En el marco del III Ciclo AEME/21 titulado“ Impresiones, historias, y recuerdos de la presencia española en el Sahara Oriental”, el Magistrado ya retirado D. José Luis de Mesa Gutiérrez, de la Hermandad de Veteranos de Tropas Nómadas del Sahara nos relata la historia de la creación, de las singulares Unidades denominadas “Mias”
Creación de las Mias Nómadas
Al ser dividido el imperio xerifiano entre el protectorado francés y el español, se atribuyó a nuestro país una pequeña porción de territorio marroquí en la zona sur de Marruecos conocida con el nombre de Cabo Juby, pero la ocupación del territorio no se llevó a cabo hasta que el día 27 de junio de 1916 desembarcó pacíficamente el gobernador del Sahara, comandante Bens. El hecho fue publicado en el B. O. del Protectorado nº 12, de 10 de julio, pero hasta casi 20 años después, en 1934, no se produjo la ocupación total del territorio que correspondía a España en la parte Sur de su protectorado en Marruecos.
Por Real Orden de 27 de julio de 1926 se estableció la plantilla de la Mía de Cabo Juby, conocida también como la de Tarfaya: 1 Teniente instructor, 1 Intérprete, 1 Sargento y 1 Cabo españoles, y 1 Caid, 2 Mocademin (Sargento), 4 Maunin (Cabo), 2 Ascaris (Soldado) de banda, 2 de 1ª y 46 de 2ª, todos ellos indígenas. Para el mando autóctono de la misma el Jalifa designó el 4 de noviembre de dicho año a Ybrahim Ben Abd-Allah Ben Yusef el Yehtuki, de los Izarguien. Se desconocen los méritos por los que se le concedió el mando de la unidad y el Yehtuki no aparecerá en la relación de Oficiales indígenas de las Tropas del Majzén de 1934.
Las misiones encomendadas fueron las de proteger los barcos que naufragasen en las costas del territorio, y sus tripulaciones, ya que muy a menudo eran saqueados por los naturales del país y los supervivientes o eran muertos o se les sometía a prisión hasta que se pagaban los rescates exigidos; así como la de salvaguardar a los ocupantes de los aviones que por cualquier causa se veían obligados a aterrizar en el desierto y que sufrían las mismas consecuencias que los de los buques naufragados. Durante el año 1927 los miembros de la Mía cooperaron y protegieron la conducción a Cabo Juby de los pilotos militares de un avión uruguayo accidentado, así como el salvamento del buque Candelaria de la matrícula de Canarias, ocurrido el 28 de diciembre en Cabo Bojador. Pero la recluta de elementos para la unidad fue muy escasa ya que hasta 1928 solo se habían filiado 56 hombres, a cuyo frente figuraban el caid Brahim Uld Sidi Yusuf y el mocaden Salah Ben Beiruc, el futuro y más conocido como Caid Salah.
Por R. O. de 10 de octubre de 1928. se crearon las Tropas de Policía del Sahara, que se constituyeron en 1 Plana Mayor y 2 Mías: 1 a pie y 1 en camello. El mando del conjunto lo ostentaba 1 Teniente Coronel jefe, ayudado por 1 Capitán secretario y 1 Oficial médico. La Plana Mayor se componía de 1 Capitán, 1 Teniente, 1 Sargento, 2 Cabos y 2 soldados españoles y 1 Caid de Mía, 1 Mocaden, 2 Maunin y 13 Ascaris, más 1 Escribiente, 1 Practicante y 1 Intérprete indígenas. De la Mías, la de apié tenía como finalidad patrullar la Zona Sur del Protectorado español (Cabo Juby) y la de camellos la del Sahara en sí. La plantilla de ésta última se componía de 1 Capitán, 1 Teniente, 1 Intérprete, 4 Suboficiales, 2 Sargentos, 5 Cabos, 10 Soldados y 1 Maestro Armero españoles, y los siguientes indígenas: 1 Caid, 1 Kataeb (Escribiente), 3 Caides de Farka, 7 Mocademin, 14 Maunin, 4 Ascaris de nuba, 10 de 1ª, 81 de 2ª, 1 Practicante y 18 Camelleros, con 146 camellos de silla y 40 de carga, que podían transportar 20 cargas de munición, 8 de víveres, 7 de agua y 5 de bagajes, lo que proporcionaba a la unidad entre 7 y 8 días de autonomía. Como armamento pesado 2 ametralladoras, 3 fusiles ametralladores y 1 mortero, así como con 1 estación de T. S. H. para comunicaciones.
La actuación más importante desde el punto de vista militar ocurrió en el mes de octubre de 1928 en Yedari, a 200 kilómetros al noreste de Cabo Juby. A partir del día 1, parte de la Mía a pie al mando de su Caid, persiguió a una partida de bandoleros que habían asaltado varios poblados amigos llevándose unas 1.300 cabezas de ganado. Se consiguió establecer contacto con los depredadores entablándose combate el día 4 de octubre; al finalizar el mismo se había dado muerte a 20 de los merodeadores, capturado 2 prisioneros, 26 fusiles, 2 camellos y 1.300 cabezas de ganado lanar y caprino. Como recompensa a su actuación se concedió al Caid el sueldo de un mes y al resto de los ascaris la mitad de su salario.
Durante el año 1929 las unidades establecidas en la parte Sur del Protectorado español, a las órdenes del teniente coronel de la Peña Cusi, siguieron prestando servicios parecidos a los realizados en la anterior anualidad. Por R. O. de 26 de noviembre, la Mía a pie pasó a ser de caballería. Estaría compuesta por 1 Teniente, 1 Sargento y 1 Cabo, más 1 Maestro Herrador y 1 Intérprete españoles,. Los indígenas serían 1 Caid, 2 Mocademin, 4 Maunin, 2 Ascaris de nuba, 2 de 1ª y 46 de 2ª, siendo su jefe indígena el caid Brahim Abd-al-Lah, pero a pesar de tener compradas las monturas para los caballos estos nunca llegaron. La Mía montada en camellos constaba de Plana Mayor, 4 Secciones de fusiles, 1 de ametralladoras y 1 convoy, con 144 camellos de silla y 40 de carga. El personal humano lo componían 22 españoles y 140 indígenas, 18 de los cuales montaban en camellos de carga. En total las tropas policiales saharianas indígenas se componían de 4 Caides, 1 Kataeb, 2 Intérpretes, 1 practicante, 18 Camelleros, 7 Mocademin, 18 Maunin, 2 Músicos, 15 Ascaris de 1ª, 128 de 2ª y 30 Ascaris a caballo, con un conjunto de 226 indígenas. Pero a principios de los años 30 ni la Mía montada tenía caballos, ni camellos la otra, debido a las dificultades presupuestarias, además la disciplina existente en ambas unidades dejaba mucho que desear, faltaban oficiales españoles y los efectivos eran insuficientes, en una de las Mías solo había 56 hombres y en la otra nada más que 9, en total 65.
En 1932 se hizo cargo del mando el comandante Cañizares Navarro, que propuso para restablecer la disciplina y dar consistencia: a) la reorganización de las Mías; b) crear un clima de confianza de los indígenas con relación a España; c) someter a los Izarguien, que estaban casi en rebelión y que habían asediado prácticamente Cabo Juby; d) llevar la influencia de España a las tribus Erguibat, Ulad Delim y Ait Musa; y e) aumentar la presencia de nuestro país en el territorio de Ifni. Como consecuencia de todo ello se creó una Oficina de Información Política Indígena en el Sahara, a cuyo frente se puso al teniente Fernando Álvarez Amado, de Infantería.
Debido a la falta de reclutas para ambas unidades, como remedio inmediato para colmar plantillas, y con carácter voluntario, algunos miembros de las Mehal-las de la zona Norte pasaron a integrarse en las tropas de Policía del Sahara. Las relaciones entre indígenas de una procedencia y de otra, costumbres, modo de vida, etc, y entre subordinados y oficiales se agriaron progresivamente: como consecuencia el día 27 de diciembre de 1933 se produjo un incidente en el que intervinieron varios de los ascaris de la mehal-la de Tetuán, el cual se saldó con la muerte del capitán Caulé y de un ascari, resultando herido el sargento Redondo, desertaron 10 de los amotinados que con su armamento huyeron a Marruecos sin que pudieran impedirlo los hombres enviados en su captura. Una vez restablecida la tranquilidad, los demás ascaris procedentes de la zona Norte fueron enviados por barco a su unidad de origen. El comandante Cañizares fue destituido por el fracaso de la expedición a Ifni de agosto de 1933.
En la anualidad de 1934 la Policía del Sahara contaba con 2 Caides de Mía, y 4 de Farka, 1 Kataeb de 1ª, 1 Sanitario, 18 Camelleros, 7 Mocademin, 18 Maunin, 2 Ascaris de nuba, 15 de 1ª y 128 de 2ª, es decir 196 hombres, habiendo desaparecido los 30 ascaris a caballo.
José Luis de Mesa Gutiérrez. Magistrado, r.
Hermandad de Veteranos de Tropas Nómadas del Sahara
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