ESPAÑA SIGUE SIENDO CATOLICA

 

     

Leído en el Blog del General Dávila

ESPAÑA SIGUE SIENDO CATOLICA

Sirva este comentario como contraposición a la decepcionante, por sectaria, frase España ha dejado de ser católica que dejó para la Historia  el diputado republicano y Ministro de la Guerra  D. Manuel Azaña en la sesión del 14 de Octubre de 1931 en el Congreso  dentro de una brillante pieza oratoria con la que preparaba la redacción de la Constitución de la II República que habían proclamado en el mes de Abril, ignorando toda la legalidad en vigor. El discurso que se iniciaba con carácter general:

“La revolución política, es decir, la expulsión de la dinastía y la restauración de las libertades públicas no ha hecho más que plantear y enunciar aquellos otros problemas que ha de transformar el Estado y la sociedad española hasta la raíz: las autonomías locales, problema social más urgente y aguda reforma de la propiedad y problema religioso que es en rigor la implantación del laicismo en el Estado con todas sus inevitables y rigurosas consecuencias”

 De los tres problemas enunciados, fue al tercero al que se dedicó D. Manuel en profundidad durante la sesión que mencionamos, sin duda buscando la redacción sectaria y anti católica que pretendía para el artículo 26 de la Constitución republicana. Recomiendo la lectura del discurso completo para conocer la base que propició los horrores y el martirio que sufrieron en los años siguientes todos los que no abjuraron de su Fe Cristiana. Así comienza su amplio argumento:

“Lo que llaman el problema religioso, la premisa de este problema, hoy político, la formulo yo de esta manera: ESPAÑA HA DEJADO DE SER CATÓLICA. El problema político consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica el pueblo español”

 Desgraciadamente hoy, 86 años después, sus aprendices, los que predican el progreso, pretenden llevarnos un siglo atrás. Eso sí, ya quisieran hacerlo con la categoría de expresión y presencia de sus predecesores. Pero cuidado, han aprendido que las prisas e ir por derecho lleva al fracaso y usan procedimientos sibilinos y pausados, aprovechando los momentos y medios del siglo XXI, lo que tiene mayor peligro y es preciso combatirlos con más constancia y valores que con la fuerza.

Por ello la actitud demostrada por esa gran mayoría silenciosa y su forma masiva de celebrar la Semana más señalada para los católicos, ha sido ejemplar y seguro que habrá hecho pensar a los malos aprendices de Azaña.

Acertada ha sido la decisión del Gobierno en la difusión dada a los acontecimientos religiosos de la Semana Santa, empezando por las disposiciones tomadas por el Ministerio de Defensa para que las Unidades rindieran Honores a a las Imágenes a las que escoltaban y que las Banderas ondearan a media asta en señal de duelo, como se hizo siempre hasta que la Ministra Chacón lo prohibió.

Sería un buen síntoma que el Partido menos alejado de lo que es España y el sentimiento de los españoles recuperara estas formas en lugar de querer hacer clientes cediendo soberanía territorial y de valores a los que intentan retomar lo preconizado por los responsables de la II República.

Por supuesto que es necesario atender a otras muchas facetas en las que la pasividad ha superado al empeño prometido y no cumplido, pero dadas las realidades vividas estos días de millones de españoles, no turistas, y la reciente encuesta de DYM-WIN/GIA sobre religiosidad que muestra que solo el 15 por cien de los españoles son ateos, el 49 por cien creen en Dios y uno de cada dos españoles son creyentes, aunque los comprendidos entre los 14 y 25 años solo lo sean uno de cada cuatro, por una razón tan sencilla como es el adoctrinamiento que imparte el permanente cambio en los planes de educación, siempre en busca de un mayor laicismo inconstitucional.

Por supuesto que ya conocemos la preferencia de los políticos por el corto plazo, pero si un partido en lugar de preocuparse solo de sí mismo y de las próximas elecciones obrara pensando en las siguientes generaciones, debería contemplar el hecho evidente de que el porcentaje de creyentes supera al que obtiene en la intención de voto el partido más favorecido.

Aunque ese Gobierno deseado debe tener en cuenta otros muchos problemas, como decía Azaña, que empiece por convencerse, que tanto por la práctica vivida como por las encuestas:

ESPAÑA SIGUE SIENDO CATÓLICA (Gracias a Dios)

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

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