilidad estratégica, que garantizan su posición de gran potencia, junto con su condición de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU; y, tercero, que no se dejará amedrentar por ningún oponente externo, por muy poderoso que pueda parecer, porque, para eso, reúne un inmenso arsenal nuclear y la voluntad para usarlo, que es la garantía última de que Rusia seguirá existiendo como país independiente.

Luis V. Perez Gil

 

Fuente:

https://ullderechointernacional.blogspot.com/2022/02/el-dia-del-trueno-grom-21-ejercicio-de.html